El número de parados registrados en la Comunidad de Madrid ha bajado un 1,91% en junio respecto al mes anterior, con 6.523 parados menos y situando el número total desempleados en nuestra región en 334.602 personas.

Aunque a primera vista el dato parezca positivo, hay que tener en cuenta que la creación de empleo se está estancando y este mes ha registrado una de las bajadas más flojas de los últimos nueve años. Esto se debe la incertidumbre política nacional y regional que están paralizando la iniciativa pública y privada.

Nuestro mercado laboral es “un enfermo que necesita una cirugía urgente que nadie se atreve a hacerle porque las operaciones requieren de una estabilidad y una iniciativa política que ha quedado aparcada por estériles discusiones sobre pactos, mientras ni médicos ni enfermeros le prestan atención al enfermo”, recrimina Joaquín Pérez, secretario general de USO: “el debate está en si Pedro con Pablo, si otro Pablo con Albert… y no en cómo abordar un plan integral de fomento del empleo de calidad”.

Con respecto al total de contratos, 36.729 fueron indefinidos en Madrid, un 0,21% más que el mes pasado, pero un 8,59% menos de los que se firmaron en junio de 2018. Con respecto a los temporales, sumaron 213.898 contratos, un 11,78% más que en mayo y un 3,87% más que en junio del año pasado. “El peso de la contratación temporal es cada vez más débil”, continúa Pérez, quien añade que “viendo, además, las cifras de la última EPA, la mitad de esa contratación indefinida se destruye en menos de dos años, ya ni eso es garantía de un futuro estable. O de una vez se modifica la legislación laboral al completo o estamos ante una nueva especie en extinción: el empleo estable”.

De la cifra total de desempleados en la Comunidad de Madrid, 136.915 son hombres y 197.687 son mujeres. Este dato resulta especialmente preocupante porque la brecha de género, en vez de reducirse, cada vez se amplía más. Mientras que entre los años 2009 y 2014, el paro afectaba de forma similar a hombres y mujeres, a partir de 2015 el número de desempleados varones ha descendido más rápìdamente que el de las desempleadas madrileñas.

En un país marcado por la contratación estival del sector Servicios, la estadística indica que, si se miran las cifras en términos desestacionalizados, sin atender a estas características, el paro ha subido. “El verano no crea empleo, crea peonadas, trabajos efímeros y mal pagados que recaen sobre los más jóvenes o sobre el 40% de personas que ya no reciben prestación, sobre los que intentan meter la cabeza en el mundo laboral y son la carnada perfecta. Entre los menores de 25 años, por ejemplo, el paro ha bajado cuatro veces más que entre los adultos”, matiza Joaquín Pérez.

 

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