Interés por el puesto de trabajo y por la empresa. En este sentido es importante que siempre antes de acudir a una entrevista hayamos buscado información acerca de la empresa. Podemos ver la pagina web, los departamentos, los ámbitos de trabajo.

Puntualidad y apariencia agradable. Si por cualquier motivo de fuerza mayor nos retrasamos debemos de avisar.

Sinceridad. No debemos mentir en una entrevista. Lo que podemos hacer es escoger aquellas respuestas que mas nos benefician y descartar las que nos puedan dejar fuera del proceso de selección.

Soltura en las respuestas y en la comunicación no verbal. Evitaremos los monosílabos, tutear al entrevistador/ra y los excesos en las gesticulaciones.

No ser agresivo/a, aunque las preguntas que nos formulen puedan ser molestas. Hay que contestar de forma calmada y justificada.

Interrumpir de forma constante a la persona que te entrevista. Es mejor escuchar de forma activa e ir contestando a lo que nos van preguntando. Al final de la entrevista podemos aclarar las dudas que nos hayan quedado.

Interesarse más por el salario o las vacaciones que por el puesto de trabajo. A lo largo de la entrevista surgirán estas cuestiones y sino podemos plantearlas de forma adecuada al finalizar la misma.

No criticar ni hablar mal de las empresas anteriores en las que hemos trabajado, los jefes/as y de compañeros/as.

No presentarse desmotivado/a y sin confianza en uno mismo/a. Hay que mostrar interés por el puesto que se solicita y convencer al seleccionador/a de que somos la persona adecuada para el.

Debemos evitar malas posturas o invadir la mesa o el espacio de la persona que nos entrevista porque todo ello puede generar incomodidad a lo largo del proceso de selección.