Diálogos de reflexión sobre las trabajadoras del hogar: La economía sumergida y su impacto

Diálogos de reflexión sobre las trabajadoras del hogar: La economía sumergida y su impacto

La USO ha sido el único sindicato presente durante toda la serie de encuentros organizados por la Asociación de Investigación y Especialización Sobre Temas Iberoamericanos (AIETI) y la Asociación Servicio Doméstico Activo (SEDOAC).

 

El tercer y último diálogo de reflexión del programa ‘Trabajadoras del hogar: Esenciales con Dignidad en el cuidado y sostenibilidad de la vida; hacia la consecución de la meta 5.4 ODS y el convenio 189 OIT’ versó sobre la economía sumergida en el empleo del hogar.

Ante todo, agradecemos a AIETI y SEDOAC que hayan contado con nosotros como representante de la perspectiva sindical. Junto con asociaciones de empleadas del hogar de otros territorios y entidades que trabajan con la parte empleadora, hemos podido aportar una visión bastante completa de algunos de los problemas que más preocupan a estas trabajadoras.

Los dos primeros diálogos se habían dedicado a la profesionalización del sector de las trabajadoras del hogar y al trabajo de las mujeres en régimen de internas. En este último, se plantearon cuestiones como cuál es el impacto en la vida de las mujeres que trabajan en la economía sumergida en el empleo del hogar o qué propuestas de mejora deben darse.

 

Mayor vulnerabilidad laboral, económica y social

USO-Madrid siempre ha denunciado que el colectivo de trabajadoras del hogar y cuidados es un sector altamente desprotegido y vulnerable en el ámbito sociolaboral. La económica sumergida coloca a las mujeres que trabajan en ella en una posición de mayor vulnerabilidad aún en todas las esferas; no sólo la laboral, sino también en la económica y social.

Entre las principales propuestas para mejorar esta situación se plantearon las siguientes:

    • Como principal, y necesaria, la modificación o derogación de la actual Ley de Extranjería, que es la mayor responsable de este nicho laboral.
    • Menor burocratización, así como mayor rapidez en la homologación de títulos obtenidos en el extranjero.
    • Facilitar la conciliación para favorecer la formación.
    • Compatibilizar las ayudas o las becas con los trabajos.