En el segundo año marcado por la pandemia, USO ha vuelto a las calles, de manera responsable, para defender los derechos individuales y colectivos en medio de la crisis socioeconómica y laboral en la que estamos inmersos.

La secretaria general de USO-Madrid, Conchi Iniesta, ha destacado que la manifestación se celebra “frente al ministerio de trabajo porque desde USO estamos viendo día a día como los trabajadores sufren ERTE, ERE y están en las colas del hambre pasando calamidades y miseria”. También ha pedido a la Ministra de Trabajo “que amplíe la mesa de dialogo social porque la USO tiene mucho que aportar”.

El secretario general de USO, Joaquín Pérez, ha participado en la concentración convocada en Madrid, frente al Ministerio de Trabajo y Economía Social, que ha reunido a un reducido grupo de dirigentes y afiliados, para recordar a los fallecidos; a los trabajadores que han perdido su empleo; a los que están en las colas del hambre a diario; a los que aún siguen en ERTE, con la incertidumbre sobre su futuro cada vez más presente; y a los trabajadores pobres, a los que su trabajo no les da para vivir.

En su discurso, Pérez ha mostrado su preocupación por la crisis socioeconómica y laboral “que aún no sabemos si ha terminado de estallar” y ha reivindicado “el valor del trabajo de cada persona; la necesidad de defender los derechos individuales y colectivos; el empleo de calidad y las políticas de bienestar social”.

El 1 de mayo es un día para reivindicar, pero también para pedir responsabilidades y proponer soluciones, para señalar a los responsables y para replantear las políticas que nos han conducido hasta este punto. Así, Pérez ha defendido poner por delante de la economía a las personas, el empleo estable y un cambio de modelo productivo para sanear la economía; con una apuesta por la industria, la innovación, la tecnología, la digitalización y los servicios públicos de calidad.

El secretario general de USO ha criticado la incapacidad de llegar a grandes acuerdos por parte de los políticos y el fracaso del bisindicalismo y el diálogo social, que ya no representa a la sociedad. En este sentido, ha defendido la necesidad de cambiar la forma de hacer política y de hacer sindicalismo, más plural, cercano y aportando soluciones a los problemas concretos de los trabajadores.