El coronavirus no se genera o reproduce dentro de los aparatos de aire acondicionado, según los expertos. A pesar de ello, es recomendable utilizar los sistemas de climatización con ciertas precauciones y combinarlo con la ventilación natural para minimizar cualquier riesgo de contagio y prevenir la expansión del covid-19.

El Gobierno ha publicado una guía con una serie de recomendaciones en el que se prioriza la seguridad de los usuarios ante el contagio sobre el bienestar térmico y la eficiencia energética.

1. Caudal mínimo de aire exterior

El documento publicado pone especial énfasis en la renovación de aire, considerándolo el parámetro más importante. En la medida de lo posible se recomienda un mínimo de 12,5 litros por segundo (l/s) y ocupante, que es el valor que el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) atribuye a un aire de buena calidad. Para garantizar este valor mínimo, hay dos opciones: se puede aumentar la ventilación o reducir la ocupación de los espacios.

2. Verificación de caudales

Es recomendable verificar que los equipos encargados de la renovación de aire trabajen, al menos, en sus condiciones nominales de diseño y que las posibles pérdidas de carga, especialmente internas al sistema sean mínimas (filtros con colmatación, etc.).

3. Modificar el control para aumentar la ventilación

Si el sistema dispone de controles específicos de calidad de aire, se aconseja desconectarlos, dando prioridad al caudal del sistema (por horario). En horario laboral se recomienda trabajar con el caudal máximo que permita el sistema desde dos horas antes de la apertura y hasta dos horas después del cierre. En las horas restantes de la semana, incluido fines de semana, es preferible que el sistema funcione a bajo caudal, pero nunca a nivel inferior del 25% del caudal de aire nominal.

4. Reducir o eliminar la recirculación de aire en los equipos

Si se disponen unidades de tratamiento con recirculación de aire, se recomienda cerrar las compuertas de recirculación trabajando con aire exterior siempre que sea posible. Si se dispone de sección de “freecooling”, pasar directamente a modo 100% aire exterior.

5. Recuperación de calor

En los recuperadores rotativos es recomendable llevar a cabo una inspección antes de ponerlos en funcionamiento, para verificar el estado de la sección de recuperación en cuanto a fugas y by-pass de partículas desde el aire de extracción al de impulsión. En los recuperadores de placas, se recomienda verificar las posibles fugas antes de ponerse en operación.

6. Extracción de aseos en continuo

Si existe un sistema de extracción específico para la zona de aseos u otras zonas anexas a la oficina, (como, por ejemplo, vestuarios), la guía aconseja mantenerlos activos de forma permanente. Si existen en los aseos ventanas practicables, se recomienda no abrirlas, ya que ello podría establecer un flujo de aire inverso y sacar aire de los aseos al resto del edificio y facilitar la contaminación por vía fecal-oral.

7. Aumento de la ventilación natural

Cuando el edificio no disponga de sistemas de ventilación mecánica, el documento recomienda la apertura de ventanas accesibles, favoreciendo la ventilación cruzada. Asimismo, se aconseja realizar una ventilación regular con ventanas incluso en edificios con ventilación mecánica.

8. Temperaturas

Se recomienda no cambiar los puntos de consigna de calefacción ni refrigeración, ya que las condiciones de operación del edificio impuestas por el RITE (RD 1826/2009) no afectan de forma significativa a la desactivación del virus, y las condiciones que la permitirían, especialmente por condiciones térmicas por encima de 30ºC, no son compatibles con una actividad en el interior de los locales climatizados convencional.

9. Humedad relativa en los valores habituales

Se consideran adecuados los rangos reglamentarios sobre humedad relativa -entre el 30% y el 70%-, por lo que el documento publicado aconseja mantener los puntos de consigna previamente establecidos en el edificio.

