por Juan José Rodríguez | Oct 2, 2020 | Empleo, Igualdad
Los jóvenes madrileños deberían destinar el 105% de su sueldo para cubrir el alquiler medio en la región, que ronda los 1.176 euros. Esto implica que solo un 20,5 por ciento de ellos se haya emancipado, según datos del último Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud en España del segundo semestre de 2019.
Desde USO-Madrid denunciamos que, a pesar de encontrarnos ante una de las generaciones mejor formadas, la precariedad laboral, la reforma laboral de 2002 y los ajustes de los años siguientes han condenado a los jóvenes de Madrid y de toda España. El resultado es que toda una generación padece empleos precarios, salarios más bajos y una tasa de paro del 17% en el segundo semestre del año pasado que se eleva hasta el 24,3% en la franja de los 16-24 años.
La consecuencia directa es que los jóvenes están retrasando la edad de emancipación y la edad para formar una familia. Las cuentas no salen. Con un bajo salario es imposible afrontar el pago de un alquiler, que a pesar de la crisis del coronavirus, sigue subiendo en Madrid, además de los suministros básicos, servicios y transporte.
Desde USO recordamos que es imprescindible crear un parque de viviendas de alquiler tasado y medidas de acuerdo a las necesidades de los jóvenes. La inestabilidad, la precariedad laboral y los contratos basura tendrán unas repercusiones desastrosas en el futuro, que van desde una caída en picado de la tasa de natalidad hasta el colapso del actual sistema de pensiones por la pérdida de contribuyentes.
por Juan José Rodríguez | Sep 10, 2020 | Economía, Empleo
Se cumplen 10 años desde que el Congreso convalidó la ley de la Reforma Laboral de 2010. Una reforma contra la que USO convocó una huelga general y que apenas estuvo año y medio en vigor, pero que sentó las bases de los grandes recortes de derechos laborales de la legislación laboral vigente.
En este contexto, el Gabinete de Estudios de USO ha realizado un estudio comparativo entre la situación del empleo hace 10 años y hoy, teniendo en cuenta la situación previa a la llegada del covid-19 y la estrictamente actual.
“De 2010 y 2013, cayó fuertemente la afiliación a la Seguridad Social. Y lo hizo más en los años de las dos reformas, 2010 y 2012, que en sus sucesivos, 2011 y 2013 respectivamente. Esto refuerza nuestra idea de que empobrecer las condiciones laborales y abaratar el despido no crea empleo. El empleo se crea cuando hay actividad económica, las empresas no contratan porque puedan despedir, sino que contratan cuando de verdad cree que se puede trabajar. Por ello, los esfuerzos legislativos para dinamizar el mercado laboral llevaron una dirección errónea: debían haberse orientado a potenciar la actividad económica, que es la que sí necesitará de más personas trabajadoras”, defiende Joaquín Pérez, secretario general de USO.
La afiliación a la Seguridad Social no volvió a los niveles de 2010 hasta 2016, y fue a partir de ahí cuando comenzó a ganar cotizantes a tenor de millón anual hasta el golpe de la pandemia del coronavirus, que nos ha devuelto a agosto de 2018. Sin embargo, esos datos de afiliación son engañosos.
“Se han recuperado cotizantes, pero no se han generado puestos de trabajo de calidad. Hay muchos más trozos de empleos pero no tantos empleos. Mirando las jornadas completas efectivamente trabajadas, no fue hasta 2018 cuando se recuperó el nivel de empleo de 2010. Mientras en 2019 había 1,6 millones de cotizantes más, en realidad solo había 530.000 nuevas jornadas completas”, analiza Pérez.
322 contratos firmados para sumar cada jornada completa
Sin tener en cuenta el golpe de estos meses, para llegar a una situación de apenas medio millón de jornadas completas nuevas en una década, la “de la recuperación”, se han firmado 172 millones de contratos; es decir, 322 contratos para cada jornada completa.
“Además de abaratar el despido, la Reforma de 2010 y su heredera precarizaron el trabajo, que se hizo cada vez más temporal. Entre otras medidas, le dieron más poder a las ETT en detrimento de las labores del SEPE, fomentando agencias de colocación que solo ofrecen trabajos temporales. El resultado es que España tiene una tasa de temporalidad un 8% superior a los países de nuestro entorno. En estos diez años, el porcentaje de contratos indefinidos firmados no llega al 9%, y las peores cifras se dieron precisamente al año siguiente de cada reforma, con el 7,7% de contratos indefinidos sobre el total”, recuerda el secretario general
La situación actual y la necesaria contrarreforma
Todos estos datos se han visto agravados si, en lugar de con 2019, los comparamos con el efecto pandemia en el que estamos inmersos. “Hay una enseñanza que debe quedarle clara a este gobierno y a los que vengan detrás: recortar derechos y abaratar despidos no crea empleo. Por lo tanto, esperamos que caigan en la tentación de mantener o ampliar medidas tan dolorosas como inútiles. Lo que en su día llamaron, con mucha sorna, ‘corrección del mercado laboral’, debe ser hoy ‘corrección de los ataques y contrarreforma laboral’. Hay que reconstruir la legislación laboral con garantías para las personas y fomentar el empleo con políticas económicas efectivas, no contractivas”, pide Joaquín Pérez.
