por Prensa USO Madrid | Oct 15, 2025 | Economía, USO-Madrid
La inflación subyacente también supera la barrera del 3 % en septiembre, tras encadenar tres meses seguidos de subidas
Los jóvenes no pueden emanciparse
“Los datos de la inflación en septiembre son malos, peores incluso de lo esperado, sobre todo porque los productos y servicios que más han subido en el último año son los que más afectan a las economías familiares: alimentos básicos, el transporte público o los relacionados con la vivienda. Los jóvenes, aunque tengan un trabajo estable, no tienen la capacidad de ahorro para emanciparse y afrontar estos gastos. Veremos si esta tendencia claramente inflacionista se corrige en el último trimestre del año o las personas trabajadoras tenemos motivos reales de preocupación”, valora María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
La comunidad autónoma con la inflación más alta de España
El comportamiento de los precios fue muy desigual en el noveno mes del año, tanto en la comparativa mensual como en la anual. Desde la primavera del 2024, ni el índice general (+3,5) ni la inflación subyacente, o estructural (+3,2), reflejaban valores tan elevados. Madrid es la comunidad autónoma con una inflación más alta, sólo superada por la ciudad autónoma de Ceuta.
En términos mensuales, se esperaba la tradicional subida en apartados como el vestido y el calzado (+4,9), la hostelería (+2,5) o la enseñanza (+1,8). Pero a ellos se sumó la vivienda (+2,3) debido a la imposición de la nueva tasa de basuras, que disparó un 8,3 % el capítulo de gastos de conservación.
Respecto a septiembre del 2024, destacan las alzas del 11 % de los suministros (agua, electricidad y gas); del 3,7 en el transporte, sobre todo el público urbano (+20,3); y del 4,6 en la hostelería y, en concreto, de los servicios de alojamiento (+13,2).
La inflación subyacente escala un punto en el último trimestre
La alimentación no experimentó cambios respecto a agosto y con un +2,7 % sigue por debajo del índice general. Eso sí, los huevos (+16,5), la carne de vacuno (+14,5), la de ovino (+12,1) o el pescado (+8,0) siguen tensionando la cesta de la compra básica de las familias. Al contrario, el aceite (-33,7) sigue corrigiendo su desbocado ascenso de los dos últimos años y se sitúa en valores desconocidos desde hace tres años.
Pero el dato más preocupante, más allá de efectos correctores o coyunturales, es que la inflación subyacente vuelva a superar el 3 % después de subir casi un punto en los tres últimos meses. Al no incluir alimentos no elaborados ni productos energéticos, este dato es el que mejor refleja el castigo a las economías familiares, ya que reduce su distancia respecto a una subida salarial pactada por convenio que se mantiene en el 4,1 % de media por tercer mes consecutivo.
por Prensa USO Madrid | Sep 12, 2025 | Economía, USO-Madrid
Alimentos y transportes se sitúan por debajo del índice general y contribuyen a la moderación de los precios
“Poco se puede extraer de los datos de este último mes porque agosto es, históricamente, el mes vacacional para los madrileños y, fluctuaciones coyunturales aparte, influye en una esperada moderación de los precios. Cierto es que hace un año la inflación se redujo y que la actual es 7 décimas superior, pero el mercado tiende a una cierta estabilidad que tendrá que confirmarse durante el otoño”, valora María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
“Sin embargo, la cesta de la compra se ha encarecido muy por encima del índice general (+33 %) y eso tendría que controlarse mejor, porque afecta a la calidad de vida de las personas. Todos consumimos leche, huevos, carnes o pescado, que deberían ser objeto de una regulación especial para proteger a la población más vulnerable”, denuncia la máxima dirigente regional de la USO.
Lejos del objetivo del 2 %
La mala noticia es que, a pesar de la nula variación del último mes, la inflación anual (2,9) roza el 3 % y sigue muy lejos del objetivo del 2 % marcado por la Unión Europea (UE). Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo los tipos de interés en la jornada previa, señal de que da la da por controlada en la zona euro.
