El Congreso aprueba el convenio 189 de OIT que protege a empleadas del hogar

El Congreso aprueba el convenio 189 de OIT que protege a empleadas del hogar

El pleno del Congreso de los Diputados ha respaldado la ratificación del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que amplía los derechos de las empleadas del hogar, entre otros, la protección por desempleo. El Convenio 189 de la OIT regula la igualdad de trato de las empleadas domésticas con el resto de personas trabajadoras, asegurando para ellas descansos, vacaciones y el derecho a la protección frente al desempleo.

El Convenio 189 entró en vigor en 2013 y desde entonces, USO ha solicitado al Gobierno de España la adhesión al mismo para dignificar el empleo doméstico. Durante los últimos años, las condiciones especialmente duras del sector han condenado a estas empleadas a la precariedad. Además, en 2020, con motivo de la pandemia, vivimos un momento crítico en el que muchas trabajadoras se vieron en la calle sin ningún tipo de protección, mientras que muchas otras sufrieron situaciones de violencia y coacción.

La decisión del Gobierno de acelerar la ratificación de este Convenio se ha visto claramente influenciada por la postura del Abogado General de la UE, así como por la sentencia del TJUE, que calificaba la normativa española en materia de Seguridad Social como discriminatoria al privar a las trabajadoras del hogar de recibir la prestación por desempleo, entre otras cuestiones. El Tribunal Europeo concluyó que el hecho de que las empleadas de hogar fueran el único colectivo sin derecho a prestación por desempleo en España era claramente discriminatorio indirectamente por razón de género.

Ratificación del convenio 189 por España, un paso adelante hacia la igualdad

La ratificación del Convenio 189 de la OIT es especialmente importante por lo que supone en materia de igualdad de género, así como de integración y respeto de los derechos de las personas inmigrantes. El 90% del colectivo de empleadas de hogar son mujeres (aproximadamente, 400.000 afiliadas a la Seguridad Social y otras 150.000, sin dar de alta) y muchas de ellas, especialmente en las grandes ciudades, son inmigrantes y se encuentran en situación de especial vulnerabilidad.

Su difícil situación proviene, en parte, de otras leyes como la de Extranjería, que obliga a las personas migrantes en situación irregular recién llegadas a España a residir en el país durante 3 años de forma continuada antes de iniciar los trámites para poder trabajar legalmente. Esto, junto a la falta de incentivos que supone estar dadas de alta, provoca que muchas mujeres acepten trabajar de forma irregular.

La ratificación del Convenio 189 de la OIT por parte de España supone que el Estado se compromete a velar por los derechos de las empleadas de hogar. Entre estos derechos se encuentran:

  • la protección frente al acoso, abuso y violencia en el trabajo;
  • el derecho a recibir por escrito las condiciones de trabajo;
  • el control de las horas de presencia; eliminar la figura del desistimiento;
  • controlar la legalidad del salario por manutención y alojamiento;
  • garantizar las condiciones de seguridad y salud en el trabajo;
  • garantizar el salario mínimo; incluir la actividad en la Ley de PRL, y
  • el derecho a la prestación por desempleo.

Compromiso de USO con las empleadas domésticas

Desde USO hemos denunciado en muchas ocasiones la falta de acción para proteger a las empleadas domésticas, uno de los colectivos más vulnerables actualmente. Su trabajo ha sido sistemáticamente invisibilizado aunque, paradójicamente es, a su vez, de los más esenciales para el sostenimiento de la sociedad. Sin cuidados no hay vida posible y estas mujeres han sacrificado tiempo y esfuerzo, incluso dedicación a sus propias familias, para conseguir que otras mujeres se incorporen al mercado laboral o para mejorar la calidad de vida de otras personas.

