La Comunidad de Madrid es la región española con menores índices de incidencia tanto de accidentes de trabajo totales como con resultado de muerte para el trabajador

 

Se trabaja para vivir, no para morir. La lucha contra la siniestralidad laboral es una de las mayores demandas de los trabajadores y de sindicatos como la USO. Alcanzar el cero absoluto puede parecer una utopía, aunque la concienciación y la formación en Prevención de Riesgos Laborales, así como su cumplimiento por parte de las empresas, son factores que pueden contribuir a reducir los accidentes de trabajo a mínimos históricos.

En total, hubo 85.735 accidentes en nuestra región durante el 2023, de los cuales 71.232 sucedieron durante la jornada de trabajo y 14.503 durante los desplazamientos de ida y vuelta.  El 99% lo fueron de carácter leve, pero se produjeron 507 accidentes graves y 76 mortales. De estos últimos, hubo 60 fallecidos durante la jornada laboral y 16 ‘in itinere’. Nueve de cada diez de los que perdieron la vida eran asalariados. 16 trabajadores por cuenta ajena murieron durante el trayecto hacia/desde el centro de trabajo.

Frías estadísticas detrás de las que hay verdaderas tragedias humanas. Por supuesto, para el trabajador que pierde la vida, pero también para sus familias, allegados y compañeros. Sin embargo, estas cifras que nunca querríamos contabilizar abren una pequeña rendija a la esperanza de que algo se está haciendo bien. Lo explicamos:

 

19 trabajadores muertos menos que en el 2022

El año pasado hubo más accidentes graves que en el anterior, aunque fallecieron 19 personas menos gracias a un descenso de medio punto en el índice de incidencia de mortalidad (baja del 2,2 al 1,7 y es la única autonomía por debajo de 2). El de accidentes totales (2.080) también mejora la incidencia de años precedentes. Y ambas sitúan a Madrid como la mejor comunidad autónoma en la ecuación entre afiliados a la Seguridad Social y siniestralidad laboral. La media nacional es de 2,9 mortales (+1,2) y de 2.715 totales (+735).

Tampoco conviene bajar la guardia. Hubo un 18 % menos de fallecidos, sí, pero idéntico porcentaje de accidentes graves más. Y un incremento del 10 % de los accidentes en trayecto respecto al año anterior, que alcanza el 15 % entre los autónomos; aún peor, los graves ‘in itinere’ se duplicaron entre los que trabajan por cuenta propia.

 

Mejores índices en Madrid que a nivel nacional

Por sectores, la preponderancia de los Servicios en nuestra región se refleja también en la estadística ofrecida por el Ministerio de Trabajo y Economía Social (MITES). Siete de cada diez accidentes en jornada se relacionan con esta actividad, seguida por Construcción (17 %), Industria (12 %) y Agricultura (0,4 %).

Madrid también lidera los índices nacionales de incidencia en Servicios (1.707) e Industria (3.639); ocupa la sexta posición en Construcción (5.621) y la novena en Agricultura (3.920). En todos los casos, siempre por debajo de la media estatal. El MITES no ofrece las cifras de fallecidos ni índices de incidencia por sectores y comunidades autónomas.

El próximo año, lamentablemente, tendremos que volver a lamentar pérdidas humanas de personas que salieron a ganarse la vida y encontraron la muerte. Es inevitable, por desgracia. Pero desde USO-Madrid apelamos a todos los actores (administraciones, empresas, trabajadores, delegados PRL, Inspección de Trabajo, etc.) para que la tendencia a la baja, no solo se mantenga, sino que se acelere.

 

#PRLNoEsUnJuego

#NiUnaMuerteMásEnElTrabajo