Por este motivo Prosegur y Securitas han renunciado a Barajas y El Prat porque aseguran “no les salen los números”, y los grandes grupos de seguridad privada no han pujado por Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat este año. Ni Prosegur ni Securitas se han presentado al concurso público con el que AENA adjudicará el servicio de seguridad en sus aeropuertos, como han confirmado ambas compañías a este periódico. No les salen los números: el negocio no es rentable.

El importe total de la licitación para los 27 aeropuertos de mayor tráfico (359 millones distribuidos en dos años prorrogables), con Madrid y Barcelona a la cabeza, es “a todas luces insuficiente” para asumir las mejoras en complementos salariales y calidad del servicio pactadas con Fomento, coinciden todas las fuentes consultadas. Este ministerio impulsó un grupo de trabajo donde participaron el Gobierno, las patronales, los sindicatos, AENA, Renfe y Adif con el objetivo de mejorar las condiciones de los vigilantes de seguridad en infraestructuras estatales (como los aeropuertos) a raíz de la huelga en Barcelona-El Prat el verano pasado.

​AENA recogió el guante de los sindicatos y modificó el pliego de condiciones en marzo, incorporando las cláusulas acordadas con Fomento pero sin tocar el importe de licitación. Las partes se comprometieron a crear un plus vinculado al desarrollo de la actividad en los aeropuertos (de entre 0,68 y 0,70 euros por hora, unos 120 euros al mes en jornada completa), aplicar otros dos complementos para los operadores expuestos a radiación en los filtros de pasajeros (de entre 1,19 y 1,23 euros por hora) y determinar un plus variable ligado al cumplimiento de objetivos, entre otros.

“Nos habría encantado presentar una oferta” en los aeropuertos de Madrid (con un importe de licitación de 106,4 millones para sus cuatro lotes), Barcelona (66,8 millones), Palma de Mallorca (30,8 millones), Málaga (25,3 millones) o Tenerife (18,1 millones), lamentan desde Prosegur. Si no lo han hecho es porque consideran que AENA no ha tenido en cuenta la calidad del servicio a la hora de decidir la cuantía.

En definitiva, los aeropuertos más golosos no son rentables para este gigante de la seguridad privada.

“Securitas se fue de los aeropuertos españoles a finales de 2016 porque estaba perdiendo dinero”, explican fuentes sindicales. Por una vez, los representantes de los trabajadores y las empresas están de acuerdo en el diagnóstico:

“Nos preocupa que la empresa adjudicataria no pueda asumir los compromisos económicos adquiridos”, sobre todo si se trata de una compañía pequeña sin pulmón financiero suficiente, explica el responsable de seguridad del sindicato USO.

Basilio Febles cree que el megacontrato de AENA está basado exclusivamente en el precio, sin tener demasiado en cuenta los criterios técnicos y la calidad del servicio.

Fuente: elconfidencial.com