por Prensa USO Madrid | Abr 11, 2025 | Economía, USO-Madrid
Los alimentos vuelven a situarse por encima del índice general, aunque la subyacente se acerca cada vez más al ansiado 2 %
“Hay que ser prudentes pese a los buenos datos, porque la coyuntura internacional es muy volátil. Madrid es una región dedicada casi por completo a los servicios y es difícil prever si se verá más o menos afectada que otras a corto y medio plazo. De todos los datos, el que más valoro es el de la inflación subyacente, más estable y estructural, cada vez más cerca del 2 %. Eso supone que las economías familiares pueden recuperar parte de su poder adquisitivo, pues casi 800.000 personas trabajadoras se benefician de la subida salarial media más alta de España”, analiza María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
Calma antes de la ¿tempestad?
Los datos del IPC de marzo muestran una cierta tranquilidad del consumo en la Comunidad de Madrid, en línea con lo que sucede en España y en Europa. Eso sí, son cifras previas a la imposición de aranceles globales por parte de los Estados Unidos que, sin duda, influirán en todas las economías mundiales. Lo que no se sabe es si para bien o para mal, pues uno de sus primeros efectos ha sido el desplome del precio del petróleo.
Hasta que empiecen a despejarse las dudas, la inflación repuntó 2 décimas en marzo, para volver a situarse en el 2,4 % con el que terminó el 2024. Aunque durante el primer trimestre los precios se han encarecido en 7 décimas, la contención de los suministros energéticos y, en menor medida, de los alimentos, han permitido que vuelva a bajarse de ese temido 3 % que superó en enero y febrero.
Alimentos más caros y energía más barata
La cesta de la compra vio quebrada su tendencia a la baja de los últimos meses y se sitúa en el 2,8 %. Las carnes de vacuno (+10,8 anual) y ovino (+17,5), café, cacao e infusiones (+14,6) y los huevos (+14,3) subieron con fuerza; también las bebidas no alcohólicas (+8,0). Al contrario, los aceites y grasas (-30,9) y el azúcar (-14,9) son los que más bajaron.
El otro capítulo que más afecta a los bolsillos es el relacionado con la vivienda, que bajó un punto en marzo gracias, sobre todo a la electricidad (-3,9). Sin embargo, es el apartado que más se ha encarecido en el último año (+5,5), también muy influido por el suministro eléctrico (+10,3) y por el alquiler de vivienda (+3,3). El otro grupo que moderó sus precios fue el del transporte (-0,6 mensual y -0,7 anual), sobre todo el privado (-1,5 y -1,6).
Del resto de productos y servicios, destacan, en términos anuales, las subidas por encima de la media de los servicios hospitalarios (+3,4), la educación infantil y primaria (+4,1) y secundaria (+3,1), la hostelería (+3,9), los alojamientos (+6,8), los efectos personales (+9,1) y los seguros (+9,5). Los paquetes turísticos, sin embargo, se desplomaron un 2,8 % debido a que el año pasado la Semana Santa coincidió en marzo.
Respiro para las personas trabajadoras
En este contexto incierto, hay que fijarse en la lenta, aunque firme, caída de la inflación subyacente, cada vez más cerca del objetivo del 2 %. Un referente estable que valoran los bancos para decidir bajadas de tipos de interés o los precios de préstamos e hipotecas. Además, es un punto y medio inferior a la subida salarial media (3,7 %), que en Madrid sigue siendo la más alta de España (3,3 nacional). Y esa también es una buena noticia para las personas trabajadoras.