Nuestros posicionamientos, en consonancia con los del TJUE, de otras muchas organizaciones sociales y de los preceptos constitucionales, han demostrado nuestro compromiso con la igualdad y con la mejora de las condiciones de estas empleadas, que tienen ya de por sí una situación de partida desfavorable. Además, hemos participado en reuniones y movilizaciones con asociaciones de empleadas de hogar para darles visibilidad.

Por otro lado, a través del Programa de Inserción Sociolaboral de Inmigrantes, que desarrollamos desde USO, ayudamos a una cantidad considerable de empleadas de hogar a que sean conscientes de su situación y de sus derechos, ofreciéndoles, además de información, un asesoramiento personalizado para la búsqueda de empleo.

Un cambio necesario en el sistema de cuidados

Aunque muchas de las medidas que se han tomado pensando en estas trabajadoras han llegado tarde y mal, como el subsidio para empleadas de hogar implementado durante la pandemia, durante los últimos años, se han diseñado e implementado campañas para la regularización de la situación laboral de estas.

En 2021, un total de 2.351 contratos temporales se convirtieron en indefinidos, lo que trajo consigo un incremento en las bases de cotización a 21.175.714,94 euros y un crecimiento en salarios de 83.023.043,88 euros. La última campaña, lanzada en 2022, estuvo dirigida a la regularización de las empleadas domésticas a tiempo parcial.

Tras la ratificación del Convenio 189, el principal reto para España será seguir luchando para conseguir la regulación del salario y las cotizaciones de estas empleadas, además de apostar y trabajar para conseguir un sólido sistema profesional de cuidados.

Las empleadas de hogar tienen derecho a cobrar el paro

Las empleadas de hogar tienen derecho a cobrar el paro

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó el mes pasado que España contraviene la normativa comunitaria al excluir a los trabajadores del hogar, mayoritariamente mujeres, de la prestación por desempleo, y por tanto es contraria al Derecho de la Unión.

El caso hace referencia a la denuncia que presentó una trabajadora del hogar ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 2 de Vigo, a quien la Tesorería General de la Seguridad Social denegó su solicitud de cotizar para recibir el paro.

Su empleador estaba dispuesto a abonar la cotización que solicitó la trabajadora, pero la Tesorería la rechazó porque la protección que confiere el sistema especial de Seguridad Social para empleados del hogar no comprende la protección por desempleo.

¿Cuál es la regulación actual en materia de la prestación por desempleo de las empleadas de hogar en España?

La relación laboral de las empleadas de hogar se rige por el Sistema Especial para Empleados de Hogar, y la Ley General de la Seguridad Social excluye a este colectivo de la acción protectora de la prestación por desempleo.

Al contrario, se incluye en la protección por desempleo, siempre que tengan previsto cotizar por esta contingencia, a los trabajadores por cuenta ajena incluidos en el Régimen General de la Seguridad Social, del que las empleadas de hogar no forman parte.

De esta manera, la norma deja desprotegidas a las empleadas de hogar que por perder su empleo, bien por acuerdo mutuo, bien como consecuencia del desistimiento del empleador, quedan excluidas también de acceder a cualquier otra prestación o subsidio supeditados a la extinción del derecho a las prestaciones por desempleo. Es una situación que deja en desamparo a las trabajadoras de este sector.

Motivos discriminatorios para excluirlas del derecho a desempleo

Es impactante que la TGSS y el Gobierno argumenten que la falta de dicha protección deriva del hecho de que este colectivo presenta elevadas tasas de empleo; un escaso nivel de cualificación; un porcentaje considerable de trabajadores no afiliados al Sistema; porque su empleador no es un empresario profesional y no obtiene un beneficio por el trabajo por cuenta ajena de dichos empleados; que el trabajo se ejecute en el ámbito del hogar familiar, etc., y que todo ello justifique y cause la exclusión de la prestación por desempleo.

La argumentación acerca de que el incremento de las cargas y de los costes salariales resultantes del aumento de las cotizaciones para cubrir la contingencia de desempleo podría reducir nuevas contrataciones y extinguir los existentes, así como el aumento del trabajo ilegal y de fraude a la Seguridad Social tampoco parece coherente para privar al colectivo de esta protección.

