Electricidad y suministros acusan el final de las medidas fiscales y sitúan el índice general en el 3,6 % anual

 

“Venimos pidiendo con insistencia que los productos básicos de la cesta de la compra y el suministro eléctrico gocen de una especial protección y no dependan de los vaivenes del mercado. Es un beneficio social que favorece a los trabajadores y a sus familias. No ha sido así en el caso de la electricidad y la inflación vuelve a niveles muy alejados del objetivo del 2 %. Y, en breve, podría suceder lo mismo con los alimentos y el transporte público”, denuncia María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.

“Las personas trabajadoras llevan años viendo mermada su capacidad de compra y ahorro. Ahora que los salarios tienden a crecer, sería un buen momento para enjugar parte del poder adquisitivo perdido, aunque para ello hace falta valentía política: un gran pacto para que, gobierne quien gobierne, la rebaja fiscal no consista en parches coyunturales, sino en medidas estructurales”, reclama la máxima dirigente regional de la USO.

 

Sexto mes consecutivo de subidas

Los precios crecieron dos décimas en mayo y enlazan seis meses de subida mensual, situándose en un 3,6% (igual que la media nacional) que no se veía desde febrero del 2023 en la Comunidad de Madrid. Desde entonces, la inflación había fluctuado en torno al 3 %.

El grupo denominado vivienda, en el que se incluyen los gastos de suministros como agua, gas y, sobre todo, electricidad, ha sido el principal responsable del encarecimiento de la vida en nuestra región. Dos factores explican este comportamiento: el ‘efecto base’ (en mayo del 2023 este apartado había bajado medio punto) y la vuelta del IVA al 21 % habitual después de casi dos años con porcentajes superreducidos del 5 y 10 %. La electricidad, el gas y otros combustibles subieron un 1,5 % en mayo y son casi un 7 % más caros que hace un año.

También subió ocho décimas la hostelería (+3,9 anual) y, más concretamente, los servicios de alojamiento (+6,1 mensual y + 12,4 anual). También se observa en este capítulo la influencia de los costes energéticos. Vivienda y calzado (+1,6), sanidad (+0,5) y menaje del hogar (+0,4) también contribuyeron al alza de los precios en mayo.

 

Los precios de los alimentos se estabilizan

Al contrario, transportes (-0,7) ocio y cultura (-0,5) y comunicaciones (-0,1) relajaron sus precios. Mención especial a los alimentos, que bajaron (-0,1) por tercera vez en lo que va de año y se sitúan en un 4,7 % de incremento anual, el más bajo (a excepción de marzo) desde el inicio del conflicto bélico en Ucrania. Un dato que hay que tomar con cautela, ya que el Gobierno podría decidir retirar las ayudas a algunos productos básicos de la cesta de la compra a partir de julio.

Por último, la inflación subyacente (no incluye alimentos y productos energéticos) también encadena cuatro meses de subidas (+0,3) y vuelve a situarse una décima por encima del 3 %, cifra en torno a la que parece estabilizada.