¿Es seguro el aire acondicionado ante el coronavirus?

¿Es seguro el aire acondicionado ante el coronavirus?

El coronavirus no se genera o reproduce dentro de los aparatos de aire acondicionado, según los expertos. A pesar de ello, es recomendable utilizar los sistemas de climatización con ciertas precauciones y combinarlo con la ventilación natural para minimizar cualquier riesgo de contagio y prevenir la expansión del covid-19.

El Gobierno ha publicado una guía con una serie de recomendaciones en el que se prioriza la seguridad de los usuarios ante el contagio sobre el bienestar térmico y la eficiencia energética.

1. Caudal mínimo de aire exterior

El documento publicado pone especial énfasis en la renovación de aire, considerándolo el parámetro más importante. En la medida de lo posible se recomienda un mínimo de 12,5 litros por segundo (l/s) y ocupante, que es el valor que el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) atribuye a un aire de buena calidad. Para garantizar este valor mínimo, hay dos opciones: se puede aumentar la ventilación o reducir la ocupación de los espacios.

2. Verificación de caudales

Es recomendable verificar que los equipos encargados de la renovación de aire trabajen, al menos, en sus condiciones nominales de diseño y que las posibles pérdidas de carga, especialmente internas al sistema sean mínimas (filtros con colmatación, etc.).

3. Modificar el control para aumentar la ventilación

Si el sistema dispone de controles específicos de calidad de aire, se aconseja desconectarlos, dando prioridad al caudal del sistema (por horario). En horario laboral se recomienda trabajar con el caudal máximo que permita el sistema desde dos horas antes de la apertura y hasta dos horas después del cierre. En las horas restantes de la semana, incluido fines de semana, es preferible que el sistema funcione a bajo caudal, pero nunca a nivel inferior del 25% del caudal de aire nominal.

4. Reducir o eliminar la recirculación de aire en los equipos

Si se disponen unidades de tratamiento con recirculación de aire, se recomienda cerrar las compuertas de recirculación trabajando con aire exterior siempre que sea posible. Si se dispone de sección de “freecooling”, pasar directamente a modo 100% aire exterior.

5. Recuperación de calor

En los recuperadores rotativos es recomendable llevar a cabo una inspección antes de ponerlos en funcionamiento, para verificar el estado de la sección de recuperación en cuanto a fugas y by-pass de partículas desde el aire de extracción al de impulsión. En los recuperadores de placas, se recomienda verificar las posibles fugas antes de ponerse en operación.

6. Extracción de aseos en continuo

Si existe un sistema de extracción específico para la zona de aseos u otras zonas anexas a la oficina, (como, por ejemplo, vestuarios), la guía aconseja mantenerlos activos de forma permanente. Si existen en los aseos ventanas practicables, se recomienda no abrirlas, ya que ello podría establecer un flujo de aire inverso y sacar aire de los aseos al resto del edificio y facilitar la contaminación por vía fecal-oral.

7. Aumento de la ventilación natural

Cuando el edificio no disponga de sistemas de ventilación mecánica, el documento recomienda la apertura de ventanas accesibles, favoreciendo la ventilación cruzada. Asimismo, se aconseja realizar una ventilación regular con ventanas incluso en edificios con ventilación mecánica.

8. Temperaturas

Se recomienda no cambiar los puntos de consigna de calefacción ni refrigeración, ya que las condiciones de operación del edificio impuestas por el RITE (RD 1826/2009) no afectan de forma significativa a la desactivación del virus, y las condiciones que la permitirían, especialmente por condiciones térmicas por encima de 30ºC, no son compatibles con una actividad en el interior de los locales climatizados convencional.

9. Humedad relativa en los valores habituales

Se consideran adecuados los rangos reglamentarios sobre humedad relativa -entre el 30% y el 70%-, por lo que el documento publicado aconseja mantener los puntos de consigna previamente establecidos en el edificio.