por Prensa USO Madrid | Mar 14, 2025 | Economía, USO-Madrid
La alimentación y la inflación subyacente siguen muy por debajo del índice general, al contrario que los suministros energéticos
“La inflación se mantiene estable, pero muy lejos de estar controlada porque una subida de los precios del 3 % tensiona los bolsillos de las personas trabajadoras. Se intuía, como así ha sido, que el final de las bonificaciones fiscales a la electricidad influiría negativamente en las economías familiares. Es un bien básico que no debería estar sometido a las fluctuaciones del mercado o, al menos, regulado en momentos de incertidumbre. Además, aunque la Comunidad de Madrid sea una excepción en el contexto nacional, la negociación colectiva debería incluir cláusulas de revisión automáticas para no perjudicar a los ciudadanos, que han acumulado casi tres años de pérdida de poder adquisitivo y aún están lejos de recuperarlo”, analiza María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
Pocas sorpresas en la estadística del INE respecto a enero. La inflación en la Comunidad de Madrid se mantiene en el 3,1 después de subir tres décimas en febrero, tendencia muy similar a la registrada en el conjunto de España. La buena noticia es que la alimentación (2,2 anual) y la subyacente, o estructural (2,4) siguen muy por debajo del índice general, a la espera de los efectos que pueda provocar la volátil coyuntura internacional. La mala, los suministros de la vivienda (+8,1), en concreto la electricidad, que es casi un 20 % más cara que hace un año.
En el resto de grupos, destaca el encarecimiento de la hostelería (+4,9), tanto en los alojamientos (+9,8) como en la restauración (+4,5). También han subido por encima de la media los seguros (+9,3), los paquetes turísticos (+5,7) y la educación infantil y primaria (+4,1). En negativo, sólo vestido y calzado (-0,7) son más baratos que hace un año.
Los datos de la inflación subyacente en nuestra región permiten recuperar parte del poder adquisitivo perdido por las familias, ya que la subida salarial media por convenio (3,7 %) sitúa a Madrid en lo más alto del ranking autonómico, casi siete décimas por encima de la tasa nacional.
por Prensa USO Madrid | Feb 14, 2025 | Economía, USO-Madrid
Al contrario, la subyacente cae con fuerza en el primer mes del año y se sitúa cuatro décimas por debajo del índice general
“Enero confirma lo que llevamos mucho tiempo diciendo, que la electricidad, como suministro básico, debería estar sujeta a una regulación y a una protección especial, sobre todo para los hogares más vulnerables. Y más en un contexto internacional incierto que puede afectar tanto a la macroeconomía de los estados como a la microeconomía familiar. Por eso, nos alegramos del buen dato de la subida salarial e insistimos en la importancia de la negociación colectiva para la recuperación del poder adquisitivo de las personas trabajadoras. Y, además, en la necesidad de que los convenios colectivos recojan cláusulas de revisión más claras y de aplicación automática en situaciones de alta inflación como la que hemos vivido durante estos últimos años”, declara María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
La fuerte subida experimentada por los precios de la electricidad (8,5 % mensual y 14,7 % anual), unida a la recuperación del 21 % de IVA en su factura, son los máximos responsables del repunte de dos décimas respecto a diciembre y vuelven a situar el índice general en un 3,1 que es el más alto desde junio del 2024. También ubica a la Comunidad de Madrid entre las más inflacionistas, dos décimas por encima de la media estatal.
Los gastos asociados a la vivienda, incluidos los suministros, son los que más se han incrementado en el último año (+6,6), seguidos de la hostelería (+5,3); tanto la restauración (+4,8) como, sobre todo, el alojamiento (+10,8). El siguiente grupo sería el de alcohol y tabaco (+4,7). El resto se sitúan por debajo del general, destacando los descensos de vestido y calzado (-11 % mensual y -2,2 anual) y del ocio y cultura (-3,7 mensual), por el desplome de los paquetes turísticos (-14,9) tras las Navidades; eso sí, son un 8,5 % más caros que hace un año.
La cesta de la compra de los madrileños (+2,0), aunque sea muy inferior a la media, aún debería contenerse más en los próximos meses para no castigar tanto las economías familiares. La caída libre del precio del aceite (-17,3) es la principal causa, aunque otros productos como la carne de ovino (+14,4), el pescado (+5,7) o los huevos (+5,2) impiden un mejor dato.
La inflación subyacente, sin alimentos no elaborados ni productos energéticos, cayó cuatro décimas en enero y, aunque repunta una décima en la comparativa anual, se mantiene estable en el último semestre, siempre por debajo del índice general. Es una buena noticia para la revisión de los créditos hipotecarios y para próximas rebajas de los tipos de interés.
