El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo en la Comunidad de Madrid subió un 2,15% en agosto, con 7.199 desempleados más con relación al mes anterior, hasta alcanzar la cifra de 342.709. Se trata de la mayor subida del paro en este mes desde el año 2008, cuando el paro ascendió un 4,1%.

“El fin de la temporada estival supone la destrucción de los trabajos temporales y precarios vinculados al turismo, por lo que agosto es tradicionalmente un mal mes para el empleo, aunque desde el año 2008 no habíamos visto una subida del paro tan elevada, lo que confirma la alerta por un nuevo parón económico”, señala la secretaria general de USO-Madrid, Concepción Iniesta.

A nivel interanual, el desempleo en la región presenta un descenso del 3,22%, lo que equivale a un total de 11.404 parados menos en relación a agosto del año pasado. “A pesar de que hay menos parados que el año pasado, la tendencia no es tan positiva: la creación de empleo se está estancando y las previsiones de crecimiento apuntan a una desaceleración del PIB, que crecería por debajo del 2,5% durante este año y un 2% a lo largo del año que viene”, insiste Iniesta.

 

Cada vez hay menos contratos indefinidos

De la cifra total de desempleados en la Comunidad de Madrid, 139.160 son hombres y 203.549 son mujeres. Además, 25.216 empleados de la región en el mes de agosto tienen menos de 25 años, de los cuales 12.750 son hombres y 12.466 son mujeres. Para Iniesta, estas cifras demuestran un mes más (y ya llevamos prácticamente cuatro años con esta tendencia) que “las mujeres sufren una injusta discriminación laboral por razón de género a partir de los 27 años, cuando alcanzan la edad en la que suelen formar una familia”.

Del total de contratos, 26.115 fueron indefinidos en Madrid, lo que supone 11.531 menos de los firmados en julio (una caída del 30,63%) y 3.014 menos de los que se firmaron en agosto del año pasado (-10,35%). Los temporales sumaron 141.174, lo que supone 82.599 menos que en el mes anterior (-36,91%) y 3.914 menos que en agosto del año pasado (-2,70%).

Por sectores, como es de suponer el Servicios es nuevamente el sector más castigado y con 270.316 parados, 6.430 más que el pasado mes de julio. El sector de la Construcción registra 26.380 parados (404 más que en julio). También destaca Industria, con 20.652 parados, lo que supone un total de 416 desempleados más que el mes pasado. Finalmente, Agricultura cuenta con 2.546 desempleados, lo que se traduce en 80 parados menos que en julio.

 

Cifras de crisis con un Gobierno en funciones

En el conjunto del país, este mes suma 54.371 personas a las listas del SEPE. “Cabía esperar que la inercia de la economía, el desgobierno del país, acabara pasando factura a todo, y entre ayer y hoy lo estamos viendo. Desde que supimos que había caído el número de turistas, nos lo podíamos imaginar. Hasta lo que parece que funciona por sí solo, deja de hacerlo si no se cuida”, lamenta Joaquín Pérez, secretario general de USO.

La subida del paro en agosto supone un 15,5% más de lo que subió en agosto de 2018, y lo ha hecho en todos los sectores salvo Agricultura, y en todas las autonomías, salvo Castilla y León. “Con especial incidencia entre los menores de 25 años, la tradicional mano de obra de saldo de nuestros veranos, que en septiembre vuelven a la casilla de salida en su intento de meter la cabeza en el mundo laboral”, continúa Pérez.

Además, la contratación sigue suponiendo “una clara señal de peligro: el empleo y la economía en general han comenzado una peligrosa cuesta abajo. Los contratos firmados han bajado más de un 5% con respecto a 2018, y solo 8 de cada 100 son indefinidos. Pero es que si miramos solo este tipo de contratos, el tajo ha sido mucho mayor: han caído un 20%”, expone el secretario general de USO.

Joaquín Pérez llama a la responsabilidad a todos los partidos políticos para que trabajen desde ya “en las medidas urgentes y eternamente pospuestas en nuestro país. A ver si de una vez todos se dan cuenta de que la prioridad de la legislatura debe ser la calidad del empleo y no el juego de las sillas ni los documentos pomposos. La industria del automóvil está en el chasis, con frenazos en las ventas y continuas amenazas de regulaciones de empleo desde la más que desafortunada guerra suicida al diésel, y con respecto al turismo estamos viendo cómo en la crisis de empleo directo e indirecto que suponen los amagos de cierre de Ryanair no se está moviendo un dedo para poner un alto”.

 

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