El Índice de Precios al Consumo ha subido levemente en julio, pero lo ha hecho “donde más afecta al bolsillo de la gente, que es en los productos básicos como alimentación y transporte; la alimentación, con casi un punto”, resume Laura Estévez, secretaria de Comunicación de USO.

“El IPC, no obstante, está teniendo un comportamiento anormal, con dos descensos bruscos en mayo y junio que, junto con las estadísticas de empleo, nos indican que el comportamiento de la economía está siendo errático e incluso descendente, por mucho que se quiera enmascarar el parón del país revisando al alza las previsiones de crecimiento. Las previsiones no dejan de ser eso, y los datos reales mes a mes nos hablan de lo contrario”, continúa Estévez.

En cuanto a anomalías de la estadística, la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO abunda en que “en nuestro país estamos acostumbrados a observar una patente desigualdad autonómica, también en los precios, con autonomías donde suben más los precios, pero donde tienen igualmente salarios que pueden adaptarse mejor. Sin embargo, nos preocupa regiones como La Rioja o Galicia, que se caracterizan por sueldos especialmente bajos, así como Castilla y León, que suele figurar en la media, tengan un repunte de los precios, porque las subidas tendrán mayor efecto en esos trabajadores”.

 

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