Así, de manera indirecta, se responsabiliza a las empleadas de hogar de las elevadas tasas de empleo ilegal y el fraude en la Seguridad Social. El TJUE anota, de forma correcta, que el fraude puede ocurrir en cualquier sector y no tiene que ver con el régimen de la SS. Y que, además, otros colectivos de trabajadores cuya relación laboral se desarrolla a domicilio para empleadores no profesionales, o cuyo sector laboral presenta las mismas peculiaridades en términos de tasas de empleo, de cualificación y de remuneración (jardineros, conductores particulares, trabajadores agrícolas y trabajadores contratados por empresas de limpieza) sí están cubiertos frente a la contingencia de desempleo. A pesar de que sus cotizaciones son, en algunos casos, inferiores a las aplicables a las empleadas de hogar.

Excluir a las empleadas de hogar del cobro del paro o prestación por desempleo no parece ser coherente en comparación con otros colectivos de trabajadores que disfrutan de esas mismas prestaciones pese a presentar características y condiciones de trabajo parecidas a las de las empleadas de hogar.

El Gobierno anuncia que regulará el derecho a paro de las empleadas de hogar

Tras conocer la sentencia del TJUE, el Ministerio de Trabajo y Economía Social ha anunciado que este año regulará el derecho a paro para las trabajadoras del hogar. Es probable incluso que el pronunciamiento del tribunal europeo acelere este proceso.

Las empleadas de hogar son el único colectivo sin derecho a paro en España y el TJUE ha determinado que es una discriminación indirecta por razón de género. El 90 % de este colectivo son mujeres. Y, en cifras, son, aproximadamente, unas 400.000 afiliadas a la Seguridad Social y otras 150.000 sin dar de alta.

El Gobierno también tiene pendiente la ratificación del Convenio 189 de la OIT, que provoca que las trabajadoras de hogar carezcan de los mismos derechos que el resto de trabajadores frente al despido, la protección por desempleo o la prevención de riesgos laborales, entre otros aspectos. Desde USO, reiteramos nuestra petición al Gobierno para que lo ratifique urgentemente; ya que, después de una década desde su acuerdo, sigue sin adoptarse.

Además, USO reclama un cambio en el Régimen Especial de Empleados de Hogar y que se destinen recursos para conseguir un cambio de paradigma en el sistema de cuidados español.

8M. El día es mío, la lucha es nuestra

8M. El día es mío, la lucha es nuestra

Este 8M, celebramos el Día Internacional de la Mujer poniendo el foco en un problema que, aunque no es nuevo, ha cobrado especial relevancia en el contexto de la pandemia por covid-19: el desigual reparto del tiempo de trabajo remunerado y los cuidados entre hombres y mujeres.

Muchas familias tienen problemas para conciliar su vida laboral y personal en España, pero el peso de estas responsabilidades familiares recae, sobre todo, en las mujeres. Este desigual reparto del tiempo, del que vienen alertando varias instituciones nacionales e internacionales, trae como consecuencia una importante brecha de género a nivel laboral y económico. Una brecha que, por otro lado, se ha visto agravada por los efectos de la pandemia, que han acentuado notablemente las desigualdades.

Más desempleo y temporalidad entre las mujeres

En 2022, las mujeres padecen una mayor tasa de desempleo y una mayor temporalidad en sus trabajos que los hombres. Son mayoría entre las personas que reciben salarios mínimos, y son las que, en mayor medida, trabajan a tiempo parcial, recurren a las reducciones de jornada y excedencias, o cambian de empleo para cuidar de otras personas. No solo hay más mujeres trabajando sin ser remuneradas, sino que, entre las personas trabajadoras, las mujeres asumen la mayor parte de las tareas del hogar. El lema podría ser el mismo que hace 20 años: “queremos empleo, que trabajo nos sobra”.

