La inflación subyacente se sitúa en el 5,3 % y sigue siendo la más baja de España, aunque muy por encima del incremento medio de los salarios
El IPC se sitúa en el 2,3 % en la Comunidad de Madrid, tras un repunte de cuatro décimas respecto a julio. En lo que va de año, los precios se han incrementado un 2,4 %. Los tres datos son mejores en la región madrileña que a nivel nacional. Además, Madrid es, de largo, la comunidad autónoma en la que menos han aumentado respecto al Índice Base (100) de enero del 2021, situándose en 111,5.
La inflación subyacente también sigue siendo la más baja de España tras depreciarse una décima y situarse en el 5,3 %. Eso sí, esta inflación considerada como “estructural” sigue siendo casi 2 puntos superior a la subida salarial media (3,4 %) reflejada por la Estadística de Convenios Colectivos de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Cesta de la compra y carburantes castigan los bolsillos de los madrileños
El alza constante, por no decir disparada, del precio de los carburantes y del aceite de oliva ha sido el principal culpable del aumento de los precios tanto a nivel nacional como en Madrid. Los transportes se han encarecido casi un 3 % en agosto, acumulando una subida de casi 5 puntos desde enero. Eso sí, siguen siendo más baratos que hace un año (-2,5 %). Los alimentos y bebidas no alcohólicas moderaron su alza en general, aunque mantienen su tendencia al alza en lo que va de año y son casi un 11 % más caros que en agosto del 2022.
Al contrario, vestido y calzado (-0,8), hostelería (-0,7) y vivienda (-0,5) vieron abaratados sus precios respecto a julio, aunque solo los gastos derivados de la vivienda son un 14,5 % más baratos que hace un año. Los otros dos grupos mencionados han subido en términos anuales y el resto apenas ha sufrido variación, aunque la mayoría siguen muy por encima de ese 2,3 % del Índice General en Madrid.
Los trabajadores siguen perdiendo poder adquisitivo
“Los datos del IPC son los esperados y a pesar de que la evolución de los precios sigue siendo contenida, hay sobrados motivos para la preocupación. Los bienes de primera necesidad siguen disparados respecto al año anterior y la coyuntura internacional está provocando un incremento continuado del precio de los carburantes derivados del petróleo. Y los suministros de los hogares, en particular el gas, también podrían repuntar a partir de septiembre debido a la inestabilidad del mercado”, considera María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
“Frente a esto, salarios estancados y, como consecuencia, pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y de sus familias. La subida salarial, pactada por otros sindicatos con la patronal, se demuestran insuficientes, como ya denunció la USO desde el principio; y más cuando la Confederación Europea de Sindicatos acaba de publicar el desorbitado reparto de dividendos por parte de las empresas españolas. Una parte de esos beneficios empresariales deberían corresponder, por derecho, a sus asalariados”, denuncia la responsable regional de la USO.