8M. El día es mío, la lucha es nuestra

8M. El día es mío, la lucha es nuestra

Este 8M, celebramos el Día Internacional de la Mujer poniendo el foco en un problema que, aunque no es nuevo, ha cobrado especial relevancia en el contexto de la pandemia por covid-19: el desigual reparto del tiempo de trabajo remunerado y los cuidados entre hombres y mujeres.

Muchas familias tienen problemas para conciliar su vida laboral y personal en España, pero el peso de estas responsabilidades familiares recae, sobre todo, en las mujeres. Este desigual reparto del tiempo, del que vienen alertando varias instituciones nacionales e internacionales, trae como consecuencia una importante brecha de género a nivel laboral y económico. Una brecha que, por otro lado, se ha visto agravada por los efectos de la pandemia, que han acentuado notablemente las desigualdades.

Más desempleo y temporalidad entre las mujeres

En 2022, las mujeres padecen una mayor tasa de desempleo y una mayor temporalidad en sus trabajos que los hombres. Son mayoría entre las personas que reciben salarios mínimos, y son las que, en mayor medida, trabajan a tiempo parcial, recurren a las reducciones de jornada y excedencias, o cambian de empleo para cuidar de otras personas. No solo hay más mujeres trabajando sin ser remuneradas, sino que, entre las personas trabajadoras, las mujeres asumen la mayor parte de las tareas del hogar. El lema podría ser el mismo que hace 20 años: “queremos empleo, que trabajo nos sobra”.

Durante el último trimestre de 2021, el paro femenino era de 15,04%, frente al 11,79% del masculino. El 22,1% de las mujeres que trabajaban lo hacían a tiempo parcial, una cifra significativamente mayor al 6,2% de los hombres. Esto supone que, del total de las personas trabajadoras a tiempo parcial, un 75% son mujeres. Adicionalmente, los sectores económicos relacionados con el cuidado, altamente feminizados, son normalmente los más precarios y de menor reconocimiento social, a pesar de ser esenciales.

Para acabar con la desigualdad es necesario un cambio cultural

Cuando las mujeres se ausentan del trabajo, renuncian a parte de su carrera profesional, pierden poder adquisitivo e independencia, y dejan de acceder a puestos de responsabilidad. Todo ello supone dejar de participar en la vida pública de la misma forma en la que lo hacen los hombres. Las decisiones que se toman en empresas o instituciones afectan a toda la sociedad, y esa es una razón de peso para que mujeres y hombres encuentren en ellas una igual representación a todos los niveles.

Las políticas de igualdad que se han aprobado hasta ahora han facilitado la conciliación, pero no han evitado que se sigan reproduciendo los roles tradicionales de género. Han facilitado la conciliación, sí, pero la conciliación de las mujeres. Durante los últimos meses, además, hemos podido comprobar cómo las medidas de conciliación implementadas durante la pandemia han sido un absoluto fracaso, como el Plan MECUIDA, insuficiente.

Desde USO, creemos que la solución al problema de la desigualdad pasa necesariamente por un cambio cultural que lleve a la corresponsabilidad, a la implicación de toda la sociedad, especialmente de los hombres, así como al reconocimiento de los diversos modelos de familia. Es por ello que reivindicamos que, aunque el día es de todas y cada una de las mujeres, la lucha es de todas y todos.

Los cambios culturales auténticos no son rápidos, llevan trabajo y esfuerzo. No dejemos esto también solo en manos de las mujeres.

Manifiesto 8M. El día es mío, la lucha es nuestra.
Así no hay Plan: campaña de USO para el 8 de marzo

Así no hay Plan: campaña de USO para el 8 de marzo

La Secretaria de Formación Sindical e Igualdad presenta la campaña con motivo del 8 de marzo. En este 2021 se centra en hacer visible cómo la pandemia está afectando principalmente a las mujeres.

“Así no hay Plan” es el lema elegido por la Secretaría de Formación Sindical e Igualdad de la campaña para 8 de marzo. Con ella se pretende visibilizar cómo la pandemia está afectando mayormente a las mujeres en muchas áreas de sus vidas. Son las mujeres las que, a pesar de estar en primera línea en trabajos que se han vuelto esenciales, han perdido más empleo y más derechos que los hombres.

“Con la campaña buscamos poner de manifiesto que la pandemia ha afectado doblemente a las mujeres. No solo en nuestro país, sino en el mundo entero. Y esas desigualdades que existen se deben al simple hecho de ser mujeres. En diferentes áreas de la vida, las mujeres sufren unas dificultades que no se corresponden con las que pasan los hombres. Es así como las mujeres deben hacer un sobresfuerzo para poder llegar a conseguir los mismos objetivos. Por ello es necesario un plan urgente del Gobierno que frene estas desigualdades”, explica Dulce María Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.

