Proyecto de USO-Madrid para la prevención del racismo y la xenofobia en el ámbito laboral

Proyecto de USO-Madrid para la prevención del racismo y la xenofobia en el ámbito laboral

El Departamento de Migraciones de USO-Madrid ha puesto en marcha un nuevo proyecto sobre “Prevención del racismo, xenofobia, delitos de odio y otras formas de intolerancia en el ámbito laboral”

 

Dicho servicio está dirigido a todas aquellas personas de origen migrante que hayan sufrido estas situaciones en su ámbito laboral y que dispongan de autorización de residencia y trabajo o estén en trámites para conseguirla.

Dentro del proyecto, se implementan distintas acciones:

    • Detectar, informar y acompañar a las personas que estén sufriendo estos hechos.
    • Derivar a los dispositivos adecuados para prestar apoyo psicosocial.
    • Talleres o charlas para prevenir estas situaciones de racismo.
    • Atención especializada a las situaciones de racismo y explotación que viven las trabajadoras del hogar y los cuidados, en especial las mujeres que trabajan en la modalidad de internas.
    • Intermediación entre empresas y trabajadores/as y también entre familias empleadoras y trabajadoras del hogar.

 

Proyecto de USO-Madrid para la prevención del racismo y la xenofobia en el ámbito laboral

 

Está cofinanciado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y por la Unión Europea, por lo que todas estas atenciones no tendrán ningún coste.

Es necesario concertar cita previa (en horario de mañana y tarde) llamando al teléfono 91 598 63 30 (centralita) o a través del correo electrónico ana.haba@uso-madrid.es

El Departamento de Migraciones también sigue atendiendo todas aquellas cuestiones jurídicas relativas a temas de extranjería y nacionalidad.

 

Ceuta: ni política ni culpables ni diplomacia, hay que resolver la crisis humanitaria

Ceuta: ni política ni culpables ni diplomacia, hay que resolver la crisis humanitaria

La crisis del puesto fronterizo del Tarajal, entre Ceuta y Marruecos, ha provocado un drama humanitario que España y Unión Europea deben solucionar respetando sin debates los Derechos Humanos por encima de analizar las causas o buscar responsables políticos o diplomáticos. El paso hacia España a través de Ceuta es uno de los puntos geopolíticos más importantes de todo el mundo, con infinidad de movimientos migratorios diarios que en muchas ocasiones son el reflejo de grandes crisis humanitarias.

Las imágenes que hemos visto esta semana en Ceuta no deben repetirse nunca más. Este suceso ha transcendido a la que se ha denominado “crisis diplomática entre España y Marruecos”. Estamos hablando de vidas humanas, que no pueden ser una moneda de cambio por razones estratégicas o políticas.

La traumática experiencia de las personas que han cruzado la frontera no ha acabado aún. A la acumulación de personas en la playa de Ceuta, sin los recursos más elementales, y al número desconocido de muertos o desaparecidos, se suman las devoluciones en caliente y la separación de menores de edad de sus padres. Menores cuyo futuro está en el aire.

Para ellos no hay grandes opciones. La primera es volver a su país. A pesar del anuncio de que no retornarían menores, no hay un protocolo claro. O pasar a formar parte de un sistema de acogida que cada vez está más desbordado. En este sentido, desde USO recordamos algo obvio: son menores. En ningún momento pueden ser señalados ni estigmatizados, ni convertirse en una diana de ataques de odio, racistas o xenófobos. La protección de la infancia no puede entender de fronteras ni de origen. Es, de todos los dramas a los que hay que dar respuesta en esta crisis, el prioritario.

Falta de amplitud de miras para resolver el problema en origen

Desde USO echamos de menos, unos días después de que estallara este hecho puntual, la falta de debate sobre el origen del problema, que es de mucha mayor magnitud que esta explosión momentánea. La inmigración irregular responde a una problemática estructural, compleja y de gran relevancia para las relaciones humanas. Responde a crisis humanitarias en orígenes muchas veces lejanos a nuestras fronteras pero que no por ello no existen. Cuando se acercan a ellas y se visualizan, volver a alejarlas no las resuelve.

La política migratoria y la cooperación al desarrollo para evitar los grandes éxodos llevan años enquistadas a nivel europeo. Las soluciones a las grandes crisis humanitarias han sido lentas, sin consenso y se han dejado demasiadas vidas por el camino. Y, además de las acciones, también es necesario cuidar los mensajes y el lenguaje que se utiliza para hablar de un tema tan delicado, para que siempre quede por delante el respeto a los Derechos Humanos y que las personas que emigran no pueden ser cosificadas o criminalizadas.

Dependemos de los extranjeros para la creación de empleo

Dependemos de los extranjeros para la creación de empleo

El paro ha vuelto a subir por cuarto mes consecutivo y vuelve a niveles previos a la campaña turística estival, lo que demuestra que “no se crea empleo real en España, dependemos fuertemente de que el turismo extranjero siga eligiéndonos como destino principal para que los empleos temporales y precarios del verano sigan enmendándole al Ministerio los datos del paro”, reclama Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de la USO. Esa fuerte dependencia, asegura, “queda patente en que sea Baleares la comunidad autónoma más golpeada por el paro de noviembre, con un aumento de 12.586 desempleados”.

En España hay a finales de noviembre 3.474.281 personas registradas en el Servicios Públicos de Empleo, un 0,21% más que en octubre -7.255 desempleados más-, aunque representa un descenso interanual del 8,33%. Por sectores, los datos son desparejos, ya que ha bajado en construcción, agricultura e industria, pero ha sufrido un fuerte golpe en servicios, con 23.048 desempleados más. Una constante, la del desempleo hostelero y turístico en noviembre, que “no arregla ni el inicio de la campaña de Navidad, con su abuso de contratos troceados”.

El desempleo en España “sigue estando feminizado”, denuncia Sara García, ya que “la subida intermensual vuelve a penalizar a las mujeres (0,02% para los hombres y 0,35%, las mujeres); pero en el plano interanual, donde sí se ve una leve mejora de los datos, también estos favorecen a los hombres, ya que el desempleo se ha reducido entre ellos un 11,91%, mientras que en las mujeres solo ha bajado el 5,52%”.

Sara García muestra su mayor preocupación por el futuro de las pensiones. La Seguridad Social ha perdido en noviembre 12.773 afiliados, lo que “unido al desfalco constante de la ‘hucha’, de la que el pasado viernes han vuelto a sacar más de 3.500 millones, pone en grave riesgo que quienes hoy estamos trabajando lleguemos a cobrar nuestra jubilación. Y lo que es peor, que los propios pensionistas puedan recibir su mensualidad, ya que el Fondo de Reserva apenas cubre ahora mismo una nómina”. Entre el colectivo más cercano al retiro, los mayores de 45 años, el paro también ha subido, un 0,22%, una franja “especialmente sensible porque si el paro se cronifica en esas edades, esos trabajadores quedan en un inminente riesgo de exclusión social”.

La única nota positiva la ponen dos datos: la contratación entre el colectivo sin empleo anterior, donde 6.160 han dejado las listas del paro; y el descenso del desempleo entre los menores de 25 años (-2,02%). Una cifra que, no obstante, asegura el responsable del Departamento de Juventud, Pablo Trapero: “es poco avance para todo lo que los jóvenes llevan perdido en materia de empleo en este país. Seguimos a la cola de Europa en ocupación de los más jóvenes y los que se incorporan al mercado laboral lo hacen en condiciones precarias y a veces con contratos de uno o dos días de duración”.