Desde que se decretó el estado de alarma, multitud de trabajadores se han convertido en auténticos héroes y han estado en primera línea para garantizar los servicios esenciales. Este 1º de Mayo atípico y sin manifestaciones queremos reivindicar la labor de todos esos trabajadores y trabajadoras con el lema: “El valor de tu trabajo”

Hoy es un día para reconocer a todos estos trabajadores, no solo con aplausos, sino demandando para ellos unas mejores condiciones laborales, más estabilidad en el empleo, más valoración. Porque, en muchas ocasiones, son los mismos que peores condiciones soportan en todo el país. Son héroes de esta crisis, pero víctimas de la precariedad.

 

Limpieza viaria

La gestión de los residuos, recogida de basuras y limpieza de los espacios públicos ha sido uno de los factores clave para garantizar la salubridad de nuestras calles.

Rosi es peón de limpieza viaria y delegada de USO-Madrid en Esmasa. Todas las mañanas recorre las calles de Alcorcón, lanza desinfectante en mano, para dejar el municipio limpio como una patena: “Desde que estamos con el bicho, hacemos todo lo necesario para eliminarlo con desinfectantes. Limpiamos contenedores, islas ecológicas, papeleras, semáforos y todo aquello que la gente toca a diario”.

 

 

 

La excelente labor de los trabajadores de Esmasa es una evidencia, reconocida por los vecinos de Alcorcón: “La gente se asoma a las ventanas, a veces nos aplauden, otras nos dan las gracias y otras incluso nos preguntan sobre las medidas de higiene. Me siento muy orgullosa de poder aportar mi granito de arena”, nos cuenta Rosi, que insiste en que “hay que ser estricto y riguroso con las normas de seguridad, uso de guantes, mascarillas y mucha higiene. No hay que tener miedo, pero sí prudencia”.

César también es delegado de USO en Esmasa. Asegura que “desde el primer momento se aplicaron unas medidas acertadas en la empresa: nos cambiaron los cuadrantes a todos y hacíamos dos días de trabajo y otros dos descanso continuo, entradas y salidas escalonadas, EPI para todos los trabajadores desde el primer momento…”

Además de una protección adecuada, César también destaca la importancia del apoyo de los ciudadanos y la multitud de “muestras de cariño” que están recibiendo en estos días tan extraños en los que “no se ve ni un coche, ni un alma moviéndose y todo parece una de esas películas apocalípticas”.

 

Teleoperadores

Los trabajadores de los call center tuvieron que seguir prestando atención telefónica desde su lugar de trabajo desde el día uno de la crisis. También fueron de los primeros en poner el grito en el cielo porque las empresas no garantizaban su seguridad para evitar los contagios: no se les distanció al menos dos metros, sus puestos de trabajo son rotatorios y comparten el material indispensable como el micrófono y los auriculares.

La situación acabó en intervenciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad gracias a las denuncias de los delegados, que exigieron que se garantizase la seguridad de los trabajadores.

Transporte en ambulancias

Los primeros momentos de la pandemia fueron especialmente dramáticos para los conductores de ambulancias. Son los primeros en prestar asistencia a los enfermos y accidentados sin saber en la mayoría de los casos si la víctima está infectada por coronavirus.

Nuestro delegado Enrique confiesa que “cuando empezó el estado de alarma, no éramos conscientes aún de lo que se no veía encima”. Empezaron a notar un aumento en los traslados en ambulancia de personas con patologías relacionadas con el covid-19 y “las medidas de precaución al principio no fueron las más adecuadas por los problemas de suministro de equipos de protección individual”.

Al igual que el personal sanitario, los conductores de ambulancias son uno de los más afectados por los contagios por falta de equipos de protección adecuados: “Hemos tenido a cincuenta compañeros aislados y unos cuantos positivos”.

 

 

La pandemia también les está obligando a afrontar situaciones terriblemente duras, capaces de poner al límite a cualquier persona a nivel psicológico: “Uno de los momentos más difíciles era en los traslados de pacientes de urgencias. No podían ir familiares y había que trasladarles totalmente solos. Esto es muy duro”, nos cuenta Enrique que no puede borrar de su mente la imagen del colapso de las Urgencias de los Hospitales.

A pesar de que las cifras oficiales de contagiados y fallecidos han descendido e invitan a sentir cierto alivio, Enrique insiste en que “no hay que bajar la guardia porque esto aún no ha terminado. Aún sentimos miedo de ser contagiados, pero es nuestra profesión, esa que hemos elegido. Somos técnicos de Emergencias Sanitarias y estamos poco valorados a pesar de que somos los primeros en llegar a los domicilios y movilizar a los pacientes sin tener un diagnóstico claro”.

Por eso sus sentimientos colapsan entre la tristeza por todos aquellos que han caído, orgullo por haber dado el cien por cien y rabia e impotencia al pensar que las cosas se podían haber hecho mejor.

 

Limpieza en centros de atención primaria

Los trabajadores encargados de la limpieza son esenciales para la higiene de los espacios de trabajo. Todos ellos se enfrentan al coronavirus de forma diaria y se encargan de eliminarlo de las superficies para evitar los contagios. Esa labor resulta todavía más arriesgada para los limpiadores de hospitales y de centros de salud, que en muchas ocasiones han estado expuestos a la enfermedad sin la protección ni la formación adecuada.

Los delegados de USO en Fissa, la empresa encargada de la limpieza en centros de salud, estuvieron sometidos a un gran estrés durante los primeros días de la pandemia por la falta de EPI y de información, con el riesgo constante de enfermar y de contagiar a la familia. En aquellos días, nuestros delegados fueron la primera línea de defensa, encargados de proteger al resto de compañeros, exigir las medidas adecuadas para garantizar la seguridad para los trabajadores y luchar por defender los derechos de los trabajadores. Por eso resultaba demoledor encontrarse ante las trágicas noticias como el fallecimiento de una limpiadora en el Hospital Puerta de Hierro y que nos llevó a reivindicar que la muerte por covid-19 se considere accidente laboral.

 

Medios de comunicación, vigilantes, transportistas…

Trabajadores y trabajadoras de supermercados, de suministros varios, sociosanitarios, vigilantes de seguridad, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, transporte, profesionales de centros hospitalarios y centros de salud, profesionales de la educación en la distancia, empleados públicos de todas las administraciones, y un larguísimo etcétera, han hecho sociedad y han construido futuro. Tú mereces nuestro reconocimiento en este 1º de Mayo. Sólo podemos agradecerte “el valor de tu trabajo”.