Durante el último trimestre de 2021, el paro femenino era de 15,04%, frente al 11,79% del masculino. El 22,1% de las mujeres que trabajaban lo hacían a tiempo parcial, una cifra significativamente mayor al 6,2% de los hombres. Esto supone que, del total de las personas trabajadoras a tiempo parcial, un 75% son mujeres. Adicionalmente, los sectores económicos relacionados con el cuidado, altamente feminizados, son normalmente los más precarios y de menor reconocimiento social, a pesar de ser esenciales.

Para acabar con la desigualdad es necesario un cambio cultural

Cuando las mujeres se ausentan del trabajo, renuncian a parte de su carrera profesional, pierden poder adquisitivo e independencia, y dejan de acceder a puestos de responsabilidad. Todo ello supone dejar de participar en la vida pública de la misma forma en la que lo hacen los hombres. Las decisiones que se toman en empresas o instituciones afectan a toda la sociedad, y esa es una razón de peso para que mujeres y hombres encuentren en ellas una igual representación a todos los niveles.

Las políticas de igualdad que se han aprobado hasta ahora han facilitado la conciliación, pero no han evitado que se sigan reproduciendo los roles tradicionales de género. Han facilitado la conciliación, sí, pero la conciliación de las mujeres. Durante los últimos meses, además, hemos podido comprobar cómo las medidas de conciliación implementadas durante la pandemia han sido un absoluto fracaso, como el Plan MECUIDA, insuficiente.

Desde USO, creemos que la solución al problema de la desigualdad pasa necesariamente por un cambio cultural que lleve a la corresponsabilidad, a la implicación de toda la sociedad, especialmente de los hombres, así como al reconocimiento de los diversos modelos de familia. Es por ello que reivindicamos que, aunque el día es de todas y cada una de las mujeres, la lucha es de todas y todos.

Los cambios culturales auténticos no son rápidos, llevan trabajo y esfuerzo. No dejemos esto también solo en manos de las mujeres.

Manifiesto 8M. El día es mío, la lucha es nuestra.
USO extiende en Madrid su red contra la violencia de género

USO extiende en Madrid su red contra la violencia de género

USO-Madrid ha acudido esta mañana al acto convocado por USO Confederal en el centro de Madrid para reivindicar el fin de la violencia de género y el establecimiento de redes de apoyo para las víctimas en los centros de trabajo.

Dirigentes, afiliados y delegados han coreado el lema de USO de este 25N: “Somos tu red contra la violencia de género”. Durante el acto reivindicativo se ha escenificado en la Plaza de Callao esa red de protección para las víctimas, sean compañeras de trabajo, clientas o usuarias.

En la Comunidad de Madrid, siete mujeres han fallecido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año, cuatro más que en 2020. A nivel nacional, Sara García, secretaria de Acción Sindical y Salud Laboral de USO, ha destacado durante el acto las trágicas cifras que nos recuerdan, cada día, la lacra social que es la violencia de género; 1.118 víctimas mortales desde 2003; 37 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, 5 menores asesinados y 24 menores huérfanos. Y tres casos más aún en investigación. Por todas ellas, se ha guardado un minuto de silencio.

Durante el acto celebrado en Madrid, una representación de USO Confederación, USO-Madrid, las Federaciones de Servicios, Industria y Atención a la Ciudadanía y de USO-Sector Aéreo han leído el manifiesto del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Se ha contado con una representación de Alianza Sindical Independiente de Venezuela, cuya dirigente Marcela León ha participado en la lectura.

Además, se ha repartido el decálogo que recoge las diez medidas que pueden llevarse a cabo en los centros de trabajo para establecer esa red de apoyo y protección. El objetivo de este decálogo es convertir el lugar de trabajo en espacio que genere confianza, proteja a las víctimas y que ofrezca un impulso para denunciar.

