Indra ha retirado el ERTE que había anunciado el pasado 27 marzo y que pretendía reducir el salario entre el 5% y 25% a 14.000 trabajadores, además de suspender los contratos y reducir las jornadas al 70% a casi un tercio de la plantilla (4.500 trabajadores).

“Desde que se puso sobre la mesa este ERTE, USO se opuso frontalmente: ni estaba justificado por el coronavirus, ya que la actividad de esta empresa tecnológica no ha sufrido impacto, ni, de haberse podido justificar el impacto, cumplía con la legalidad. El Real Decreto 8/2020 de medidas urgentes en ningún caso amparaba una reducción de salarios”, explica Javier Valiente, responsable de la coordinadora de USO-ISTI (Indra Soluciones Tecnológicas de la Información).

Raúl Montoya, secretario de Acción Sindical y Salud Laboral de la Federación de Industria de USO, matiza que “cuando la empresa nos puso sobre la mesa el ERTE, pretendiendo negociarlo, nos advirtió de que ya había tenido contactos previos con el resto de sindicatos de la mesa y había encontrado una actitud proclive a esa negociación. Nos alegramos de que, a lo largo de las reuniones, el resto de sindicatos se hayan unido a nuestra negativa a cualquier medida, porque solo gracias a esta actitud en bloque se podía frenar el total de las reducciones”.

Por último, el responsable de FI-USO recuerda que este intento de recorte “era injusto e insolidario no solo con los trabajadores de Indra, sino con el resto de la sociedad. En un momento como el que estamos atravesando, las empresas que sí pueden mantener su actividad y sus empleos, con una posición económica sólida como la que goza Indra ahora mismo, deben tener responsabilidad social. No obstante, si la situación evolucionase de una forma diferente, seremos los primeros que estaremos dispuestos a negociar y tender la mano para estudiar medidas que preserven la totalidad del empleo”.

 

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