Sirva este texto como introducción a futuros talleres presenciales o a distancia.

 

Como cuestiones previas, unas preguntas:

  • ¿Qué es la autoestima?

  • ¿El duelo migratorio?

  • ¿Y la resiliencia?

  • ¿Cómo afecta a tu búsqueda de empleo?

Si no tienes respuestas para estas preguntas, te animamos a leer este texto y a enviarnos la respuesta al correo electrónico que aparece al final de este.

 

Autoestima

La autoestima se forma a través de los pensamientos y sentimientos que cada individuo tiene sobre sí mismo. La autoestima determina la capacidad para enfrentarse a lo cotidiano. Es la autoestima la responsable de muchos éxitos y fracasos. La autoestima positiva proporciona satisfacción personal además de fuerza y capacidad para la acción frente a los problemas (Gallar).

 

Duelo migratorio

La migración, como la mayoría de los acontecimientos de la vida, posee, junto a una serie de ventajas, de beneficios (como el acceso a nuevas oportunidades vitales y horizontes) un conjunto de dificultades, de tensiones, de situaciones de esfuerzo.

Descendemos de seres que han emigrado con éxito muchas veces a lo largo del proceso evolutivo.

En el caso de la migración el ir y venir emocional en relación al país de origen da lugar a que los procesos de elaboración de la separación funcionen de modo recurrente. Es decir, en el caso del duelo migratorio, frente a otros tipos de duelos, el objeto del duelo (el país de origen y lo que allí se ha dejado) no desaparecen, permanecen donde estaban. Además, es un duelo múltiple, porque todo lo que hay alrededor de la persona cambia (familia y amigos, lengua, cultura, tierra, estatus social…) que obliga a un esfuerzo adaptativo que afecta a la propia identidad del sujeto.

A ello se suma una desvalorización de las trayectorias personales y profesionales por parte de la sociedad de acogida, tanto en el entorno social, como en el ámbito laboral, profesional e institucional.

Como hecho social que es, la migración repercute en el conjunto de la sociedad, tanto de origen como de acogida. Si el duelo no se elabora bien, continúa también en sus hijos y podría prolongarse en las siguientes generaciones.

Es un hecho también la feminización de los flujos migratorios en nuestro país. El mayor porcentaje de mujeres procede de Latinoamérica y el trabajo puerta de entrada suele ser el trabajo doméstico. En estos casos, se dan específicamente estas características:

    • El sufrimiento por la difícil separación: el desgarro por la separación de los hijos y la familia y amigos.
    • Los duros comienzos: el trabajo de empleo de hogar, especialmente de interna, ocurre que, a pesar de convivir con otras personas, el sentimiento es de profundo aislamiento.
    • La salud autopercibida: dado que la salud es el capital que tienen para poder trabajar y responder a las necesidades materiales de su familia.
    • Sus cualidades de autoestima: asumen cualidades valiosas para su empleador (ser muy trabajadora, responsable, limpia, puntual) y las que la definen como buena madre (sacrificada, amorosa, servicial), pero también aquellas que tienen relación con la alta autoestima: activa, decidida, luchadora, emprendedora, inteligente, con confianza en sí misma…
    • Descubrimiento de nuevos valores: descubren aspectos de esta sociedad que admiran, como la libertad de las mujeres o el sistema sanitario público.

 

Resiliencia

Pues bien, frente a las dificultades del duelo migratorio y su afectación a la autoestima, aparece la resiliencia entendida como aquella cualidad que permite a algunos individuos salir fortalecidos tras la adversidad y lograr un desarrollo positivo como actores sociales, en su doble dimensión, la capacidad de proteger la propia integridad a pesar de la crisis, de un lado, y de reconstruir la propia vida tras la adversidad, de otro.

La resiliencia es el proceso que viven algunas personas para, no sólo no venirse abajo ante situaciones difíciles, sino para salir fortalecidas. Y es que pesa más la perspectiva con que se enfoque el significado de la situación amarga que el suceso en sí. Las personas con resiliencia no niegan la situación adversa, sino que la reconocen (no se puede luchar contra lo que se ignora) y, después, se enfrentan a ella, lo cual es posible cuando se tiene un porqué, un motivo, y, además, apoyo social. La resiliencia es un canto a la esperanza en las capacidades humanas.

Ya sabíamos que, para enfrentarse al reto de migrar, hay que ser una persona fuerte física y emocionalmente, segura de sí misma. Es muy importante para la autoestima construir relaciones y redes sociales que ayuden a ponerla en valor.

 

Conclusión

¿Qué es la autoestima? ¿El duelo migratorio? ¿Y la resiliencia?

¿Cómo crees que afecta toda tu experiencia vital a la búsqueda de empleo? ¿Crees que es un factor positivo, que añade un valor a tu CV, o negativo, a ocultar?

Por favor, envíanos tus respuestas, por correo electrónico, a:

 

marysol.ruberte@uso-madrid.es

ana.haba@uso-madrid.es