USO promueve redes de apoyo para víctimas de violencia de género

USO promueve redes de apoyo para víctimas de violencia de género

USO promueve redes de apoyo para víctimas de violencia de género

USO ha impulsado a través de sus representantes sindicales y la afiliación, una campaña de apoyo a las víctimas de violencia de género en los centros de trabajo. El sindicato centra su campaña del 25N en un decálogo de medidas que pueden tomarse en los centros de trabajo para proteger a trabajadoras, clientas o usuarias, víctimas de violencia de género

“Uno de los muchos problemas que sufre la víctima para abandonar la espiral de violencia en la que vive es la falta de apoyo, el aislamiento, la vergüenza para dar el paso. El centro de trabajo debe ser un lugar que genere confianza, donde se establezcan medidas de protección y se ofrezca un impulso para denunciar y escapar de su agresor. La violencia económica, el miedo a no poder salir adelante sola, a perder el trabajo si empieza a faltar o a tener que dejarlo para cambiar de ciudad son algunas de las incertidumbres que les impiden dar el paso”, reflexiona Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.

Por ello, USO ha elaborado un decálogo de medidas que pueden aplicarse tanto desde el punto de la plantilla como de la empresa, en función del tamaño. Y que no deben quedarse únicamente en ser apoyo para compañeras o trabajadoras. Muchas víctimas de violencia de género no trabajan, pero son clientas o usuarias. También, en el trato directo con ellas, puede llegar a detectarse un posible caso de violencia de género y ayudar.

USO pide dejar de considerar violencia de género solo a crímenes cometidos por parejas o exparejas

1.118 mujeres han sido asesinadas desde 2003 por sus parejas o exparejas. Son los supuestos en los que se considera que un asesinato se ha producido por violencia de género.

Una consideración que, a juicio de USO, se queda corta y no abarca otros casos en los que un hombre acaba con la vida de una mujer por motivos machistas sin que entre ellos exista una relación. Muchas de ellas dejaron huérfanos menores. En total, 327 menores de edad sin madre, 21 este año, hijos de alguna de las 37 mujeres asesinadas en 2021.

La violencia machista es un problema que traspasa fronteras y que, según denuncia USO en su “Informe 2021 sobre violencia de género”, no solo no está reconocida como eurodelito, sino que carece de estadísticas fiables en 10 países de la Unión Europea.

USO, somos tu red de apoyo contra la violencia de género

USO escenificará estas redes de apoyo a las víctimas de violencia machista en un acto central en Madrid, que se celebrará el jueves, 25 de noviembre, a las 12:00 en la plaza de Callao.

En ese mismo escenario, se dará lectura al manifiesto del Día por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y el decálogo para establecer redes de apoyo en los centros de trabajo.

USO-Madrid participa en la creación de alianzas para luchar por las empleadas de hogar

USO-Madrid participa en la creación de alianzas para luchar por las empleadas de hogar

USO-Madrid ha participado este 13 y 14 de noviembre en la reunión que la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH) ha celebrado en Sevilla. Más de 30 organizaciones de apoyo a las trabajadoras del hogar y cuidados de toda España (Barcelona, Sevilla, Madrid, valencia, Zaragoza) entidades migrantes y sindicatos ha acudido a la cita con el fin de crear alianzas europeas e internacionales para luchar por los derechos de estas trabajadoras.

En dicho encuentro estuvo tanto la presidenta de la FITH Elizabeth Tang como la representante a nivel europeo Grace Papa. Ambas estaban interesadas en conocer de primera mano la situación que atraviesa el colectivo en nuestro país.

Para finalizar el encuentro se creo un foro en el que se debatió la ratificación e implementación del Convenio 189. En dicho foro participaron representantes de primer nivel del gobierno español.

La USO fue invitada a dicho encuentro como entidad sindical con una larga y reconocida trayectoria trabajando para el reconocimiento de los derechos tanto sociales como laborales del colectivo de trabajadoras de hogar y cuidados.