10. Unidades con recirculación en instalaciones con ventilación exterior

Si en el edificio ya hay «fancoils«, «splits» inductores u otro tipo de unidades interiores de expansión directa, se recomienda que estos dispositivos funcionen de manera acompasada y solidaria con las unidades exteriores. La guía aconseja aumentar la filtración del aire recirculado si el equipo lo permite, y siempre y cuando se garantice el caudal de aire nominal del equipo.

11. Sistemas de filtración y purificación centralizados

Si el local u edificio presenta dificultades para obtener una ventilación satisfactoria, se recomienda la utilización de unidades portátiles equipadas con filtros de alta eficiencia HEPA, ubicadas en los espacios a tratar. Es importante que mantengan un índice de movimientos hora significativo. La eficacia de estos equipos depende de su correcta selección y dimensionamiento, por lo que se debe realizar por un técnico competente.

De manera particular, la guía señala que no se pueden utilizar equipos basados en la generación de ozono en locales con presencia de personas y que la Organización Mundial de la Salud advierte contra la utilización de las lámparas UV-C para desinfectar las manos o cualquier otra superficie de la piel. Por tanto, no se recomienda su uso en ambientes en los que haya presencia de personas.

12. Mantenimiento preventivo antes de la reapertura

La guía considera las labores de mantenimiento tan importantes como las de operación del sistema. Aquellos edificios y locales que hayan cerrado o cesado su actividad, el documento recomienda realizar una revisión general de la instalación de climatización antes de la reapertura, limpiando rejillas, difusores, filtros y baterías. Y si la instalación es de ventilación, conviene realizar un proceso de purga del aire interior tanto del edificio como del sistema, para lo que bastaría con el arranque del sistema de ventilación para ofrecer un número de renovaciones del aire interior adecuado.

13. Revisiones

El documento no considera preceptivo realizar la limpieza de los conductos si se siguen las recomendaciones anteriores sobre el aumento del aporte de aire exterior, ausencia de recirculación y parada de recuperadores rotativos. De todas formas, esta recomendación no exime de la preceptiva revisión, una vez por temporada, de la red de conductos según los criterios de la norma UNE 100012

14. Limpieza de los conductos

Se aconseja reemplazar los filtros de aire de acuerdo con el programa de mantenimiento ya establecido en cada edificio. Si el ventilador del equipo lo permite, es recomendable mejorar la eficacia del filtro, siempre y cuando se garantice el caudal de aire nominal del equipo.

15. Revisión y limpieza de las unidades de impulsión y retorno

Si bien es necesario realizar una revisión y limpieza de las unidades de impulsión y retorno de aire una vez por temporada, se considera conveniente reforzar el mantenimiento de los climatizadores especialmente en los siguientes puntos:

  • Verificación de la estanqueidad de las unidades y secciones que la componen, así como en juntas, puertas o registros.
  • Verificación de presiones y caudales nominales de la unidad (punto de trabajo).
  • Limpieza de equipo y componentes (baterías, superficie interior, etc.

16. Seguridad en las labores de mantenimiento

Las labores de mantenimiento se deben llevar a cabo de acuerdo con las medidas de seguridad establecidas en los protocolos de cada empresa y según las directrices del Ministerio de Sanidad. En concreto, el documento enfatiza la necesidad de actuar de forma segura en el caso de cambios de filtro. Las medidas de protección serán las habituales, incluyendo protección respiratoria obligatoria y guantes para todas ellas

17. Actuaciones ante un posible contagio

Ante un posible caso positivo de COVID-19 en el edificio o establecimiento, se recomienda que el espacio donde se haya alojado la persona sea ventilado durante, al menos, cuatro horas. La ventilación debe comenzar al menos dos horas antes de iniciar las labores de desinfección. Dentro del protocolo de limpieza y desinfección del espacio, se recomienda incluir las rejillas de impulsión y retorno de aire; la extracción, la limpieza y desinfección del filtro de la unidad interior si la hubiera (fancoil, split); y la limpieza y desinfección de la unidad interior, si existe, pulverizando una solución desinfectante.

