por Prensa USO Madrid | Nov 14, 2025 | Economía, USO-Madrid
La inflación subyacente, o estructural, también repunta por cuarto mes consecutivo y confirma la tendencia inflacionista en la Comunidad de Madrid
“Lamentablemente, la inflación está muy lejos de ser controlada. No hay economía familiar que pueda resistir subidas tan pronunciadas precisamente en los productos y servicios más prioritarios como son la alimentación, la vivienda, los transportes o la educación de los hijos. La subida salarial pactada por convenio, que afecta a más de un millón de trabajadores en la región, se mantiene en el 4,1 % de media por cuarto mes consecutivo, por lo que la conclusión es muy sencilla: menor capacidad de ahorro para las personas trabajadoras y mayor dificultad para llegar a fin de mes para las economías familiares más vulnerables”, analiza María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
Desde USO siempre insistimos en que es imprescindible un gran pacto entre los partidos políticos, sea cual sea su signo, y entre las distintas administraciones para que los efectos del encarecimiento de los precios no influyan tanto en los productos y servicios básicos. Que se pongan a trabajar en lo que realmente afecta a los ciudadanos y que prioricen una legislación laboral más eficaz, con menos temporalidad y estacionalidad, con salarios más dignos y con la negociación colectiva como base para garantizar la capacidad de ahorro de las personas trabajadoras”, denuncia la máxima responsable regional.
El peor escenario posible
Pésimas noticias las ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirma el peor escenario posible para los precios. Si a nivel nacional el IPC interanual superó la temida barrera del 3 %, en la Comunidad de Madrid se disparó hasta el 3,6 %, un dato que no se veía desde el mes de febrero del 2023.
Pero la peor de todas es que no se trata sólo de factores coyunturales o volátiles, sino una peligrosa tendencia que amenaza con seguir castigando los bolsillos de los madrileños. Y es que la inflación subyacente, que no incluye ni los productos energéticos ni los alimentos no elaborados, alcanza el 3,3 % después de cuatro meses escalando hasta un punto desde el mínimo del 2,3 marcado en junio. Es su mayor valor desde marzo del 2024.
Los alimentos no elaborados suben más que la media
La tregua del mercado internacional del petróleo y su impacto en los combustibles carburantes (-0,5 anual y -1,7 en lo que va de año) no ha bastado para amortiguar una inflación desbocada en aquellos productos y servicios que más afectan a los ciudadanos. Por ejemplo, los alimentos no elaborados (2,7), que triplicaron el alza mensual (0,8) y son casi un 6 % más caros que hace un año.
De nuevo, los huevos lideran la escalada (+21,4 anual), que será más acusada tras el brote de gripe aviar, el sacrificio y el confinamiento obligatorio en todas las granjas avícolas. Le siguen la carne de vacuno (+15,7) y ovino (+8,9), el pescado (+8,0), la leche (+4,7) y las frutas y verduras (+4,1, tras encarecerse casi un 9 % este último mes). Es decir, la base de una dieta equilibrada y saludable en cualquier hogar.
Los suministros de la vivienda y el transporte público castigan a los madrileños
El apartado más inflacionista es el de la vivienda (+8,2). El conjunto de los suministros de agua, gas y electricidad se ha encarecido un 11 % en el último año y los gastos de conservación y reparación, casi un 12 %. El transporte público también se ha visto castigado con subidas del 20,3 % el urbano y del 11,2 el interurbano. Al contrario, la contención de los precios de los combustibles y carburantes ha permitido que la subida anual del transporte particular (+1,7) sea inferior al índice general.
Los servicios destacan entre el resto de incrementos superiores a la media: efectos personales (+15,8), seguros (+8,8) o protección social (+5,4). También lo hicieron la enseñanza secundaria (+4,3), la restauración (+3,7) o los alojamientos (+6,6).
por Prensa USO Madrid | Oct 15, 2025 | Economía, USO-Madrid
La inflación subyacente también supera la barrera del 3 % en septiembre, tras encadenar tres meses seguidos de subidas
Los jóvenes no pueden emanciparse
“Los datos de la inflación en septiembre son malos, peores incluso de lo esperado, sobre todo porque los productos y servicios que más han subido en el último año son los que más afectan a las economías familiares: alimentos básicos, el transporte público o los relacionados con la vivienda. Los jóvenes, aunque tengan un trabajo estable, no tienen la capacidad de ahorro para emanciparse y afrontar estos gastos. Veremos si esta tendencia claramente inflacionista se corrige en el último trimestre del año o las personas trabajadoras tenemos motivos reales de preocupación”, valora María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
La comunidad autónoma con la inflación más alta de España
El comportamiento de los precios fue muy desigual en el noveno mes del año, tanto en la comparativa mensual como en la anual. Desde la primavera del 2024, ni el índice general (+3,5) ni la inflación subyacente, o estructural (+3,2), reflejaban valores tan elevados. Madrid es la comunidad autónoma con una inflación más alta, sólo superada por la ciudad autónoma de Ceuta.
