La Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirma que en el año 2030 España se situará en el puesto 22 del ranking mundial de países con mayores ratios de cuidados de personas mayores. La secretaria de Igualdad y Acción Social de USO-Madrid, Belén Navarro, reclama a las administraciones una mayor atención las empleadas del hogar, “cuyos derechos se ignoran sistemáticamente en las mesas de negociación”.

Con ocasión de la presentación del informe de la OIT “El trabajo de cuidados y los trabajadores del cuidado. Para un futuro con trabajo decente”, centrado específicamente en España, tuvo lugar el pasado 9 de noviembre un encuentro para dialogar sobre los trabajos de cuidados de personas dependientes para un futuro con trabajo decente.

En el encuentro participaron Manuela Tomei, directora del Departamento de Condiciones Laborales e Igualdad de la OIT; Soledad Murillo, secretaria de Estado de Igualdad y la activista feminista Justa Montero. También contó con la asistencia de la secretaria de Igualdad y Acción Social de USO-Madrid, Belén Navarro.

Mala calidad del trabajo doméstico

El informe destaca que el trabajo de cuidados es una fuente importante de empleo en España, especialmente para las mujeres. En nuestro país, unos 3,8 millones (2,9 millones de mujeres y 936 mil hombres) se dedican al trabajo de cuidados remunerados. Esto representa el 20,8 por ciento del empleo total en España y el 34,4 por ciento del empleo femenino en España.

La mala calidad del empleo para las trabajadoras y los trabajadores del cuidado conduce a un trabajo de cuidado de baja calidad, denuncia la OIT. Más de la mitad de las trabajadoras y los trabajadores domésticos en España tienen un trabajo a tiempo parcial y se enfrentan a períodos frecuentes de desempleo (tasas que son más altas para las trabajadoras y los trabajadores domésticos que para los otros trabajadores de cuidados y de otras industrias).

Ratificar el Convenio 189 de la OIT

En su intervención la secretaria de estado de igualdad, Soledad Murillo, manifestó que el Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos de la OIT (Convenio 189),  tenía que haber sido ratificado hacía tiempo. Hay que tener en cuenta que las trabajadoras (más del 90% son mujeres) están fuera del Estatuto de los Trabajadores y han iniciado el diálogo con los sindicatos con el objetivo de ratificar el convenio lo antes posible.

Manuela Tomei manifestó que no puede haber futuro del trabajo decente sin cerrar las brechas de género en el mercado laboral. El trabajo de cuidados es vital para asegurar la transformación del mundo del trabajo. Tiene que haber mecanismos de representación de todos los trabajadores en el sector de cuidados y abrir la negociación a otras formas que no sean las establecidas tradicionalmente.

Por su parte, Justa Montero denunció las condiciones en las que se encuentran las empleadas de hogar, cuyos derechos se vulneran de forma sistemática, lo que hace imprescindible y urgente la ratificación del convenio 189 de a OIT. Así manifestó la necesidad de dar más valor al trabajo de los cuidados ya que son la base para sostener la vida, por lo que se tendrían que tener muy presente en la Agenda 2030.

En dicho encuentro Belén Navarro puso de manifiesto el trabajo que se viene realizando por los derechos de las empleadas de hogar desde USO desde hace más de 20 años y de cómo sistemáticamente se nos viene ignorando en las mesas de negociación. También volvió a insistir en la necesidad de cambiar las formas de negociación como apuntaba Manuela Tomei.

Más de tres millones de ancianos dependientes

El informe destaca un aumento constante de la demanda de trabajo de cuidados, con un descenso en el cuidado infantil y un aumento en el de personas mayores. También puso de relevancia el progresivo envejecimiento de la población española y especialmente en la Comunidad de Madrid, que a pesar de que presenta una tasa de natalidad superior a la media de España, sí registra la tasa de esperanza de vida más alta del país, con una media de 84,5 años entre los habitantes de la región.

En 2015 había 10 millones de personas dependientes en España (7 millones de menores y 3 millones de ancianos). Para el año 2030 se espera que el número de dependientes disminuya hasta los 8,8 millones de personas (5,6 millones de menores y 3,2 millones de ancianos).

El informe también prevé que en el año 2030, España se situará en el puesto 22 del ranking mundial de países con mayores ratios de dependencia de cuidados de personas mayores y en el puesto 19 de los países de Europa y Asia Central con un 9,1 por ciento. En 2030, por cada 100 potenciales cuidadores no remunerados habrá 9 personas con una edad igual o superior a su esperanza de vida saludable (60 años) para ser atendidos.

En el caso de la Comunidad de Madrid, el número de nacimientos descendió un 4,3 por ciento en 2017 con respecto al año anterior y presenta el número de nacimiento más bajo desde el año 2005, según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística.

Por otro lado, el número de defunciones durante 2017 se incrementó un 4,2 por ciento con un total de 46.959 muertes, superior a la media nacional. La tasa de mortalidad en la región se estima en 7,2 defunciones por cada 1.000 habitantes.