La buena es que los alimentos bajaron casi un punto, liderados por los aceites y grasas (-36 % anual) y el azúcar (-20). Siguen tensionando la cesta de la compra el café (+18), los huevos (+17), las carnes de ovino (+14) y vacuno (+13), las bebidas no alcohólicas (+4) y la leche (+3,9).
Electricidad y suministros disparan el gasto en vivienda
En el apartado de la vivienda, el alza roza el 5 % anual a causa de los suministros de agua, calefacción y, especialmente, electricidad (+9,5). En el resto de grupos, destaca la deflación del transporte privado (-1,1) gracias a la bajada de los combustibles y carburantes (-3,6). Sin embargo, el transporte colectivo se ha encarecido un 16 % en el último año, sobre todo el urbano (+20).
Restaurantes (+3,7), alojamientos (+4,9), educación primaria (+3,9) y secundaria (+3,1), servicios ambulatorios (+3,9) seguros (+8,8), efectos personales (+7,0) y servicios de protección social (+5,4) también son factores que tensionan los precios.
La inflación estructural repunta
La inflación subyacente, o estructural, repunta hasta el 2,8 %, su nivel más alto desde junio del 2024. Esta referencia es importante porque afecta a la recuperación del poder adquisitivo de las familias. La subida salarial media pactada por convenio, de la que se benefician más de un millón de personas trabajadoras, se mantiene en el 4,1 % por segundo mes consecutivo, más de un punto por encima.
por Prensa USO Madrid | Jul 15, 2025 | Economía, USO-Madrid
La subyacente mantiene su suave descenso y se sitúa en el mismo nivel que el índice general
Negociación colectiva y protección de alimentos y suministros básicos
“Los datos publicados por el INE reflejan un escenario de inflación estable y moderado. Pero, si se mira más allá de la superficie, vemos que las familias siguen viendo mermada su capacidad de ahorro porque lo que más sube son los alimentos básicos, la calefacción, el alumbrado, el agua… incluso la educación obligatoria de sus hijos más pequeños”, analiza María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
“Las consecuencias negativas van más allá. Por ejemplo, si la fruta, las verduras o las legumbres se encarecen tanto, la gente tiene que hacer un gran esfuerzo para comer sano, lo que afecta especialmente a los niños más vulnerables. Siempre defendemos que alimentos y suministros básicos deben estar especialmente protegidos de los vaivenes del mercado. Y, como organización sindical, apostamos por la negociación colectiva como fórmula para que los salarios suban y las personas trabajadoras puedan recuperar su capacidad de compra”, propone la máxima dirigente regional de la USO.
Los precios suben más donde más duele
La variación anual del IPC y de la inflación subyacente se cruzan en un moderado 2,3 % que ofrece una sensación de relativa estabilidad, aunque con algunas sombras debido al irregular comportamiento del consumo. La inflación registró una de sus mayores subidas mensuales del último año (+0,6) en la Comunidad de Madrid, una décima menos que a nivel nacional.
Si se analizan los datos pormenorizados, se observa que los precios subieron más donde más duele a las familias: alimentación (+3,0 anual y +2,2 en lo que va del 2025) y gastos asociados a la vivienda (+3,8 y +2,5, respectivamente). En la comparativa anual, son dos de los apartados que más subieron, sólo superado por el de bebidas alcohólicas y tabaco (+4,7); y, entre ambos, la hostelería (+3,5).
La cesta de la compra es hoy un 34 % más cara que en enero del 2021, cuando se empezó a contar desde cero. Es, de largo, el capítulo más inflacionista en el último cuatrienio. Los huevos se encarecieron casi un 20 % en el último año; le siguen la carne de ovino (+15) y de vacuno (+13), las frutas y verduras (+11) y las legumbres (+6). En el polo opuesto, los aceites y grasas (-38 anual y -26 en el 2025) y el pescado (-9 en el primer semestre).
Los gastos asociados a la vivienda también crecieron muy por encima del índice general: sobre todo la electricidad (+5,6 anual), el alquiler y la conservación (+3,1) y los suministros (+2,6).
