IPC octubre: La inflación anual vuelve a dispararse hasta el 3,6 % en Madrid, la más alta desde febrero del 2023

IPC octubre: La inflación anual vuelve a dispararse hasta el 3,6 % en Madrid, la más alta desde febrero del 2023

La inflación subyacente, o estructural, también repunta por cuarto mes consecutivo y confirma la tendencia inflacionista en la Comunidad de Madrid

 

“Lamentablemente, la inflación está muy lejos de ser controlada. No hay economía familiar que pueda resistir subidas tan pronunciadas precisamente en los productos y servicios más prioritarios como son la alimentación, la vivienda, los transportes o la educación de los hijos. La subida salarial pactada por convenio, que afecta a más de un millón de trabajadores en la región, se mantiene en el 4,1 % de media por cuarto mes consecutivo, por lo que la conclusión es muy sencilla: menor capacidad de ahorro para las personas trabajadoras y mayor dificultad para llegar a fin de mes para las economías familiares más vulnerables”, analiza María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.

Desde USO siempre insistimos en que es imprescindible un gran pacto entre los partidos políticos, sea cual sea su signo, y entre las distintas administraciones para que los efectos del encarecimiento de los precios no influyan tanto en los productos y servicios básicos. Que se pongan a trabajar en lo que realmente afecta a los ciudadanos y que prioricen una legislación laboral más eficaz, con menos temporalidad y estacionalidad, con salarios más dignos y con la negociación colectiva como base para garantizar la capacidad de ahorro de las personas trabajadoras”, denuncia la máxima responsable regional.

 

El peor escenario posible

Pésimas noticias las ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirma el peor escenario posible para los precios. Si a nivel nacional el IPC interanual superó la temida barrera del 3 %, en la Comunidad de Madrid se disparó hasta el 3,6 %, un dato que no se veía desde el mes de febrero del 2023.

Pero la peor de todas es que no se trata sólo de factores coyunturales o volátiles, sino una peligrosa tendencia que amenaza con seguir castigando los bolsillos de los madrileños. Y es que la inflación subyacente, que no incluye ni los productos energéticos ni los alimentos no elaborados, alcanza el 3,3 % después de cuatro meses escalando hasta un punto desde el mínimo del 2,3 marcado en junio. Es su mayor valor desde marzo del 2024.

 

Los alimentos no elaborados suben más que la media

La tregua del mercado internacional del petróleo y su impacto en los combustibles carburantes (-0,5 anual y -1,7 en lo que va de año) no ha bastado para amortiguar una inflación desbocada en aquellos productos y servicios que más afectan a los ciudadanos. Por ejemplo, los alimentos no elaborados (2,7), que triplicaron el alza mensual (0,8) y son casi un 6 % más caros que hace un año.

De nuevo, los huevos lideran la escalada (+21,4 anual), que será más acusada tras el brote de gripe aviar, el sacrificio y el confinamiento obligatorio en todas las granjas avícolas. Le siguen la carne de vacuno (+15,7) y ovino (+8,9), el pescado (+8,0), la leche (+4,7) y las frutas y verduras (+4,1, tras encarecerse casi un 9 % este último mes). Es decir, la base de una dieta equilibrada y saludable en cualquier hogar.

 

Los suministros de la vivienda y el transporte público castigan a los madrileños

El apartado más inflacionista es el de la vivienda (+8,2). El conjunto de los suministros de agua, gas y electricidad se ha encarecido un 11 % en el último año y los gastos de conservación y reparación, casi un 12 %. El transporte público también se ha visto castigado con subidas del 20,3 % el urbano y del 11,2 el interurbano. Al contrario, la contención de los precios de los combustibles y carburantes ha permitido que la subida anual del transporte particular (+1,7) sea inferior al índice general.

Los servicios destacan entre el resto de incrementos superiores a la media: efectos personales (+15,8), seguros (+8,8) o protección social (+5,4). También lo hicieron la enseñanza secundaria (+4,3), la restauración (+3,7) o los alojamientos (+6,6).