El otro gran error del planteamiento de la recuperación es “la bajada salarial en términos de poder adquisitivo. Los sueldos comenzaron a recuperar su valor en esta década de crisis no por las subidas, sino cuando la inflación se estancó. Los Acuerdos por la Negociación Colectiva han sido un circo sin más efectos que la foto de la firma, al igual que lo está siendo el proceso actual para ampliar los ERTE. Con septiembre ya avanzado y el 30 como último día de protección especial de los ERTE por covid, el paripé bochornoso de anunciar que el Diálogo Social se reúne para acordar que va a reunirse es un insulto para todos los trabajadores y pequeños empresarios que no saben qué será de su vida en tres semanas”, recrimina el secretario general de USO.
por Juan José Rodríguez | May 21, 2020 | Economía, Empleo
Al filo de medianoche, sin palabra alguna al respecto en un Congreso que había estado de pleno hasta minutos antes, con tachones de Tipp-Ex tras los tirones de orejas nocturnos y evidenciando que tiene más poder laboral la novena fuerza parlamentaria que el mal llamado Diálogo Social, que ni fue convocado para tomar la decisión de mayor calado en la materia desde la propia Reforma. Así se anunciaba la derogación de la reforma laboral de 2012, después matizada, y sin definir qué la sustituirá.
USO se muestra muy crítico con el anuncio de acuerdo, rectificación, reformilla y matización: “es un error hacer política con un tema tan trascendente para el futuro y del que depende el conjunto de la sociedad de manera tan fugitiva, precipitada, oculta, de poca calidad democrática, sin abrir debates, al margen del Congreso y de los principales partidos de la oposición. No se ha hecho un verdadero análisis de lo que está pasando y de sus posibles consecuencias. Aún no está resuelto lo urgente ni se han puesto en marcha medidas de reactivación y de apuesta por el empleo de calidad”, reprueba Joaquín Pérez, secretario general de USO.
Para USO, no es el momento de construir una nueva legislación laboral exprés y sin reflexión. Los parches de estas semanas han buscado salvar una situación excepcional, pero no puede perpetuarse esa manera de hacer políticas de empleo dando bandazos para las grandes medidas que ya deberían haberse puesto en marcha. “Lo que necesitamos es un marco legal para el trabajo que recoja la protección de los trabajadores a largo plazo, porque esta crisis sociolaboral no finalizará con el estado de alarma. Al contrario, será en ese momento cuando empecemos a conocer sus consecuencias reales”, avisa Pérez.
“Es muy triste que no se hable de qué protección tendrán los trabajadores o de qué pasará con los ERTE, sino de con quién se acuerda la derogación. Se deja una vez más en evidencia que no existe el Diálogo Social, que es un teatrillo inservible en el que patronales y solo dos organizaciones sindicales se autoproclaman portavoces de toda la sociedad. Pero, a la hora de la verdad, son ninguneados para las decisiones de verdadero calado. Se quedan sin la foto más buscada de los últimos ocho años, acostumbrados a una mesa a la que llegan los acuerdos cocinados y en su punto para la firma”, recrimina el secretario general de USO.
En opinión de la Unión Sindical Obrera, “derogar no es volver a 1990, es construir una nueva ley. Una ley nueva en la que no pueden estar ni la preponderancia del convenio de empresa ni los despidos por baja ni la ultraactividad que USO ganó en la Audiencia Nacional tras ser el único sindicato en pelearla, por cierto. Pero es una ley que debe contemplar la protección de los trabajadores más allá del 30 de junio con políticas activas de empleo que permitan mantener los puestos de trabajo, tanto con medidas orientadas a los trabajadores como a la protección del pequeño empresario o autónomo que sustenta el grueso del tejido laboral. Y debe contemplar las nuevas realidades que nos han explotado en la cara, como el teletrabajo y la mejor conciliación. Pero, además, sin otra legislación complementaria, como la reindustrialización o la política fiscal ambiciosa, el marco legal laboral nacerá cojo”.
por Juan José Rodríguez | Feb 5, 2019 | Economía, Empleo
El paro en la Comunidad de Madrid ha crecido un 3,33% en enero, lo que convierte a nuestra región en la segunda de España en la que más crece el desempleo por detrás de Andalucía. “La situación de expansión económica comienza a estancarse y es necesario crear empleo de calidad en el sector no estacionales como la Industria y una mayor inversión en I+D+I”, afirma la secretaria general de USO-Madrid, Concepción Iniesta.