Hostelería, ocio y cultura, lo que más subió en junio
Del resto de apartados, destacan el encarecimiento en el último año de la sanidad (+2,7), con los servicios ambulatorios y hospitalarios por encima del 3 %; la hostelería (+3,5), con los hospedajes disparados en lo que va de año (+13); y la enseñanza (+2,6), liderada por la infantil y primaria (+4,1). El ocio y la cultura se mantienen estables en términos anuales, aunque fue lo que más subió en el último mes (+2,3) por el fuerte tirón de los paquetes turísticos (+11).
El breve conflicto bélico entre Israel e Irán afectó al mercado del crudo y eso se notó en los transportes. Los carburantes y combustibles experimentaron su mayor subida en un año (algo más de 1 punto), después de tres meses seguidos de caídas. Y, como consecuencia, generó un encarecimiento del suministro que se reflejó, sobre todo, en el transporte interurbano (+10,9 respecto a mayo). También es cierto que carburantes y combustibles son casi un 6 % más baratos que en junio del 2024.
La subyacente se acerca al anhelado 2 %
La inflación subyacente (+2,3) sigue acercándose, lentamente, a ese objetivo del 2 % que refleja estabilidad y normalidad en el consumo. Buena tendencia, pues la subida salarial media (que afecta a casi 100.000 empresas y 900.000 personas trabajadoras en la región), también se mantiene en un estable 3,6 %, dos décimas por encima de la media nacional. Datos que, a su vez, suponen un incremento del poder adquisitivo, menores tipos de interés e hipotecas más accesibles.
por Prensa USO Madrid | May 14, 2025 | Economía, USO-Madrid
Al contrario, el efecto Semana Santa evita un mejor dato debido al alza de precios en la hostelería y los paquetes turísticos
“No hay que confiarse, porque el escenario global es incierto, pero la moderación de los precios en nuestra región es, sin duda, una buena noticia para las personas trabajadoras y sus familias. Aún deberían contenerse más y situarse por debajo de ese 2 % marcado como objetivo en la Unión Europea. La influencia de la Semana Santa distorsiona de alguna manera el dato, aunque ya es una tendencia estable en lo que va de año”, analiza María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
“Aun así, seguimos demandando un mayor control sobre los precios de alimentos y suministros básicos, que no deberían verse afectados por la coyuntura económica, y seguimos apostando por la negociación colectiva como herramienta para mejorar los salarios y la calidad de vida de los madrileños”, explica la máxima dirigente regional de la USO.
Mejor dato desde octubre
Ni las turbulencias en los mercados internacionales ni el apagón del último lunes del mes afectaron al IPC de abril. Los precios subieron cinco décimas respecto a marzo y un 2,2 % en comparación con el mismo mes del año anterior. Es el mejor dato desde el pasado mes de octubre.
Sin embargo, un análisis detallado muestra que los diferentes apartados se comportaron de forma muy dispar. La mejor noticia la ofrecen los que más afectan a la vida cotidiana. Los alimentos no elaborados bajaron una décima en el último mes y acumulan un alza anual (1,3) muy por debajo del índice general. Los aceites y grasas (-35,4 anual) y el azúcar (-17,2) continúan con su depreciación, acercándose a los precios de hace dos años. En cambio, los huevos (+18,6) y la carne de ovino (+15,2) siguen castigando al bolsillo.
Gas, electricidad, combustibles y carburantes, más baratos
De igual manera, los suministros vinculados a la vivienda, bajaron un punto respecto a marzo, aunque siguen siendo un 3,7 % más caros que hace un año. En concreto, los suministros energéticos (gas y electricidad) se abarataron un 3,2 % en el último mes, aunque la subida anual es del 5,1 % debido al efecto base (el año pasado bajaron con fuerza).
También se abarataron los combustibles y carburantes (-0,1 mensual y -1,5 anual), lo que alivió el gasto en el transporte privado en un mes con numerosos desplazamientos por carretera.
Del resto de grupos, todos subieron durante el último mes salvo las bebidas alcohólicas y el tabaco (-0,1). el resto de grupos subieron en el último mes. La Semana Santa (que el año pasado cayó en marzo) se notó, sobre todo, en los paquetes turísticos (+13,7 mensual), los alojamientos (+12,5) y el transporte interurbano (+12,3).