En términos mensuales, se esperaba la tradicional subida en apartados como el vestido y el calzado (+4,9), la hostelería (+2,5) o la enseñanza (+1,8). Pero a ellos se sumó la vivienda (+2,3) debido a la imposición de la nueva tasa de basuras, que disparó un 8,3 % el capítulo de gastos de conservación.
Respecto a septiembre del 2024, destacan las alzas del 11 % de los suministros (agua, electricidad y gas); del 3,7 en el transporte, sobre todo el público urbano (+20,3); y del 4,6 en la hostelería y, en concreto, de los servicios de alojamiento (+13,2).
La inflación subyacente escala un punto en el último trimestre
La alimentación no experimentó cambios respecto a agosto y con un +2,7 % sigue por debajo del índice general. Eso sí, los huevos (+16,5), la carne de vacuno (+14,5), la de ovino (+12,1) o el pescado (+8,0) siguen tensionando la cesta de la compra básica de las familias. Al contrario, el aceite (-33,7) sigue corrigiendo su desbocado ascenso de los dos últimos años y se sitúa en valores desconocidos desde hace tres años.
Pero el dato más preocupante, más allá de efectos correctores o coyunturales, es que la inflación subyacente vuelva a superar el 3 % después de subir casi un punto en los tres últimos meses. Al no incluir alimentos no elaborados ni productos energéticos, este dato es el que mejor refleja el castigo a las economías familiares, ya que reduce su distancia respecto a una subida salarial pactada por convenio que se mantiene en el 4,1 % de media por tercer mes consecutivo.
por Prensa USO Madrid | Jul 15, 2025 | Economía, USO-Madrid
La subyacente mantiene su suave descenso y se sitúa en el mismo nivel que el índice general
Negociación colectiva y protección de alimentos y suministros básicos
“Los datos publicados por el INE reflejan un escenario de inflación estable y moderado. Pero, si se mira más allá de la superficie, vemos que las familias siguen viendo mermada su capacidad de ahorro porque lo que más sube son los alimentos básicos, la calefacción, el alumbrado, el agua… incluso la educación obligatoria de sus hijos más pequeños”, analiza María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
“Las consecuencias negativas van más allá. Por ejemplo, si la fruta, las verduras o las legumbres se encarecen tanto, la gente tiene que hacer un gran esfuerzo para comer sano, lo que afecta especialmente a los niños más vulnerables. Siempre defendemos que alimentos y suministros básicos deben estar especialmente protegidos de los vaivenes del mercado. Y, como organización sindical, apostamos por la negociación colectiva como fórmula para que los salarios suban y las personas trabajadoras puedan recuperar su capacidad de compra”, propone la máxima dirigente regional de la USO.
Los precios suben más donde más duele
La variación anual del IPC y de la inflación subyacente se cruzan en un moderado 2,3 % que ofrece una sensación de relativa estabilidad, aunque con algunas sombras debido al irregular comportamiento del consumo. La inflación registró una de sus mayores subidas mensuales del último año (+0,6) en la Comunidad de Madrid, una décima menos que a nivel nacional.
Si se analizan los datos pormenorizados, se observa que los precios subieron más donde más duele a las familias: alimentación (+3,0 anual y +2,2 en lo que va del 2025) y gastos asociados a la vivienda (+3,8 y +2,5, respectivamente). En la comparativa anual, son dos de los apartados que más subieron, sólo superado por el de bebidas alcohólicas y tabaco (+4,7); y, entre ambos, la hostelería (+3,5).
La cesta de la compra es hoy un 34 % más cara que en enero del 2021, cuando se empezó a contar desde cero. Es, de largo, el capítulo más inflacionista en el último cuatrienio. Los huevos se encarecieron casi un 20 % en el último año; le siguen la carne de ovino (+15) y de vacuno (+13), las frutas y verduras (+11) y las legumbres (+6). En el polo opuesto, los aceites y grasas (-38 anual y -26 en el 2025) y el pescado (-9 en el primer semestre).
Los gastos asociados a la vivienda también crecieron muy por encima del índice general: sobre todo la electricidad (+5,6 anual), el alquiler y la conservación (+3,1) y los suministros (+2,6).