IPC septiembre: La inflación se dispara en Madrid, medio punto más que en el conjunto de España

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La inflación subyacente también supera la barrera del 3 % en septiembre, tras encadenar tres meses seguidos de subidas

 

Los jóvenes no pueden emanciparse

“Los datos de la inflación en septiembre son malos, peores incluso de lo esperado, sobre todo porque los productos y servicios que más han subido en el último año son los que más afectan a las economías familiares: alimentos básicos, el transporte público o los relacionados con la vivienda. Los jóvenes, aunque tengan un trabajo estable, no tienen la capacidad de ahorro para emanciparse y afrontar estos gastos. Veremos si esta tendencia claramente inflacionista se corrige en el último trimestre del año o las personas trabajadoras tenemos motivos reales de preocupación”, valora María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.

 

La comunidad autónoma con la inflación más alta de España

El comportamiento de los precios fue muy desigual en el noveno mes del año, tanto en la comparativa mensual como en la anual. Desde la primavera del 2024, ni el índice general (+3,5) ni la inflación subyacente, o estructural (+3,2), reflejaban valores tan elevados. Madrid es la comunidad autónoma con una inflación más alta, sólo superada por la ciudad autónoma de Ceuta.

En términos mensuales, se esperaba la tradicional subida en apartados como el vestido y el calzado (+4,9), la hostelería (+2,5) o la enseñanza (+1,8). Pero a ellos se sumó la vivienda (+2,3) debido a la imposición de la nueva tasa de basuras, que disparó un 8,3 % el capítulo de gastos de conservación.

Respecto a septiembre del 2024, destacan las alzas del 11 % de los suministros (agua, electricidad y gas); del 3,7 en el transporte, sobre todo el público urbano (+20,3); y del 4,6 en la hostelería y, en concreto, de los servicios de alojamiento (+13,2).

 

La inflación subyacente escala un punto en el último trimestre

La alimentación no experimentó cambios respecto a agosto y con un +2,7 % sigue por debajo del índice general.  Eso sí, los huevos (+16,5), la carne de vacuno (+14,5), la de ovino (+12,1) o el pescado (+8,0) siguen tensionando la cesta de la compra básica de las familias. Al contrario, el aceite (-33,7) sigue corrigiendo su desbocado ascenso de los dos últimos años y se sitúa en valores desconocidos desde hace tres años.

Pero el dato más preocupante, más allá de efectos correctores o coyunturales, es que la inflación subyacente vuelva a superar el 3 % después de subir casi un punto en los tres últimos meses. Al no incluir alimentos no elaborados ni productos energéticos, este dato es el que mejor refleja el castigo a las economías familiares, ya que reduce su distancia respecto a una subida salarial pactada por convenio que se mantiene en el 4,1 % de media por tercer mes consecutivo.

IPC agosto: la inflación no experimenta cambios en Madrid, aunque la subyacente se sitúa en su nivel más alto del último año

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Alimentos y transportes se sitúan por debajo del índice general y contribuyen a la moderación de los precios

 

“Poco se puede extraer de los datos de este último mes porque agosto es, históricamente, el mes vacacional para los madrileños y, fluctuaciones coyunturales aparte, influye en una esperada moderación de los precios. Cierto es que hace un año la inflación se redujo y que la actual es 7 décimas superior, pero el mercado tiende a una cierta estabilidad que tendrá que confirmarse durante el otoño”, valora María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.

“Sin embargo, la cesta de la compra se ha encarecido muy por encima del índice general (+33 %) y eso tendría que controlarse mejor, porque afecta a la calidad de vida de las personas. Todos consumimos leche, huevos, carnes o pescado, que deberían ser objeto de una regulación especial para proteger a la población más vulnerable”, denuncia la máxima dirigente regional de la USO.