El servicio a bordo de Renfe vuelve a la calle para reclamar su salida del ERTE

El servicio a bordo de Renfe vuelve a la calle para reclamar su salida del ERTE

Más de doscientas personas se han concentrado este lunes para reclamar que 2.000 trabajadores el servicio a bordo de Renfe salgan del ERTE planteado por Ferrovial y para exigir un servicio a bordo de calidad en los trenes AVE y de Larga Distancia, teniendo en cuenta que el transporte ferroviario ha vuelto a la normalidad.

Unos 2.000 trabajadores del servicio a bordo de Renfe se encuentran inmersos en un ERTE porque la empresa pública se niega a restablecer los servicios incluidos en el precio del billete que pagan los viajeros, como la cafetería, el reparto de auriculares y la seguridad y asistencia a los clientes por parte de la tripulación.

“No sólo se trata de servir una bebida”, afirma Luis Miguel González, responsable del Sector Ferroviario en Madrid y delegado de USO en Ferrovial, “sin nosotros, los menores que viajen solos no estarán vigilados y acompañados; no podemos controlar ni ayudar en la subida y bajada de viajeros; nadie atiende las puertas; y, si pasase cualquier desgracia o un mínimo accidente o contratiempo, no hay nadie en el tren para asistir a los viajeros”.

La concentración ha tenido lugar en la Puerta del Sol y entre los asistentes se encontraban el secretario de Organización, Fernando Lago, y la secretaria de Formación y Salud Laboral, Raquel Bordoy.

 

 

USO-Madrid denuncia que las condiciones de limpieza en la T1 de Barajas son insuficientes

USO-Madrid denuncia que las condiciones de limpieza en la T1 de Barajas son insuficientes

USO-Madrid denuncia que las condiciones de limpieza en la terminal 1 del aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas son insuficientes. Aena debe cumplir con el expediente adjudicado y exigir a Sacyr Facilities que saque a los limpiadores del ERTE para poder garantizar la seguridad y la higiene de los viajeros y los trabajadores del aeropuerto.

Aena reanudó la operativa en la T1 el pasado 1 de julio con 36 trabajadores de limpieza incorporados al 50% de jornada cuando lo habitual era contar con una plantilla de más de 120 limpiadores antes del estallido de la pandemia. “Con estas condiciones, es imposible que podamos garantizar la higiene y la limpieza en la T1, sobre todo teniendo en cuenta que más del 80% del personal de Aena se ha reincorporado en las diferentes oficinas e instalaciones de pistas” señala Fernanda Correia, delegada de USO-Madrid en Sacyr y secretaria de acción sindical de la Federación Estatal de Servicios de USO.

Por ese motivo, afirma Correia, “Aena debe mantener los contratos de limpieza intactos para garantizar la higiene en todas las terminales del aeropuerto y también debe exigir a Sacyr, Ferrovial y Optima, que saquen del ERTE a todos los trabajadores. Las necesidades de desinfectar e higienizar constantemente, ahora mismo no son asumibles con tan poco personal. Es más, la excesiva carga de trabajo que hay en las terminales abiertas ahora mismo y en el resto de instalaciones está poniendo en riesgo a pasajeros y todo el personal operativo por las necesidades constantes, no solo de limpiar, como la necesidad constante de desinfectar”.

Correia también recuerda que “si las empresa privadas están invirtiendo en limpieza para garantizar una higiene adecuada contra la covid-19, no es de recibo que Aena esté escatimando o recortando los presupuestos a las empresas en los servicios de limpieza”.

