USO ha conseguido que los teleoperadores de Transcom Worldwide SLU vuelvan a percibir los incentivos de hasta 200 euros que la empresa dejó de abonar a los trabajadores de forma unilateral sin causa justificada, provocando un grave perjuicio económico a los trabajadores durante la pandemia.

La Sala de lo Social del Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia previa del TSJM a raíz de la denuncia presentada por USO, junto con el resto de organizaciones sindicales que componen el Comité de Empresa, y ha declarado “nula” la modificación sustancial de las condiciones de trabajo de carácter colectivo por causas “productivas y económicas” que implicó la supresión de los incentivos establecidos por la propia empresa.

La modificación unilateral por parte de la empresa ha afectado a un total de 35 trabajadores, que en el año 2020 dejaron de percibir una cuantía mensual fija en concepto de incentivos por importe de 150 a 200 euros. Tras el período de consultas, y al entender la parte social que no se daban los razonamientos lógicos por parte empresarial para establecer esta medida tan agresiva, se cerró el proceso sin llegar a ningún acuerdo.

USO y el resto de formaciones sindicales del Comité de Empresa recurrieron a la vía judicial y el 20 de octubre de 2020, el Juzgado de lo Social del TSJM estimó la demanda de conflicto colectivo y declaró nula la modificación. A partir de ese momento comenzó un largo proceso de recursos, suplicación y casación que han culminado con la resolución del Tribunal Supremo para la unificación de doctrina.

A raíz de la sentencia, Transcom deberá pagar a los 35 trabajadores afectados de la plataforma de Pozuelo de Alarcón los incentivos adeudados con carácter retroactivo desde mayo del 2020. La empresa asegura que se ha comprometido a hacerlo de inmediato en la siguiente nómina.

Desde USO valoramos positivamente esta sentencia y denunciamos que los trabajadores de los contact center soportan una pérdida salarial acumulada desde anteriores convenios superior al 10%. Durante la pandemia, la mayor parte de las plantillas prestaron trabajo a distancia sin que se abonasen gastos. Además, las plantillas sufren una alta exposición a los riesgos psicosociales (estrés, ansiedad, exceso de carga de trabajo), a lo que se suma la incertidumbre con respecto al cambio de los servicios cuando lo adquiere otra empresa, pues no se garantiza la subrogación de los trabajadores ni el mantenimiento de los puestos de trabajo.