Ahora mismo en la región hay 350.606 personas sin trabajo y un 78,1% (274.096) de ellos pertenecen al sector Servicios, lo que se traduce en 10.895 más que el pasado mes de diciembre. “El sector Servicios es precario. Un modelo laboral basado en los contratos temporales asociados a la Navidad o a las rebajas suponen un lastre en las condiciones de los trabajadores, que se ven sometidos a una inestabilidad que imposibilita cualquier proyecto de vida a largo plazo”, explica Iniesta.
Y a pesar de que la cifra de parados en la región sea un 8,2% más baja que hace un año, hay que alertar de que “existe un estancamiento en la recuperación económica fomentada por una reforma laboral que lo único que contribuyó fue a precarizar las condiciones laborales”.
Y sólo hay que observar que a pesar de que este mes se ha alcanzado un récord en la contratación con 226.381 contratos registrados durante enero, lo cierto es que un 82,3% de esos contratos son temporales (186.216) y un 17,7% (40.165) son indefinidos.
Los contratos temporales siguen aumentando en detrimento de los indefinidos. Este mes se han realizado un 7,7% más de contratos temporales con respecto a enero del año pasado, lo cual demuestra que “nos encontramos ante una espiral de degradación en las condiciones laborales fomentada sin duda alguna por la reforma de la Ley Laboral”.
También hay que destacar que, de la cifra total de desempleados en la Comunidad de Madrid, 146.947 son hombres (41,9%) y 203.659 son mujeres (58.1%), por lo que “resulta imprescindible seguir ahondando en las políticas de igualdad que permitan a las mujeres acceder al mercado laboral y ascender en igualdad de condiciones que los hombres”, señala Iniesta.
Además, 26.096 desempleados de la región en el mes de enero tienen menos de 25 años. “Nuestros jóvenes siguen sin encontrar estabilidad ni acceden al mercado de trabajo en condiciones dignas: sus informes de vida laboral ocupan folios y folios que suman unos meses de experiencia en forma de decenas de contratos por días”, afirma el secretario general de USO, Joaquín Pérez, que insiste en que “son la diana fácil de las agotadoras campañas navideñas de jornadas de 12 horas durante diez días”.
por Juan José Rodríguez | Feb 8, 2018 | Economía, Empleo
El paro vuelve a subir en enero (63.747 personas, 1,87%) y además lo ha hecho a niveles mayores que en el mismo mes de los dos últimos años, lo que se suma a la desaceleración en la creación de empleo de meses anteriores.
Desde la USO, alertamos de que los datos de los últimos meses son “preocupantes, ya que no solo empezamos a ver cifras totales en negativo, sino que disminuye significativamente también el número de ocupados a tiempo completo e indefinidos, aumentando los que lo hacen a tiempo parcial con contratos temporales; es decir, un cambio de escenario que plantea un futuro mercado laboral más precarizado cada día”, arremete el secretario general de la USO, Joaquín Pérez. Se incrementa también el número de contratos formalizados respecto a ejercicios anteriores, evidenciando que cada vez hay más concatenación de contratos, incluso de duración y jornada ridículas.
“Sin estabilidad en el empleo y salarios dignos, no habrá verdadera recuperación; asistiremos crónicamente a un vaivén de datos numéricos positivos y negativos eterno”, afirma Pérez.
En esa línea, desde USO se recuerda que el 2017 cerró con un incremento del PIB del 3,1%, los salarios subieron un 1,4%, las pensiones un 0,25% y la inflación quedó en el 2%, “una verdadera esquizofrenia donde una cacareada recuperación económica no llega a la mayoría de la ciudadanía”, continúa Joaquín Pérez.
Desde USO, se ha recordado además que las 200 grandes fortunas, dueñas de las mayores empresas del país, han aumentado su riqueza en 10.000 millones, con cifras récord de productividad, a costa de pagar unos salarios bajos, con contrataciones precarias bonificadas, contratos temporales injustificados, etc. En este sentido, USO ha valorado la labor que se ha desarrollado en los últimos años desde la Inspección de Trabajo, que en los últimos cinco años detectó más de 500.000 empleos irregulares, junto a la conversión en indefinidos de casi 350.000 empleos indebidamente temporales. “Buen trabajo, pero se puede y se debe hacer mucho más, se debe dotar a la Inspección de Trabajo de más medios humanos para poder realizar su labor de manera ágil y efectiva”, defiende el secretario general de la USO.
La USO alerta, asimismo, de la llamativa bajada de cotizantes a la Seguridad Social, el triple que la subida del desempleo (178.170 afiliados menos con respecto a diciembre), así como la gran brecha de género en el desempleo en la que hay dos millones de mujeres frente a menos de un millón y medio de hombres, a pesar de que la tasa de actividad entre las mujeres sigue siendo menor que entre los hombres.
Por último, desde USO se siguen viendo con especial preocupación los datos respecto a la cobertura por desempleo, “ponen de manifiesto que 4 de cada 10 desempleados españoles no tienen prestaciones, con 1,2 millones de hogares con todos sus miembros en paro y el consiguiente riesgo de pobreza extrema y exclusión social”, concluye Joaquín Pérez.