Desde este lunes se puede pedir la compensación del abono transporte no utilizado durante el estado de alarma

Desde este lunes se puede pedir la compensación del abono transporte no utilizado durante el estado de alarma

El Consejo de Administración del Consorcio Regional de Transportes, en su reunión del día 17 de junio, ha aprobado el procedimiento extraordinario de compensación parcial a los usuarios de Abono Transportes 30 días y anuales en los términos y condiciones descritos a continuación:

¿Quién se puede beneficiar?

Se podrán acoger a esta medida usuarios con tarjetas transporte público personales cargadas con títulos de Abono Transportes 30 días o anuales, adquiridos hasta el día 30 de marzo, cuya utilización se haya visto afectada por las limitaciones de la movilidad aplicadas para combatir la crisis sanitaria a partir de la entrada en vigor del estado de alarma.

Quedan excluidos de las presentes condiciones los títulos de Abono Transportes adquiridos por entidades o centros de trabajo que gestionan directamente con el CRTM los títulos para sus empleados.

¿Cuánto es la compensación?

Usuarios con título de Abono Transporte 30 días: La compensación consistirá en una carga, sin coste, de un título de compensación del mismo número de días que no se pudieron utilizar, acorde al perfil del usuario, que permita el desplazamiento de este por la misma zona tarifaria que el cargado previamente.

Usuarios con título de Abono Transporte Anual: La compensación consistirá en la prórroga de la fecha de vencimiento del título anual hasta el 31/3/2021 siempre que este haya sido adquirido hasta el 30/3/2020.

Determinación de días de compensación

Los días no utilizados se contabilizan, siempre, desde el día siguiente a la última validación efectuada por el usuario.

No se compensan los días no utilizados con anterioridad a la entrada en vigor del Real Decreto 463/2020 de estado de alarma, 15 de marzo de 2020.

Para el cálculo de los días de compensación de los títulos no utilizados se tendrá en cuenta que, transcurridos 10 días después de efectuar la carga, si el título no ha sido validado, comenzará a contar el plazo de 30 días.

Usuarios con carga de título 30 días

Se compensará a los usuarios afectados por las restricciones de movilidad que se produjeron a partir del 15 de marzo como consecuencia del RD Estado de Alarma y de la posterior limitación de la movilidad a actividades esenciales a partir del 30 de marzo.

Todos los usuarios que hayan adquirido un abono 30 días hasta el 30 de marzo serán compensados por los días no consumidos a partir de la última validación efectuada. En el caso de que esta fuera anterior al 15 de marzo se compensarán por los días restantes a partir de esta fecha.

Usuarios con título de Abono Transportes Anual

Los títulos de Abono Transportes Anual adquiridos hasta el 30 de marzo se compensarán mediante ampliación de la fecha de validez del título hasta el 31/03/2021.

¿Cómo se solicita?

La petición de compensación deberá ser, obligatoriamente, solicitada a través de los medios establecidos por el Consorcio Regional de Transportes, y dentro de los plazos previstos.

La fecha límite para realizar la solicitud de compensación es el día 20 de octubre de 2020. Las solicitudes no efectuadas en el plazo previsto pierden automáticamente el derecho a compensación.

La solicitud de compensación se podrá realizar a través de la web del CRTM  www.crtm.es o contactando con el servicio 012 de la Comunidad de Madrid a través de cualquiera de sus canales: Chat 012, correo electrónico atencionalciudadano@012.madrid.org o teléfono 012.

La solicitud se ha de realizar cumplimentando un formulario web en el que deberá registrar el nº serie de la tarjeta transporte público personal en la que estaba cargado el título de Abono Transportes 30 días o anual por el que se solicita la compensación.

El sistema devolverá la información del título de compensación que corresponde, con indicación del número de días y zona tarifaria, en el caso del abono 30 días y con la confirmación de la ampliación del plazo de validez en el caso del título anual.

Se podrá obtener justificante de haber realizado la solicitud de compensación mediante descarga del mismo o a través del correo electrónico que se facilite.

