Los jóvenes madrileños deberían destinar el 105% de su sueldo para cubrir el alquiler medio en la región, que ronda los 1.176 euros. Esto implica que solo un 20,5 por ciento de ellos se haya emancipado, según datos del último Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud en España del segundo semestre de 2019.
Desde USO-Madrid denunciamos que, a pesar de encontrarnos ante una de las generaciones mejor formadas, la precariedad laboral, la reforma laboral de 2002 y los ajustes de los años siguientes han condenado a los jóvenes de Madrid y de toda España. El resultado es que toda una generación padece empleos precarios, salarios más bajos y una tasa de paro del 17% en el segundo semestre del año pasado que se eleva hasta el 24,3% en la franja de los 16-24 años.
La consecuencia directa es que los jóvenes están retrasando la edad de emancipación y la edad para formar una familia. Las cuentas no salen. Con un bajo salario es imposible afrontar el pago de un alquiler, que a pesar de la crisis del coronavirus, sigue subiendo en Madrid, además de los suministros básicos, servicios y transporte.
Desde USO recordamos que es imprescindible crear un parque de viviendas de alquiler tasado y medidas de acuerdo a las necesidades de los jóvenes. La inestabilidad, la precariedad laboral y los contratos basura tendrán unas repercusiones desastrosas en el futuro, que van desde una caída en picado de la tasa de natalidad hasta el colapso del actual sistema de pensiones por la pérdida de contribuyentes.