También es un punto inferior a la subida media de los salarios pactados por convenio, que en enero fue del 3,7 % en la Comunidad de Madrid, la más alta de España.
por Prensa USO Madrid | Ene 28, 2025 | Economía, Empleo, Mujer, USO-Madrid
A pesar de tener más población activa que nunca, se crearon 140.000 empleos y bajó el paro en 30.000 demandantes durante el último año
“La última EPA del año confirma e incluso mejora los datos de los trimestres anteriores. El mejor, sin duda, superar esa barrera de los tres millones y medio de ocupados. Y, también, que el paro siga reduciéndose y que se acerque a niveles que no se veían desde hace dos décadas”, valora María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
“Pero no es oro todo lo que reluce y también deja algunas cuestiones que merecen ser analizadas más profundamente. Se pierde empleo en el sector industrial, el que genera empleo más estable; se debilita el sector público, lo que redunda peores servicios para los ciudadanos y debilita el estado de bienestar; la mujer, sobre todo si es extranjera, con bajo nivel de estudios o de edad avanzada, tiene muy difícil acceder al mercado laboral; la parcialidad y la temporalidad vuelven a crecer y los contratos indefinidos no lo son realmente. Urge una reforma estructural de la legislación laboral para acometer estos retos y conseguir que el empleo sea de calidad y con salarios más dignos para las personas trabajadoras”, denuncia la máxima dirigente regional de la USO.
Ya hay más de 3,5 millones de ocupados
El empleo creció en 72.000 personas durante el último trimestre, más de la mitad del que se creó durante todo el 2024, según la los datos de la última oleada de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El total de población ocupada en nuestra región es de 3.501.100, cifra récord de la serie histórica. La otra buena noticia es que se reduce la brecha entre hombres y mujeres a menos de 2 puntos.
La tasa de ocupación es del 58,4 (+0,6 anual), casi 6 puntos más que la media nacional. También es la más alta de todas las comunidades autónomas y la más alta en 13 años. Eso sí, la brecha de género se amplía hasta los 8 puntos (62/54). Y es más alta entre la población extranjera (67,6), sobre todo de países pertenecientes a la Unión Europea (71,9), que entre la española. Los extranjeros suponen el 19% del total de ocupados y se observa un fuerte incremento que los sitúa en niveles desconocidos desde el inicio de la crisis económica en 2008.
Por sectores, los servicios acaparan el 85 % del total de ocupación (+150.000 respecto al 2023) y la construcción sumó 19.000, mientras que la industria perdió 24.000 y la agricultura 3.700 (casi un tercio del total y ya sin apenas representación de las mujeres). El 86 % del empleo lo genera ya el sector privado, mientras que el público, a pesar de crecer en 4.000 y superar ya el medio millón, se sitúa en un modesto 14 % que es de los más bajos en lo que va de siglo.
Los parados, en cifras del 2008
El desempleo, por su parte, experimentó una fortísima bajada de 37.000 personas trabajadoras durante el otoño, un trimestre en que suele subir o bajar de forma modesta. Un tirón que permitió enjugar las subidas de las anteriores series, ya que en el cómputo anual se redujo en apenas 30.000. Los 328.500 parados son el dato más bajo desde el 2008, con la única excepción del segundo trimestre de este año. La diferencia con los reconocidos por el SEPE se mantiene en torno al +25 %.
La tasa de paro se reduce un punto hasta el 8,6 % (10,6 nacional), lo que sitúa a Madrid en un discreto noveno puesto entre todas las autonomías. Baja más entre las mujeres (-1,6) que entre los hombres (-0,5), aunque la distancia sigue siendo de 4 décimas entre unos y otras. Entre los mayores de 55 años, este índice crece hasta el 9,8 en los mayores de 55 años, sobre todo entre las mujeres (11,4). También se refleja un sorprendente dato: la caída de casi 10 puntos entre los jóvenes de entre 20 y 24 años, principalmente entre la población masculina.
