USO-Madrid denuncia que el reparto de mascarillas higiénicas en los principales nudos de las estaciones de transporte público es una medida insuficiente y debería complementarse con la distribución de guantes para prevenir de manera más efectiva los contagios por coronavirus.
«Las mascarillas son parte de la solución, pero frente a desplazamientos en transporte público todos deberíamos llevar mascarilla filtrante además de guantes, como poco», señala José Torregimeno, técnico de Prevención de Riesgos Laborales en USO-Madrid.
Las mascarillas higiénicas que se están distribuyendo en autobuses, metro y cercanías de Madrid son un producto que no se considera EPI y, por lo tanto, no necesita certificación. No se pueden reutilizar y tampoco se pueden lavar ni desinfectar. No están diseñadas para proteger de ningún riesgo y no se recomiendan para situaciones que impliquen exposición a agentes peligrosos. «Estas mascarillas no filtran el aire del exterior, sino que impiden que los enfermos puedan transmitirlas a terceros al expectorar o simplemente al hablar», señala Torregimeno.
Por ese motivo, el reparto de mascarillas higiénicas en el transporte público debería complementarse con la distribución de guantes. «Todos deberíamos llevar mascarilla filtrante además de guantes como poco. Desde que cogemos la tarjeta abono transporte, ya estamos expuestos. Tocamos los tornos de entrada, tocamos los pasamanos, nos agarramos a las barras de los vagones o presionamos los pulsadores de aperturas de puertas. Esto implica que el riesgo se incrementa peligrosamente, por lo que los guantes son imprescindibles», insiste Torregimeno.