Con la normativa actual, la UE prohibirá la venta de coches nuevos con motores de combustión (gasolina, diésel e híbridos) en el 2035

 

USO industria manifiesta su preocupación por el impacto que tendrá en el sector automovilístico español y europeo la prohibición de venta de coches nuevos con motores de combustión prevista para el año 2035.

Aunque se podrá seguir circulando con estos vehículos, las autoridades locales podrán restringir su uso en zonas específicas, y no se podrán matricular nuevos coches de combustión. Esto obligará a los fabricantes a vender vehículos con cero emisiones, principalmente eléctricos.

 

Revisión de los objetivos de emisiones

Tras las presiones recibidas por parte de las las organizaciones sindicales y empresariales europeas, entre las que se encuentra USO industria, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha confirmado que Bruselas adelantará la revisión de los objetivos de emisiones de CO2 para coches y furgonetas y la realizará antes de que finalice el 2025, ante las dificultades para cumplir con la prohibición total de vehículos con motores de combustión fijada para el 2035.

Entre los países miembros hay división de opiniones: los gobiernos de España y Francia apoyan la prohibición, en línea con el acuerdo de la Unión Europea; Italia y Alemania se oponen a esta medida y han pedido suspenderla o, al menos, suavizarla, argumentando la imposibilidad técnica y buscando flexibilidad para otras tecnologías como los combustibles sintéticos.

El debate llega en un contexto de crisis profunda en el sector automovilístico, con los beneficios en caída libre, supresiones de puestos y cierres de plantas de producción. La patronal automovilística ACEA ha solicitado al gobierno comunitario que revise los objetivos porque «en el mundo actual, simplemente ya no es factible. Mantenerlos se traducirá en el colapso de la industria».

 

Pilar estratégico de la economía española

España es el segundo mayor productor de vehículos en Europa y el sector de la automoción es un pilar estratégico de su economía. Representa aproximadamente el 10 % del PIB y más del 18 % de las exportaciones totales y emplea en la actualidad a casi 600.000 personas trabajadoras que se podrían ver perjudicadas por una situación impredecible.

En la Comunidad de Madrid, sólo la fábrica de Stellantis en Villaverde cuenta con unas 3.000 personas trabajadoras en plantilla y el número casi se cuadruplica si se incluye a las empresas auxiliares que dependen de su actividad.

 

Responsabilidad y altura de miras

Por ese motivo, desde USO industria exigimos al Gobierno responsabilidad y altura de miras con el sector y reafirme su compromiso con la defensa de un proceso de transición justo, sin dejar a nadie atrás, evitando la brecha social de movilidad y facilitando la cohesión territorial.

Consideramos que “el Estado no debe imponer de forma unilateral qué tecnologías deben adoptarse o abandonarse en un momento determinado. Imponer esta medida supondría el declive de la industria automotriz española y europea”. Defendemos que la transición hacia la movilidad sostenible debe realizarse de manera planificada, gradual y tecnológicamente abierta, para garantizar la viabilidad industrial y el mantenimiento del empleo.

Nuestro mensaje es claro:

NO AL VETO de los motores de combustión. SÍ A LA FLEXIBILIDAD tecnológica y a la defensa industrial