Por sectores, baja el paro ligeramente en la agricultura y la industria, se mantiene en la construcción (a pesar de la fuerte bajada de 4.000 del último trimestre) y sube anecdóticamente en los servicios (pese a los -14.000 respecto a la anterior oleada). Pero, sin duda, el mejor dato son los -26.000 del colectivo de parados sin empleo anterior o de larga duración, que bajan hasta los 155.100.
Más activos que nunca
Y todo ello a pesar del nuevo récord de la población activa, que es ya de 3.829.600 (110.000 más que hace un año y 45.000 más que en la oleada anterior), Crece más entre la población española (sobre todo mujeres) que entre la extranjera (sobre todo hombres y de la Unión Europea). Los foráneos suponen un 20% del total.
La tasa de actividad (63,5) también es la mayor de todas las regiones y 5 puntos superior a la media estatal. Sube tanto en hombres como en mujeres, aunque la brecha aumenta 4 décimas hasta casi los 9 puntos (68,1 / 59,3).
por Prensa USO Madrid | Ene 15, 2025 | Economía, USO-Madrid
La subyacente y la alimentación se sitúan por debajo del 2 % por primera vez en más de tres años
“Una vez controlada la inflación, como parece y a pesar del negativo dato de diciembre, es buen momento de apostar por políticas salariales valientes que permitan a las personas trabajadoras recuperar la capacidad de compra y ahorro que perdieron, sobre todo, en estos tres últimos años. Apostamos por la intervención gubernamental para contener los precios de los alimentos y suministros energéticos, que son bienes de primera necesidad; por la negociación colectiva como herramienta eficaz para garantizar salarios dignos; y por la introducción de cláusulas correctoras para adecuar la subida salarial a la inflación real”, explica María Concepción Iniesta, secretaria general de USO-Madrid.
Inflación más alta que en el 2023
El índice general repuntó 5 décimas respecto a noviembre, impulsado, sobre todo, por los gastos en ocio y cultura (+3,8 %). Fue el único grupo por encima de la media junto al de bebidas alcohólicas y tabaco (+0,9), algo habitual debido a las fiestas navideñas. Sin embargo, los alimentos no elaborados apenas variaron respecto al mes anterior (+0,1).
Pero diciembre es el mes en el que se hace el balance de todo un año de comportamiento de los precios. La inflación interanual fue del 2,9 en la Comunidad de Madrid, una décima más que la registrada a nivel nacional y dos más que en diciembre del 2023. Además, es su nivel más alto desde junio.
Los gastos asociados a la vivienda fueron los que acusaron una mayor tensión inflacionista (+6,3), impulsados por el incremento de los alquileres (+3,4) y, sobre todo, por la electricidad, el gas y otros combustibles, que son un 14,5 % más caros que hace un año. En parte, también, por el ‘efecto base’, porque en los meses finales del 2023 corrigieron la excepcional subida de los suministros energéticos provocada por el conflicto en Ucrania.
Alcohol y tabaco subieron un 4,9 % e, inmediatamente por detrás, se sitúan los precios de las actividades de esparcimiento: hostelería (+4,5) y ocio y cultura (+3,5), especialmente por el encarecimiento de los paquetes turísticos (+12,4). También destacan las subidas de la enseñanza infantil y primaria (+4,1) y secundaria (+3,1) y de los seguros (+9,1).
Subyacente y cesta de la compra por debajo del 2 %
Las mejores noticias llegan con la inflación subyacente (+1,8), que enlaza cinco meses sin movimientos, y con la cesta de la compra (+1,7). Ambas se sitúan por debajo del 2 % por primera vez en más de tres años, aunque se prevé que los alimentos vuelvan a repuntar a partir de enero conforme vayan eliminándose las medidas fiscales implementadas por el Gobierno para contener la inflación desbocada de los últimos dos años.
En este escenario, los madrileños siguen recuperando parte del poder adquisitivo perdido, aunque a ritmo muy lento. Los salarios pactados por convenio subieron un 3,46 % de media en el 2024 (casi lo mismo que el año anterior y 4 décimas por encima de la media nacional). Eso sí, se batió el récord de convenios colectivos (189), que afectan a casi 100.000 empresas y a más de un millón de personas trabajadoras.