Las estrictas condiciones marcadas por Renfe para prorrogar el contrato de servicio a bordo en los trenes Ave y de Larga Distancia obliga a Ferrovial a aplicar un ERTE al 97% de la plantilla.

El Consejo de Administración de Renfe ha decidido prorrogar el contrato de servicio de logística y atención a bordo hasta el mes de diciembre, pero no reabrirá los servicios de restauración o cafetería incluso tras el fin del estado de alarma. Además, cerrará los centros de Sevilla, Valencia, Alicante, A Coruña, Málaga, Irún y Bilbao.

Esto implica que de los 2.000 trabajadores de servicio a bordo, tan sólo mantendrán su trabajo unos 30 en la base de Madrid y otros 30 en la base de Barcelona. Los 1.940 trabajadores restantes quedarán afectados por un ERTE en el que únicamente percibirán la prestación del SEPE, porque Ferrovial se ha negado a completar su salario. Este ERTE se renegociará una vez finalice el estado de alarma y, por lo tanto, comenzará a comerse el paro de los trabajadores hasta diciembre.

“Renfe está aprovechando el coronavirus para recortar sus servicios, a pesar de que les hemos dado opciones para garantizar la seguridad”, señala Luis Miguel González, responsable del Sector Ferroviario en Madrid y delgado de USO en Ferrovial. “El futuro que nos espera es incierto porque Renfe no ha asegurado que el servicio vuelva a a ser el mismo tras el fin de la crisis”, afirma Luis Miguel Gonzalez, “al final los que pagan los platos rotos son las familias, que se quedan viviendo en la más completa incertidumbre hasta diciembre y con los ingresos mermados en una situación crítica. Es una agonía”.

Desde USO-Madrid valoramos el trabajo realizado por la sección sindical de SAB-USO-Madrid “por el compromiso y la responsabilidad con la que ha afrontado una situación tan conflictiva como encontrarte de un día para otro desde un ERTE a la calle”, señala la secretaria general de USO-Madrid, Concepción Iniesta.

“Sobre el acuerdo alcanzado nos deja un sabor agridulce, por una parte se mantienen los puestos de trabajo gracias a la presión que hemos ejercido, pero por otra tenemos a casi toda la plantilla en un ERTE hasta diciembre”. Aún así, insiste Iniesta, “esta es una primera batalla. Pero vamos a seguir pidiendo al Gobierno, como lo hemos hecho en este periodo frenético de 48 horas, que cumpla su palabra y «no deje a nadie atras» porque son responsables de haber creado esta situación”.