Brecha salarial y brecha social

La crisis sanitaria y económica está aumentando no solo la brecha salarial sino la brecha social. Y está afectando, en mayor medida, a los hogares de bajos ingresos, a las mujeres y a la juventud.

La última normativa sobre igualdad de remuneración y de planes de igualdad puede quedar en papel mojado por los efectos de la crisis en la que nos encontramos. El parón del sector servicios, el teletrabajo forzoso o la imposibilidad de teletrabajar ha hecho que muchas mujeres queden fuera del mercado laboral. Algunas, por depender de campañas temporales y precarias y otras, por tener que elegir entre el trabajo o el cuidado de sus hijos o dependientes.

La normativa sobre planes de igualdad, aprobada en octubre de 2020, en plena crisis sanitaria, aún se aplica de forma progresiva, exigiendo su implantación a partir del 7 de marzo de 2021 a empresas de más de 100 personas en plantilla. No será hasta el 7 de marzo de 2022 cuando sea obligatoria para empresas con más de 50 personas trabajadoras. No sabremos el alcance de sus resultados hasta dentro de algunos años.

Esta ley junto al hecho de que en enero de este año ambos progenitores cuentan con un permiso por nacimiento de hijo totalmente intransferible e igualitario de 16 semanas, convierte a nuestro país en pionero en normativa de igualdad.

Sin embargo, en esta crisis sanitaria que nos azota exigimos al Gobierno un plan alternativo que haga que las dificultades que se están pasando las mujeres puedan ser amortiguadas con medidas efectivas. Hemos observado la importancia de los cuidados en nuestra sociedad tras el último año, pero esos trabajos son los peores pagados y desarrollados mayormente por mujeres. Es necesario un plan de protección para que una vez más, las mujeres no sean las que paguen las graves consecuencias de la situación actual.

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Nueva edición del Concurso de Cortos “La juventud ante el 8M”

Nueva edición del Concurso de Cortos “La juventud ante el 8M”

Tras el éxito cosechado en las anteriores ediciones, el Departamento Confederal de Juventud USO, en colaboración con la Secretaría de Formación Sindical e Igualdad, lanza el III Concurso de Cortos “La juventud ante el 8M”.

Los trabajos, que se podrán presentar hasta el próximo 14 de febrero de 2021, deberán tener una duración máxima de 150 segundos. Habrá un primer premio de 300€ y dos accésits de 100€ cada uno.

“El concurso está pensado para que todos los jóvenes puedan dar su punto de vista, a través de un cortometraje, sobre la lucha de las mujeres por la igualdad de sus derechos y oportunidades”, explica Yago Saénz, responsable de Juventud-USO.

En las bases del concurso “La juventud ante el 8M” puedes informarte de los plazos de entrega, fecha de fallo del jurado e inicio de la publicación de los cortos ganadores.

“La vida de Álex”, ganador de la última edición

En la última edición del concurso de cortos “La juventud ante el 8M”, “La vida de Álex”, de la murciana Carolina Rojas Rubio, logró el primer premio.

El corto narra el día a día de Álex, con su vida condicionada por ser hombre. Álex tiene que hacer todas las tareas de casa, le dicen que no puede salir vestido “así” a la calle, en su trabajo gana menos que las mujeres. El corto plasma, en la piel de un hombre, las desigualdades y situaciones que cada día viven millones de mujeres en el mundo por el hecho de ser mujeres.

También fueron premiados con accésits los cortometrajes “Solo”, realizado por el aula de cine del IES Los Batanes del Viso del Marqués (Ciudad Real), y “Cariño”, de la valenciana Alba María Pelagio Oliver.

En el 8M, USO reclama que “a iguales capacidades, las mujeres tengan iguales oportunidades”

En el 8M, USO reclama que “a iguales capacidades, las mujeres tengan iguales oportunidades”

“Iguales capacidades, iguales oportunidades” es el lema para el 8M con el que dirigentes, delegados, afiliados y trabajadores del sindicato USO y USO-Madrid han reivindicado este viernes el Día Internacional de la Mujer. La concentración, como cada año, se ha convocado frente a la Secretaría de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género.

Dulce María Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO, ha presentado el acto. En él, la secretaria general de USO-Madrid, Concepción Iniesta, ha ofrecido un pequeño resumen sobre algunas de las desigualdades en materia de promoción laboral y brecha salarial que padecen las madrileñas en el mundo del trabajo. Para ello, Iniesta ha recordado las conclusiones del “Análisis de la brecha salarial de género por sectores productivos” elaborado por el sindicato USO para el 8M.

