Un 1,32% de los madrileños justificarían ejercer cualquier tipo de violencia, ya sea física o verbal, contra su pareja en el caso de que esta no haya querido mostrar sus mensajes de móvil o redes sociales. Son datos que se desprenden de la encuesta sobre “acoso y control en la pareja”, elaborada por las Secretarías de Comunicación y Estudios Sindicales, y Formación Sindical e Igualdad de USO, con motivo de la campaña del 25N, que este año lleva por lema #NoControles.

De la muestra de encuestados que residen en Madrid, el 1,32% considera que el control del móvil o redes sociales de la pareja es causa para ejercer violencia física o verbal, y de estos, el 66,7% cuenta actualmente con pareja y se encuentran principalmente en las franjas de edad de entre los 30-39 años y los 50-59 años.

Mujer mira el teléfono móvil

El porcentaje de madrileños que respondieron afirmativamente a la pregunta “En caso de no haber querido mostrar mensajes de móvil o redes sociales a tu pareja, ¿crees que eso sería motivo para ejercer cualquier tipo de violencia (insultos, golpes, chantaje, etc)?” está tres décimas por encima de la media nacional: “Es una cifra preocupante, porque los jóvenes madrileños tienen claro que existe un derecho a la privacidad en el ámbito de la pareja, pero a partir de los 30 años comienza a justificarse el uso de la violencia cuando no se puede controlar esa intimidad”, denuncia Víctor Fernández Cajide, secretario de Igualdad de USO-Madrid.

A pesar de estos datos, Madrid es una de las comunidades con la población menos “controladora” de España. Un 26,4% de los madrileños considera que su pareja debe conocer las claves para desbloquear el móvil del otro. “De estos, el 55,1% son mujeres y la mayor parte de ellos tienen más de 30 años”, destaca Fernández Cajide. Sin embargo, en cuanto a compartir las claves de sus redes sociales, este porcentaje baja al 11,23%, y el 54,9% de las respuestas afirmativas corresponden a hombres.

En cuanto a la obligación de enseñar los mensajes de móvil o redes sociales, el 4,13% de los encuestados respondió afirmativamente, de los cuales el 80% son hombres.

“Con la encuesta, pretendíamos saber si existe una relación entre el control hacia la otra persona con la violencia sobre ella. Efectivamente, hemos visto cómo, según las preguntas incluían un mayor grado de acceso a la intimidad, bajaba el porcentaje de personas que veían normal el compartirlo con su pareja. Sin embargo, no solo persiste quien considera que debe haber un control absoluto de lo que hace y dice la otra persona, sino que se justifica cualquier presión para conseguirlo”, alerta Dulce María Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.

Por ello, “desde USO consideramos primordial el educar en igualdad. Por suerte, la encuesta nos muestra una tendencia al cambio en las generaciones, una toma de conciencia por parte de los más jóvenes de sus derechos individuales en la pareja. No obstante, en USO consideramos que es imprescindible que se contemple un cambio en la normativa sobre acoso para que incluya la persecución, en el seno de una pareja, para dar acceso a los datos y mensajes personales”, reclama la secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.

 

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