 

Lejos del objetivo del 2 %

La mala noticia es que, a pesar de la nula variación del último mes, la inflación anual (2,9) roza el 3 % y sigue muy lejos del objetivo del 2 % marcado por la Unión Europea (UE). Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo los tipos de interés en la jornada previa, señal de que da la da por controlada en la zona euro.

La buena es que los alimentos bajaron casi un punto, liderados por los aceites y grasas (-36 % anual) y el azúcar (-20). Siguen tensionando la cesta de la compra el café (+18), los huevos (+17), las carnes de ovino (+14) y vacuno (+13), las bebidas no alcohólicas (+4) y la leche (+3,9).

 

Electricidad y suministros disparan el gasto en vivienda

En el apartado de la vivienda, el alza roza el 5 % anual a causa de los suministros de agua, calefacción y, especialmente, electricidad (+9,5). En el resto de grupos, destaca la deflación del transporte privado (-1,1) gracias a la bajada de los combustibles y carburantes (-3,6). Sin embargo, el transporte colectivo se ha encarecido un 16 % en el último año, sobre todo el urbano (+20).

Restaurantes (+3,7), alojamientos (+4,9), educación primaria (+3,9) y secundaria (+3,1), servicios ambulatorios (+3,9) seguros (+8,8), efectos personales (+7,0) y servicios de protección social (+5,4) también son factores que tensionan los precios.

 

La inflación estructural repunta

La inflación subyacente, o estructural, repunta hasta el 2,8 %, su nivel más alto desde junio del 2024. Esta referencia es importante porque afecta a la recuperación del poder adquisitivo de las familias. La subida salarial media pactada por convenio, de la que se benefician más de un millón de personas trabajadoras, se mantiene en el 4,1 % por segundo mes consecutivo, más de un punto por encima.

 

IPC julio: La electricidad y el transporte público elevan la inflación a casi el 3 % en Madrid

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El índice general vuelve a situarse dos décimas por encima de la media nacional y de la inflación subyacente

 

“Las economías familiares siguen pagando un alto precio por un escenario económico incierto y volátil. El objetivo del 2 % parece cada día más lejano y afecta a los productos y servicios más elementales: alimentación sana, suministros de la vivienda, alquileres y transporte público. De seguir así, estamos condenando a nuestros jóvenes a la precariedad, no pueden acceder a una vivienda digna, ni siquiera con un trabajo indefinido y un salario medianamente decente, porque necesitan de casi la totalidad de su salario para pagar el alquiler. Nuestros políticos no son conscientes del gravísimo problema de la vivienda, están a otras cosas. Desde USO apostamos por generar empleo de calidad, estable, con salarios más dignos, para afrontar un contexto que parece que, lejos de mejorar, irá a peor en los próximos meses”, denuncia María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.  

 

La inflación se acerca al 3 %

Las peores previsiones se confirmaron y el IPC vuelve a dispararse en julio hasta el 2,9 %, seis décimas más que en junio y casi un punto por encima que en mayo. Los precios se movieron apenas una décima respecto al mes anterior, pero la comparativa anual es muy negativa. Dos factores destacan sobre el resto: el suministro eléctrico subió un 11 % en el último mes y es un 5,4 % más caro que hace un año; y el transporte público, sobre todo el urbano, se encareció un 20,4 % tras la reciente actualización de tarifas.

La cesta de la compra se depreció tres décimas respecto a junio, aunque sigue por encima de la media (3,0 %) en términos interanuales. Eso sí, las carnes de vacuno y ovino o los huevos siguen por encima del 10 %, las frutas y las legumbres superan el 7 % y el pescado roza el 6 %. Al contrario, los aceites y grasas (-35 %) y el azúcar (-21 %) mantienen una fuerte tendencia a la baja.