Estabilidad de la inflación estructural
La inflación subyacente repuntó cinco décimas en abril y se sitúa en un 2,5 %, un escenario que refleja estabilidad y moderación desde que en julio bajó del 3 %. Otra buena noticia, combinada con la de la subida salarial media (+3,7), también estable durante el último trimestre. Esto redunda en una cierta recuperación del poder adquisitivo de los madrileños y podría influir en futuras bajadas de préstamos e hipotecas.
por Prensa USO Madrid | Abr 11, 2025 | Economía, USO-Madrid
Los alimentos vuelven a situarse por encima del índice general, aunque la subyacente se acerca cada vez más al ansiado 2 %
“Hay que ser prudentes pese a los buenos datos, porque la coyuntura internacional es muy volátil. Madrid es una región dedicada casi por completo a los servicios y es difícil prever si se verá más o menos afectada que otras a corto y medio plazo. De todos los datos, el que más valoro es el de la inflación subyacente, más estable y estructural, cada vez más cerca del 2 %. Eso supone que las economías familiares pueden recuperar parte de su poder adquisitivo, pues casi 800.000 personas trabajadoras se benefician de la subida salarial media más alta de España”, analiza María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
Calma antes de la ¿tempestad?
Los datos del IPC de marzo muestran una cierta tranquilidad del consumo en la Comunidad de Madrid, en línea con lo que sucede en España y en Europa. Eso sí, son cifras previas a la imposición de aranceles globales por parte de los Estados Unidos que, sin duda, influirán en todas las economías mundiales. Lo que no se sabe es si para bien o para mal, pues uno de sus primeros efectos ha sido el desplome del precio del petróleo.
Hasta que empiecen a despejarse las dudas, la inflación repuntó 2 décimas en marzo, para volver a situarse en el 2,4 % con el que terminó el 2024. Aunque durante el primer trimestre los precios se han encarecido en 7 décimas, la contención de los suministros energéticos y, en menor medida, de los alimentos, han permitido que vuelva a bajarse de ese temido 3 % que superó en enero y febrero.
Alimentos más caros y energía más barata
La cesta de la compra vio quebrada su tendencia a la baja de los últimos meses y se sitúa en el 2,8 %. Las carnes de vacuno (+10,8 anual) y ovino (+17,5), café, cacao e infusiones (+14,6) y los huevos (+14,3) subieron con fuerza; también las bebidas no alcohólicas (+8,0). Al contrario, los aceites y grasas (-30,9) y el azúcar (-14,9) son los que más bajaron.
El otro capítulo que más afecta a los bolsillos es el relacionado con la vivienda, que bajó un punto en marzo gracias, sobre todo a la electricidad (-3,9). Sin embargo, es el apartado que más se ha encarecido en el último año (+5,5), también muy influido por el suministro eléctrico (+10,3) y por el alquiler de vivienda (+3,3). El otro grupo que moderó sus precios fue el del transporte (-0,6 mensual y -0,7 anual), sobre todo el privado (-1,5 y -1,6).
Del resto de productos y servicios, destacan, en términos anuales, las subidas por encima de la media de los servicios hospitalarios (+3,4), la educación infantil y primaria (+4,1) y secundaria (+3,1), la hostelería (+3,9), los alojamientos (+6,8), los efectos personales (+9,1) y los seguros (+9,5). Los paquetes turísticos, sin embargo, se desplomaron un 2,8 % debido a que el año pasado la Semana Santa coincidió en marzo.
Respiro para las personas trabajadoras
En este contexto incierto, hay que fijarse en la lenta, aunque firme, caída de la inflación subyacente, cada vez más cerca del objetivo del 2 %. Un referente estable que valoran los bancos para decidir bajadas de tipos de interés o los precios de préstamos e hipotecas. Además, es un punto y medio inferior a la subida salarial media (3,7 %), que en Madrid sigue siendo la más alta de España (3,3 nacional). Y esa también es una buena noticia para las personas trabajadoras.