En el caso de haber extraviado la tarjeta transporte público personal, la solicitud de compensación sólo se podrá realizar presencialmente, acudiendo a una de las oficinas de gestión del CRTM, mediante cita previa.

No se ha hecho ningún test a los técnicos de ambulancias de Ferrovial en Madrid desde el inicio de la pandemia

No se ha hecho ningún test a los técnicos de ambulancias de Ferrovial en Madrid desde el inicio de la pandemia

USO-Madrid denuncia que Ferrovial no ha realizado ningún tipo de test o prueba de detección de coronavirus a los técnicos de ambulancias que están prestando servicio en la Comunidad de Madrid.

Los delegados de prevención de riesgos laborales aseguran que Ferrovial, la empresa que realiza el servicio de urgencias extrahospitalarias de la CAM, está eludiendo las múltiples peticiones por parte de los trabajadores para que se realicen los controles necesarios que permitan detectar a los técnicos de ambulancias que pudieran estar contagiados de forma asintomática.

“Ferrovial está poniendo en riesgo tanto a los enfermos que trasladamos a los centros hospitalarios como al resto de sanitarios. Realizar test a los trabajadores es la única manera de detectar a los posibles asintomáticos, pero la empresa nos va dando largas, los meses pasan y no nos hacen los test”, denuncia José Manuel de la Rubia, delegado de USO-Madrid.

La situación es potencialmente peligrosa teniendo en cuenta que los técnicos de ambulancias están expuestos al peligro de contagio biológico durante toda la jornada laboral: “Posiblemente somos los únicos sanitarios de la Comunidad de Madrid a los que no se ha hecho test”, afirma De la Rubia.

Los delegados de prevención de Ferrovial han pedido a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid que interceda para conseguir las pruebas diagnósticas PCR o test rápidos para la detección de anticuerpos a través de cualquier hospital o centro de atención primaria. “También hemos pedido ayuda al SUMMA 112, para el cual desarrollamos nuestro trabajo, pero nos han ignorado y nos han abandonado a nuestra suerte hasta el punto de que muchos trabajadores han tenido que pagar sus propios test de forma privada”, lamenta De la Rubia.

Desde hace unos días vemos cómo se están produciendo brotes de coronavirus en diversos puntos de España, un riesgo incrementado con la apertura de nuestras fronteras: “Ahora más que nunca es imprescindible realizar un correcto seguimiento y control de los trabajadores más expuestos al virus para evitar que volvamos a la situación que vivimos hace cuatro meses”, afirma De la Rubia.

La alerta de calor y el uso obligatorio de la mascarilla agravan el riesgo de estrés térmico en el trabajo

La alerta de calor y el uso obligatorio de la mascarilla agravan el riesgo de estrés térmico en el trabajo

Madrid se encuentra en riesgo amarillo por altas temperaturas. En esta ola de calor, el uso obligado de la mascarilla aumenta el riesgo de sufrir un golpe de calor o estrés térmico. Algunas profesiones que se desarrollan en exteriores o en ambientes especialmente sobrecalentados deben tener en cuenta las recomendaciones de Salud Laboral para evitar mareos, calambres o pérdida de conocimiento, entre otros síntomas.

El uso obligado de la mascarilla, necesario para evitar posibles contagios de coronavirus, tiene un segundo efecto secundario y es que provoca un exceso de sudoración y, por lo tanto, una mayor deshidratación. Para aquellos que utilizan gafas, la mascarilla también provoca un molesto vaho que acaba empañando los cristales. Esto puede entorpecer los movimientos y causar además otro tipo de accidentes diferentes a los que provoca el calor.

 

El golpe de calor

La sobrecarga térmica refleja las consecuencias que padece una persona cuando se adapta a condiciones de estrés térmico. Este se da cuando el cuerpo humano no goza de un adecuado ajuste fisiológico, sino que hace un esfuerzo extra para adaptar su temperatura. Los parámetros que permiten controlar y determinar la sobrecarga térmica son:

  • temperatura corporal.
  • frecuencia cardíaca.
  • tasa de sudoración.