10. Unidades con recirculación en instalaciones con ventilación exterior

Si en el edificio ya hay «fancoils«, «splits» inductores u otro tipo de unidades interiores de expansión directa, se recomienda que estos dispositivos funcionen de manera acompasada y solidaria con las unidades exteriores. La guía aconseja aumentar la filtración del aire recirculado si el equipo lo permite, y siempre y cuando se garantice el caudal de aire nominal del equipo.

11. Sistemas de filtración y purificación centralizados

Si el local u edificio presenta dificultades para obtener una ventilación satisfactoria, se recomienda la utilización de unidades portátiles equipadas con filtros de alta eficiencia HEPA, ubicadas en los espacios a tratar. Es importante que mantengan un índice de movimientos hora significativo. La eficacia de estos equipos depende de su correcta selección y dimensionamiento, por lo que se debe realizar por un técnico competente.

De manera particular, la guía señala que no se pueden utilizar equipos basados en la generación de ozono en locales con presencia de personas y que la Organización Mundial de la Salud advierte contra la utilización de las lámparas UV-C para desinfectar las manos o cualquier otra superficie de la piel. Por tanto, no se recomienda su uso en ambientes en los que haya presencia de personas.

12. Mantenimiento preventivo antes de la reapertura

La guía considera las labores de mantenimiento tan importantes como las de operación del sistema. Aquellos edificios y locales que hayan cerrado o cesado su actividad, el documento recomienda realizar una revisión general de la instalación de climatización antes de la reapertura, limpiando rejillas, difusores, filtros y baterías. Y si la instalación es de ventilación, conviene realizar un proceso de purga del aire interior tanto del edificio como del sistema, para lo que bastaría con el arranque del sistema de ventilación para ofrecer un número de renovaciones del aire interior adecuado.

13. Revisiones

El documento no considera preceptivo realizar la limpieza de los conductos si se siguen las recomendaciones anteriores sobre el aumento del aporte de aire exterior, ausencia de recirculación y parada de recuperadores rotativos. De todas formas, esta recomendación no exime de la preceptiva revisión, una vez por temporada, de la red de conductos según los criterios de la norma UNE 100012

14. Limpieza de los conductos

Se aconseja reemplazar los filtros de aire de acuerdo con el programa de mantenimiento ya establecido en cada edificio. Si el ventilador del equipo lo permite, es recomendable mejorar la eficacia del filtro, siempre y cuando se garantice el caudal de aire nominal del equipo.

15. Revisión y limpieza de las unidades de impulsión y retorno

Si bien es necesario realizar una revisión y limpieza de las unidades de impulsión y retorno de aire una vez por temporada, se considera conveniente reforzar el mantenimiento de los climatizadores especialmente en los siguientes puntos:

  • Verificación de la estanqueidad de las unidades y secciones que la componen, así como en juntas, puertas o registros.
  • Verificación de presiones y caudales nominales de la unidad (punto de trabajo).
  • Limpieza de equipo y componentes (baterías, superficie interior, etc.

16. Seguridad en las labores de mantenimiento

Las labores de mantenimiento se deben llevar a cabo de acuerdo con las medidas de seguridad establecidas en los protocolos de cada empresa y según las directrices del Ministerio de Sanidad. En concreto, el documento enfatiza la necesidad de actuar de forma segura en el caso de cambios de filtro. Las medidas de protección serán las habituales, incluyendo protección respiratoria obligatoria y guantes para todas ellas

17. Actuaciones ante un posible contagio

Ante un posible caso positivo de COVID-19 en el edificio o establecimiento, se recomienda que el espacio donde se haya alojado la persona sea ventilado durante, al menos, cuatro horas. La ventilación debe comenzar al menos dos horas antes de iniciar las labores de desinfección. Dentro del protocolo de limpieza y desinfección del espacio, se recomienda incluir las rejillas de impulsión y retorno de aire; la extracción, la limpieza y desinfección del filtro de la unidad interior si la hubiera (fancoil, split); y la limpieza y desinfección de la unidad interior, si existe, pulverizando una solución desinfectante.