El número de parados en la Comunidad de Madrid bajó en 9.852 desempleados en octubre (-2,39%), en relación al mes de septiembre, hasta la cifra global de 401.564 personas en paro en la región, según datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. En el último año, el desempleo en la región baja un 6,07%, con 28.844 desempleados menos.

De la cifra total de desempleados en la Comunidad de Madrid, que suman 401.564 personas en paro, 170.162 son hombres y 236.107 son mujeres. Además, 32.770 desempleados de la región tienen menos de 25 años, de los cuales 16.909 son hombres y 15.861 son mujeres.

Por sectores, el que engloba mayor número de parados es el de Servicios, con 317.035, lo que se traduce en 7.783 parados menos que en septiembre; seguido de Construcción, con 29.238, que cuenta con 821 parados menos.

Por su parte, destaca Industria, con 22.391, lo que supone un total de 360 desempleados más y Agricultura, con 3.273 desempleados en este sector, lo que se traduce en 84 parados menos. Por su parte, 29.627 vienen del grupo de sin empleo anterior, es decir, 972 personas más que septiembre.

Respecto a los contratos, en el décimo mes del año se registraron 248.057 contratos en total, es decir, 1.781 menos que el pasado mes, lo que supone una caída del 0,71%. Frente a ello, en tasa interanual aumentaron un 36,92%, con 66.888 contratos más que en el mismo mes del año pasado.

Del total de contratos, 45.512 fueron indefinidos en Madrid, lo que supone 6.243 menos de los firmados en septiembre (-12,06%) y 13.613 más que los que se firmaron en octubre de 2020, lo que se traduce en un aumento del 42,68%. Los temporales sumaron 202.545, 4.462 más que en el mes anterior (+2,25%) y 53.275 más que en el mismo mes del año pasado (+35,69%). De esta forma, en tasa anual el 81,35% de los contratos en la región son temporales, frente al 18,65% que son en régimen indefinido.

Baja el paro y sube la afiliación en el resto de España

A nivel nacional, los datos del paro continúan una tendencia positiva en número, con una tímida bajada en octubre, mes tradicionalmente de subidas, pero llega el momento de decidir qué modelo de trabajo queremos. Aún con miles de personas en ERTE que se suman a los 3,26 millones de parados, el objetivo no es que se abandone el paro por cualquier contrato.

Los afiliados a la Seguridad Social suben también, hasta los 19,69 millones de personas, aunque se observan maniobras que no cambian: altas los lunes, bajas los viernes. Explican, a su vez, que sigamos cerca de los 2 millones de contratos por mes para que únicamente el 10% sean indefinidos. Más de un tercio, además, conversiones de temporales iniciales, bien por cumplir con el período máximo establecido, o por sanción de una Inspección desbordada.

“Casi la mitad de los contratos indefinidos han sido a tiempo parcial. Sube la ocupación, pero bajan las horas trabajadas, como nos mostró la EPA que acabamos de conocer. Los datos en verde siempre son positivos, por supuesto, pero aún estamos al nivel de parados de 2018, y con contratos temporales y a media jornada entre quienes encuentran trabajo. Los contratos que más han subido con respecto al año pasado, de hecho, son los temporales a media jornada. La implantación del contrato indefinido por defecto no puede esperar más, no podemos crear y destruir puestos de trabajo al mismo tiempo, hay que estabilizar el empleo y que un puesto genere jornadas suficientes para poder hablar de un salario digno”, defiende Joaquín Pérez, secretario general de USO.

El paro femenino ha bajado ligeramente, frente a la subida del masculino. “Una corrección mínima que no cambia el hecho de que el 60% de las personas en paro son mujeres”, apunta Pérez. Por colectivos vulnerables, también llama la atención la importante subida entre menores de 25 años y entre quienes no tenían empleo anterior, “cajón de sastre estadístico que mezcla jóvenes en busca de su primer empleo con parados de larga duración. La incidencia del desempleo de larga duración entre mujeres mayores de 44 años es dramática y amenaza con instalarlas en la pobreza estructural”, advierte el secretario general de USO.

Pérez pide “una reforma laboral urgente, valiente y sin dobleces. No queremos otro parche sobre las dos anteriores. Ninguna solucionó la precariedad en el empleo y ninguna de ellas se adapta al mundo del trabajo que tenemos hoy en día. No vale con hacer tachones en artículos, hay que construir un marco laboral del siglo XXI y con la calidad del empleo, no la cantidad, como objetivo”.