El efecto más grave de esta descompensación es el golpe de calor, que pueden ocasionar pérdidas de conocimiento, mareos, vértigos, trastornos circulatorios o problemas cardíacos.

La sobrecarga térmica depende de factores propios de cada persona. Sus reacciones pueden ser diferentes incluso con el paso del tiempo.

 

Factores a tener en cuenta a la hora de prevenir un golpe de calor en el trabajo

Los factores o características personales determinan la capacidad fisiológica de respuesta al calor. Entre estos factores personales de riesgo, que reducen la tolerancia individual al estrés térmico, se encuentran:

  • La edad. Las personas de mayor edad son más susceptibles a padecer problemas de control de la circulación periférica o menor capacidad de mantener la hidratación. En consecuencia, son más vulnerables al estrés térmico.
  • La obesidad. Debido al incremento del aislamiento térmico que sufre el cuerpo, pueden darse deficiencias del sistema cardiovascular y la baja condición física.
  • La hidratación. El problema es que mantener la hidratación adecuada no es fácil, debido, entre otros factores, a que la sensación de sed no es siempre proporcional a la pérdida de agua. La rehidratación bebiendo agua es efectiva y rápida.
  • El consumo de medicamentos o bebidas alcohólicas. Algunos sedantes afectan a la sensación de sed. Otros fármacos intervienen en la termorregulación, incrementan el calor metabólico y reducen la distribución del calor, condicionando la circulación periférica. El alcohol produce vasodilatación periférica y diuresis, que afectan a la respuesta del cuerpo al estrés térmico y aumentan la probabilidad de una bajada de tensión durante la exposición.
  • La aclimatación es un proceso gradual que puede durar de 7 a 14 días. En ellos, el cuerpo va adaptándose para realizar una determinada actividad física en condiciones de calor. Se recomienda que, el primer día de trabajo, la exposición al calor se reduzca a la mitad de la jornada. Después, día a día, debería aumentarse progresivamente el tiempo de trabajo (10%) hasta la jornada completa.

 

Algunos efectos del incremento del estrés térmico por sobreexposición al calor

Entre los posibles efectos de la exposición al calor, debe tenerse en cuenta que el incremento del nivel de estrés térmico es un factor que, junto con otros, puede dar lugar a accidentes. Por ejemplo, atrapamientos, golpes, o caídas al mismo o distinto nivel derivadas de mareos o desvanecimientos. De esta forma, podemos encontrarnos:

  • Síncope por calor: la permanencia de pie o inmóvil durante mucho tiempo en un ambiente caluroso con cambio rápido de postura puede producir una bajada de tensión con disminución de caudal sanguíneo que llega al cerebro.
  • Deshidratación y pérdida de electrolitos: la exposición prolongada al calor implica una pérdida de agua y electrolitos a través de la sudoración. La sed no es un buen indicador de la deshidratación. Un fallo en la rehidratación del cuerpo y en los niveles de electrolitos se traduce en problemas gastrointestinales y calambres musculares.
  • Agotamiento por calor: se produce cuando existe una gran deshidratación. Los síntomas incluyen la pérdida de capacidad de trabajo, disminución de las habilidades psicomotoras, náuseas y fatiga.
  • Golpe de calor: se desarrolla cuando la termorregulación ha sido superada y el cuerpo ha utilizado la mayoría de sus defensas para combatir la hipertermia (aumento de la temperatura interna por encima de la habitual). Se caracteriza por un incremento elevado de la temperatura interna por encima de 40,5 °C, y la piel caliente y seca, debido a que no se produce sudoración.