Hostelería, ocio y cultura, lo que más subió en junio
Del resto de apartados, destacan el encarecimiento en el último año de la sanidad (+2,7), con los servicios ambulatorios y hospitalarios por encima del 3 %; la hostelería (+3,5), con los hospedajes disparados en lo que va de año (+13); y la enseñanza (+2,6), liderada por la infantil y primaria (+4,1). El ocio y la cultura se mantienen estables en términos anuales, aunque fue lo que más subió en el último mes (+2,3) por el fuerte tirón de los paquetes turísticos (+11).
El breve conflicto bélico entre Israel e Irán afectó al mercado del crudo y eso se notó en los transportes. Los carburantes y combustibles experimentaron su mayor subida en un año (algo más de 1 punto), después de tres meses seguidos de caídas. Y, como consecuencia, generó un encarecimiento del suministro que se reflejó, sobre todo, en el transporte interurbano (+10,9 respecto a mayo). También es cierto que carburantes y combustibles son casi un 6 % más baratos que en junio del 2024.
La subyacente se acerca al anhelado 2 %
La inflación subyacente (+2,3) sigue acercándose, lentamente, a ese objetivo del 2 % que refleja estabilidad y normalidad en el consumo. Buena tendencia, pues la subida salarial media (que afecta a casi 100.000 empresas y 900.000 personas trabajadoras en la región), también se mantiene en un estable 3,6 %, dos décimas por encima de la media nacional. Datos que, a su vez, suponen un incremento del poder adquisitivo, menores tipos de interés e hipotecas más accesibles.
por Prensa USO Madrid | Jun 13, 2025 | Economía, USO-Madrid
La subyacente se mantiene en un moderado y estable 2,4 %, siete décimas menos que hace un año
“Los precios mantienen una clara tendencia a la moderación, pero no todos. Los gastos que más influyen en las economías familiares, la cesta de la compra y la vivienda, siguen subiendo por encima de la media. Las personas trabajadoras tenemos un grave problema con la compra o el alquiler de la vivienda, lo mismo en Madrid que en el resto de España, con un mercado muy tensionado. Por eso, desde USO-Madrid exigimos a los gobiernos central y autonómico que se dediquen a afrontar y solucionar los problemas más graves que tenemos actualmente”, denuncia María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
“Y, como siempre recordamos, tienen que apostar también por trabajos más dignos, más estables y mejores salarios como fórmulas para recuperar, al menos en parte, el poder adquisitivo perdido”, reclama la máxima dirigente regional.
Buen dato que pudo ser mejor
No hubo movimientos en los precios respecto a abril, según los datos del INE, y esa contención permite alcanzar ese objetivo marcado por la Unión Europea para considerar controlada la inflación. El 2 % de subida anual vuelve a ser el mejor dato desde octubre, aunque si se desglosa el índice general se observa un comportamiento dispar en los diferentes apartados.
Así, dos aspectos básicos como la cesta de la compra (+2,6) y la vivienda (+3,3) son los que más han subido en el último año a excepción de la hostelería (+4,2) y las bebidas no alcohólicas y tabaco (+3,7). El único grupo que ha bajado en la comparativa anual es el del transporte (-2,1), sobre todo el privado (-4,4) debido a la caída de los carburantes.
En el caso de los alimentos, se observa un fuerte ascenso de los huevos (+19,4), la carne de ovino (+19,4), la de vacuno (+12,0) o las frutas frescas (+9,8), mientras que los aceites y grasas siguen abaratándose (-35,3) y acercándose a los precios previos a su escalada en el 2023.
Respecto a la vivienda, el alquiler es un 3,1 % más caro que hace un año y se sitúa en su nivel más alto de los últimos cuatro. Aunque lo que más subió fue la electricidad (+4,1), sin duda influida por los efectos del apagón del lunes 28 de abril. El suministro de agua también se encareció un 2,6.
Los alojamientos, cada vez más caros
Del resto, destaca el abaratamiento del ocio y la cultura (-1,7 mensual), sobre todo de los paquetes turísticos (-9,4), algo lógico tras caer la Semana Santa en abril. Al contrario, los servicios de alojamiento han subido un 17,1 en lo que va del 2025, son un 7,8 más caros que en mayo del 2024 y casi han duplicado sus precios en el último lustro.
La inflación subyacente, o estructural, se mantiene en un moderado 2,4 %, lo que sin duda es una buena noticia para los bolsillos de los madrileños. Al compararla con la subida salarial media negociada por convenio (+3,6), también supone una cierta recuperación del poder adquisitivo.