 

El problema de la vivienda

Los gastos asociados a la vivienda son el apartado que más sube, con los alquileres (+3,1) y la electricidad (+5,4) como principales causas. Del resto, destacan el lógico incremento de los paquetes turísticos (+8,5 %) y de los servicios de restauración (+3,6 %), aunque los de alojamiento se depreciaron casi un 10 % en el último mes. Los seguros también siguen muy cerca del 9 % de subida respecto al año anterior.

La inflación subyacente no experimento ninguna variación respecto a junio, aunque se sitúa en un 2,7 % anual, su nivel más alto desde enero. Una mala noticia que, sin embargo, se ve compensada por el alza de la subida salarial media pactada por convenio (+4,1), lo que permite un cierto alivio para la recuperación del poder adquisitivo de las familias. Además, por primera vez en mucho tiempo, esta subida afecta a más de un millón de personas trabajadoras en la Comunidad de Madrid.

La inflación vuelve al 2 % en Madrid, aunque vivienda, alimentos y suministros evitan un dato mejor

La inflación vuelve al 2 % en Madrid, aunque vivienda, alimentos y suministros evitan un dato mejor

La subyacente se mantiene en un moderado y estable 2,4 %, siete décimas menos que hace un año

 

“Los precios mantienen una clara tendencia a la moderación, pero no todos. Los gastos que más influyen en las economías familiares, la cesta de la compra y la vivienda, siguen subiendo por encima de la media. Las personas trabajadoras tenemos un grave problema con la compra o el alquiler de la vivienda, lo mismo en Madrid que en el resto de España, con un mercado muy tensionado. Por eso, desde USO-Madrid exigimos a los gobiernos central y autonómico que se dediquen a afrontar y solucionar los problemas más graves que tenemos actualmente”, denuncia María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.

“Y, como siempre recordamos, tienen que apostar también por trabajos más dignos, más estables y mejores salarios como fórmulas para recuperar, al menos en parte, el poder adquisitivo perdido”, reclama la máxima dirigente regional.

 

Buen dato que pudo ser mejor

No hubo movimientos en los precios respecto a abril, según los datos del INE, y esa contención permite alcanzar ese objetivo marcado por la Unión Europea para considerar controlada la inflación. El 2 % de subida anual vuelve a ser el mejor dato desde octubre, aunque si se desglosa el índice general se observa un comportamiento dispar en los diferentes apartados.

Así, dos aspectos básicos como la cesta de la compra (+2,6) y la vivienda (+3,3) son los que más han subido en el último año a excepción de la hostelería (+4,2) y las bebidas no alcohólicas y tabaco (+3,7). El único grupo que ha bajado en la comparativa anual es el del transporte (-2,1), sobre todo el privado (-4,4) debido a la caída de los carburantes.

En el caso de los alimentos, se observa un fuerte ascenso de los huevos (+19,4), la carne de ovino (+19,4), la de vacuno (+12,0) o las frutas frescas (+9,8), mientras que los aceites y grasas siguen abaratándose (-35,3) y acercándose a los precios previos a su escalada en el 2023.

Respecto a la vivienda, el alquiler es un 3,1 % más caro que hace un año y se sitúa en su nivel más alto de los últimos cuatro. Aunque lo que más subió fue la electricidad (+4,1), sin duda influida por los efectos del apagón del lunes 28 de abril. El suministro de agua también se encareció un 2,6.

 

Los alojamientos, cada vez más caros

Del resto, destaca el abaratamiento del ocio y la cultura (-1,7 mensual), sobre todo de los paquetes turísticos (-9,4), algo lógico tras caer la Semana Santa en abril. Al contrario, los servicios de alojamiento han subido un 17,1 en lo que va del 2025, son un 7,8 más caros que en mayo del 2024 y casi han duplicado sus precios en el último lustro.

La inflación subyacente, o estructural, se mantiene en un moderado 2,4 %, lo que sin duda es una buena noticia para los bolsillos de los madrileños. Al compararla con la subida salarial media negociada por convenio (+3,6), también supone una cierta recuperación del poder adquisitivo.