 

Cómo protegerse frente al calor y un posible estrés térmico en el trabajo

Para proporcionar la protección adecuada frente al estrés térmico, además de la implantación de los controles generales, se requieren procedimientos de trabajo específicos. En todos los casos, el objetivo principal de la gestión del estrés térmico es prevenir el golpe de calor. Por tanto, recomendamos que propongáis en vuestros centros de trabajo las siguientes medidas:

  • Incrementar la circulación general de aire, reducir los procesos que liberan calor y vapor de agua, y apantallar las fuentes de calor radiante.
  • Evitar el trabajo aislado, con el fin de facilitar una supervisión mutua en caso de aparición de algún problema.
  • La ventilación natural es un medio lento pero eficaz para incrementar la transferencia de calor desde la piel al exterior. El aumento de la velocidad del aire incrementa la pérdida de calor, aunque se trate de aire del local, al facilitar la evaporación del sudor.
  • El calor radiante puede reducirse mediante la interposición de barreras materiales que reduzcan la radiación térmica. Si no es posible aislar las fuentes de calor mediante pantallas y dicha radiación térmica es muy intensa, deberá utilizarse ropa que proteja la piel. Por el contrario, al cubrir la piel también se reduce la refrigeración de la piel por convección o evaporación del sudor.
  • La mayor dificultad suele darse si la temperatura del aire es superior a la temperatura de la piel, 35-36°C. En esa situación, el cuerpo está ganando calor y la evaporación del agua en la superficie de la piel es la única vía de pérdida de calor. En estos casos, juega un papel crucial la permeabilidad de los tejidos y la capacidad de circulación de aire a través de la ropa. A pesar de que la refrigeración del lugar de trabajo se considere una medida poco viable, existen casos en los puede resultar muy efectivo, por lo que es interesante estudiar cada uno.
  • La aplicación de medidas organizativas que permitan establecer tiempos de exposición aceptables para los trabajadores, tiempos de recuperación suficientes y limitación de la carga física, tasa metabólica. Estas medidas constituyen una vía de limitación de la exposición y de gestión del riesgo a través de la implantación de procedimientos de trabajo y gestión del personal.
  • La posibilidad de utilizar mecanismos de refrigeración personal, conjuntamente con ropa de protección, puede llegar a ser una alternativa. Existen chalecos refrigerados o trajes con mecanismos de refrigeración incorporados que impiden el incremento de la temperatura del cuerpo.

 

El impacto de la ola de calor en el trabajo al aire libre

Las personas que trabajan al aire libre suelen tener una alta necesidad de hidratarse debido a que, en general, su actividad física es mayor. Sin embargo, en las oficinas existen otros factores que pueden condicionar la demanda de líquidos. Como, por ejemplo, la sequedad del ambiente producida por los sistemas de climatización, que exponen a las vías respiratorias, piel y mucosas a una pérdida excesiva de humedad.

En USO, creemos que es fundamental que se vigilen los síntomas de la sobrecarga térmica, suyos y de las personas que trabajen a su alrededor, para identificarla y, de esta forma, evitar accidentes graves o incluso fallecimientos en el puesto de trabajo:

  • Para personas con un sistema cardíaco normal, debe interrumpirse durante varios minutos la exposición cuando el pulso cardíaco supera 180 pulsaciones por minuto, restada la edad en años de la persona.
  • Si la temperatura corporal interna supera los 38°C, en el caso de personal no aclimatado.
  • Si tras un gran esfuerzo, el pulso de recuperación, 1 minuto después del esfuerzo máximo, es mayor de 110 pulsaciones por minuto.
  • En el caso de que existan síntomas como fuerte fatiga repentina, náuseas, vértigo o mareos.
  • Si un trabajador en exposición al calor aparece desorientado o confuso, o sufre una irritabilidad inexplicable, malestar general, síntomas gripales, debe ser retirado a una zona refrigerada con circulación rápida de aire y permanecer en observación por personal cualificado.
  • Si la sudoración se interrumpe y la piel se vuelve caliente y seca, se le debe proporcionar atención médica inmediata, seguida de la hospitalización.