Después, dirigentes de USO-Madrid, la Federación de Servicios de USO, la Federación de Industria de USO y la secretaria confederal de Comunicación y Estudios Sindicales, Laura Estévez, han leído el manifiesto elaborado desde Igualdad para el 8M.

8M, un largo camino hacia la igualdad

“Mañana entra en vigor la obligatoriedad para las empresas de más de 150 personas en plantilla de contar con un plan de igualdad. Un gran paso, pues España no es país de grandes empresas y hasta ahora los planes solo eran obligatorios para las de más de 250 trabajadores. Sin embargo, este deber existe desde 2007 y, aún hoy, solo un 10%, aproximadamente, lo tiene en vigor”, critica Dulce María Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.

Ese problema, el de conocer los datos, es el otro gran pendiente de la ley promulgada el año pasado de forma simbólica antes del 8M. “La norma contempla la obligación de registrar el plan de igualdad en un registro oficial, pero ese registro obligatorio no se está cumpliendo ni se hace seguimiento de él”, expone Moreno. El simple cumplimiento de las leyes ya en vigor permitiría avances cualitativos en la situación laboral de la mujer en muchas empresas.

“Pero en USO queremos más, queremos que dotarse de un plan de igualdad sea obligatorio en las empresas de menos de 50 trabajadores. No puede ser que la mujer sufra una discriminación más, también en función del tamaño de la empresa para la que trabaja”, sostiene la secretaria de Formación Sindical e Igualdad del sindicato USO.

Las madrileñas cobran un 28,5% menos que los hombres en el sector Servicios

Las madrileñas cobran un 28,5% menos que los hombres en el sector Servicios

Las mujeres madrileñas sufren la brecha salarial de género en todos los sectores productivos, excepto en la agricultura. Esa desigualdad es especialmente grave en el sector Servicios, donde a pesar de que trabajan más mujeres que hombres, ellas cobran un 28,5% menos que ellos. Son conclusiones del estudio “Análisis de la brecha salarial de género por sectores productivos”, elaborado por las secretarías de Formación Sindical e Igualdad, y de Comunicación y Estudios Sindicales de USO, con datos de la Agencia Tributaria del ejercicio 2018 y clasificados según los sectores productivos de la CNAE.

“Las mujeres suponen un 56,4% de los asalariados en los tres grupos que se divide Servicios (Servicios a las empresas, Servicios sociales y Otros servicios personales y de ocio), sin embargo los hombres perciben una media de 25.200 euros brutos al año y ellas 18.028 euros al año”, señala Víctor Fernández Cajide, secretario de Igualdad de USO-Madrid.

La brecha salarial es especialmente grave en las Entidades Financieras y Aseguradoras, donde las madrileñas cobran un 38,9% menos que los hombres. “Estamos ante un sector en que trabajan los mismos hombres que mujeres, la proporción es prácticamente el 50%, pero la diferencia salarial bruta que padecen ellas demuestra que los puestos directivos siguen siendo mayoritariamente masculinos”, explica Fernández Cajide.

Otros de los sectores productivos en los que existe una diferencia salarial sustancial en nuestra región son el Comercio y los Transportes, donde las mujeres cobran un 26,5% menos que los hombres o el sector de la Información y la Comunicación donde ellas perciben un 21,1% menos de salario medio que los hombres.

El sector primario y secundario siguen siendo predominantemente masculinos, pero la brecha salarial es inferior o incluso inexistente. En la Agricultura, las mujeres, que suponen un 27,5% de los trabajadores, perciben un 0,4% más que los hombres.

Por su parte, en la Industria y la Industria Extractiva, las mujeres suponen un 30,6% de los empleados y de media cobran un 14,7% menos que ellos. Con respecto a la Construcción, las mujeres ocupan un 25,3% de los puestos pero cobran un 5,6% menos que los hombres.

Más allá de la brecha salarial, resulta también especialmente preocupante el hecho de que hasta los 25 años, el paro femenino es muy similar, o incluso inferior al masculino. Sin embargo, el número de desempleadas madrileñas se dispara a partir de los 27 años, la edad en la que la mayoría inicia un proyecto familiar.

“Entre los jóvenes menores de 25 años el desempleo femenino es muy similar, o incluso inferior, al masculino, pero a partir de esa edad las mujeres comienzan a padecer una discriminación muy injusta por razones de género”, señala Fernández Cajide. Por ese motivo, insiste, “desde USO tenemos que continuar reivindicando una igualdad de trato y de oportunidades real entre mujeres y hombres. A iguales capacidades, iguales oportunidades”, concluye Fernández Cajide.