Los salarios pactados por convenio (3,7) superan a la inflación subyacente (3,4) y los trabajadores madrileños recuperan parte de su poder adquisitivo

 

La electricidad y los alimentos son productos básicos

“Parece que los precios vuelven a una relativa estabilidad estructural, lo que es una buena noticia. La cesta de la compra sigue siendo cara en la Comunidad de Madrid, aunque si la comparamos con la de hace un año, la subida actual parece asumible. La mejor noticia es que, por primera vez en muchísimo tiempo, los salarios pactados por convenio subieron (+3,7) por encima de la inflación subyacente en Madrid. Y eso se traduce en que casi 800.000 trabajadores y sus familias recuperan, aunque mínimamente, poder adquisitivo”, manifiesta María Concepción Iniesta, secretaria general de Madrid.

Aun así, la máxima dirigente regional de la USO, reclama a las administraciones públicas que implementen “medidas que permitan a los ciudadanos llenar sus bolsillos, vaciados de forma cruel durante muchísimo tiempo. Por ejemplo, que se considere a la electricidad como un suministro básico y no como un producto de consumo, manteniendo un IVA súper reducido. O que se controlen de forma eficaz los precios de alimentos básicos como el aceite, la leche o los cereales”.

 

Fin de las ayudas fiscales al suministro eléctrico

Se cumplieron las previsiones y en marzo volvió a repuntar la inflación ocho décimas hasta situarse en el 3,1 % anual. Tres factores contribuyeron a esta escalada, que debería volver a situarse por debajo del 3 % en abril: el final de las ayudas fiscales a la electricidad, el alza de los carburantes y la influencia de la Semana Santa.

Así, los gastos derivados de la vivienda subieron un 1,5 respecto a febrero, aunque apenas un 0,2 interanual, debido a los reducidos costes de generación energética, en mínimos históricos. El transporte, sobre todo el privado, también es medio punto más caro que hace un mes, aunque apenas un 1,9 más que en marzo del 2023. Ocio y cultura (+2,4 mensual/+5,3 anual) y hostelería (+1,6/+6,2) generaron la mayor distorsión y, por lógica, deberían compensarse en abril.

Mención aparte para el grupo de vestido y calzado, que repuntó un 4,2 % mensual, aunque acumula un descenso del 7,6 durante el primer trimestre y es apenas dos puntos más elevado que hace un año. Alcohol y tabaco (+4,3) y enseñanza (+3,5) también tiraron al alza de la inflación media.

 

La alimentación se modera, pero la subyacente vuelve a subir

Y, por descontado, la alimentación (+4,6), aunque en este caso hay que ver la cesta de la compra medio llena: los alimentos bajaron por segundo mes consecutivo, llevan ya un año moderándose desde el pico registrado en febrero del año pasado (+17,6) y se sitúan en su nivel más bajo desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania.

Sin embargo, la inflación subyacente, que es la que marca la tendencia a medio y largo plazo al suprimir los precios de los productos más volátiles, subió por segundo mes consecutivo y se sitúa en el 3,4 %, una décima por encima de la registrada en el conjunto de España. Se espera que en abril vuelva a la senda de la moderación y que se sitúe por debajo del 3 % a lo largo del segundo trimestre, ya sin la influencia de la Semana Santa.