Los representantes de los trabajadores en Orange, a instancia de USO, han reclamado al embajador francés, Jean-Michel Casa, que interceda a favor de los 455 trabajadores que serán despedidos durante el ERE de Orange en España. También le han recordado la ola de suicidios padecida por los empleados franceses y han expresado su deseo de que esta situación no vuelva a producirse en ningún país del mundo.

Los delegados de USO, CCOO y UGT han entregado este lunes una durísima carta en la embajada francesa. Orange es una empresa semipública con el estado francés como principal accionista con un 13,4% de los títulos. Los representantes sindicales han solicitado una reunión con el embajador, como máxima autoridad de Francia en España, para trasmitirle el malestar de los trabajadores. También solicitan que interceda ante la barbarie que pretende perpetrar el equipo directivo de Orange Espagne, encabezado por Jean Françoise Fachaller.

La empresa ha alegado razones productivas, técnicas y organizativas para ejecutar el ERE. Sin embargo, en ningún momento ha existido un diálogo previo con la representación legal de los trabajadores ni un intento verdadero de buscar una solución acordada como alternativa a los despidos. Tan sólo se está intentando ejecutar un plan premeditado. No importa el momento, el esfuerzo y el sacrificio que ha realizado toda la plantilla durante la vida laboral dedicada a Orange.

Suicidios en Orange Francia

En la carta, los representantes han señalado al embajador que “el Ebitda en el año 2020 de Orange Espagne SAU alcanzó los 1.433 millones de euros. La compañía se consolida como segundo operador en el mercado español de las telecomunicaciones. Sin embargo, la gestión del equipo directivo de Orange Espagne SAU ha sido deficiente y fallida”. Por eso, “no entendemos cómo es posible que esta nefasta labor directiva repercuta en despidos indiscriminados en Orange en España”.

También le han recordado que “no hace mucho tiempo en la matriz de Orange en Francia se vivieron unos tristes y lamentables episodios. Supusieron el suicidio de trabajadores vulnerables y sensibles ante determinadas políticas llevadas a cabo por el equipo directivo de entonces, y que tuvieron una amplia repercusión mediática e impacto social”. Los representantes han insistido en que no desean que “esa situación vuelva a repetirse en Francia, en España ni en ningún otro país del mundo”.

Por ese motivo, los delegados han insistido en la necesidad de paralizar el proceso de ERE que afecta a 455 personas y sus familias. Queremos buscar alternativas a los despidos mediante un diálogo transparente y permanente con la representación legal de los trabajadores.